JIMENA: Luis solo he leído el titulo y he de decirte que me...

LOS DOMINGOS POR LA TARDE, PESE AL FÚTBOL, NO OS ABANDONO.

CARTA ABIERTA PARA SARA. (Por Luismarín)

¡Hola Sara!: bienvenida seas.

Este señor tan “raro” es el único hermano de tu abuela Rafaela y también el único “tío abuelo” que por suerte o desgracia vas a tener. Espero que la inexorable ley del tiempo sea generosa conmigo y pueda conocerte y disfrutarte durante mucho tiempo todavía. Pronto aprenderás a llamarme “Tito Luis”. Como puedes apreciar en las fotos que encabezan esta carta, ya empiezo a contar las arrugas que, como a muchos, nos va dejando la vida a causa de “amores no cuajados” o sucedáneos de batallas.

Comenzaré por contarte que las cartas más “ilusionantes” se escriben antes de la noche del 5 de enero. Sus destinatarios serán sus Majestades los Reyes Magos. Al igual que casi todo el mundo, yo también recuerdo con especial cariño esa noche de emoción y de inocencia, en que la adrenalina no nos dejaba dormir pensando en los zapatos que les habíamos dejado en el balcón a la espera de verlos llenos de juguetes a la mañana siguiente. En algunas casas se dejaba una cubeta llena de agua para que los camellos pudieran saciar su sed En otras, turrones o “mantecaos”, junto a tres copillas de aguardiente, para que los Reyes pudieran recuperar fuerzas. Con el tiempo llegaría la decepción y descubriríamos la gran mentira. En esas edades justificábamos el engaño de nuestros padres porque en nuestros corazones no cabía la miseria que supone que alguien quisiera engañarnos Reprimíamos la desilusión y la normalizábamos en nuestra conciencia. Más adelante vendrían otras grandes mentiras y muchas otras decepciones de mayor dureza y dolor. Aprenderíamos que hay mentiras de las que no se puede hablar, que son parte de una “norma” que no somos quienes para cuestionar. A través de muchas lecturas descubriríamos que ni siquiera los Reyes Magos son “originales” del cristianismo, y que ya en la antigua cultura egipcia existía una tradición que hablaba de unos Reyes llegados del Oriente que homenajeaban con metales preciosos el nacimiento del dios Horus.

En estos días pasados, hemos leído que, según el antiguo Gran Inquisidor (ahora conocido como Benedicto XVI), en su obra “La infancia de Jesús”, esos Reyes de Oriente podían proceder de la antigua Tartessos. Podemos imaginarlos con un lenguaje popular como el de la bahía de Cádiz y decirse unos a otros, “pisha”, “killo” o “gachó”. Con esas familiaridades, su “aurea regia” acabará devaluándose.

Tal vez por estos motivos esta carta abierta, a ti dirigida, va a tener un contenido diferente.

Si hubieras nacido hace unos años en algún pueblo de los Pirineos el pregonero, (o el sereno municipal en su falta) hubieran anunciado a todo el vecindario tu venida a este mundo o “valle de lágrimas”. En los tiempos que corren, esta triste metáfora, se puede aplicar con largueza. No obstante, tú no tengas miedo, pues no dudes que tus padres, tus abuelos, tus tías \ o y el que suscribe, se preocuparán porque al menos, no te falte lo esencial de la vida. El cariño lo tienes asegurado y en tu caso, ¿por qué no?, esperemos que se cumpla el viejo proverbio de que “todos los niños vienen al mundo con un pan debajo del brazo”.

Te podías haber llamado Genoveva o Daniela, si por estas tierras predominara la costumbre de llamar a los niños de acuerdo con el santoral católico coincidente con el día de su nacimiento. También son unos nombres preciosos como el tuyo. Ya sabemos que Sara es de origen hebreo y deriva de “Saray”. Significa “aquella que es una Princesa”. Tu abuela Rafaela ya estará pensando con cuál de las Santas Sara vas a celebrar tu onomástica. Tiene donde elegir: el 9 de octubre es Santa Sara mujer de Abraham, el 20 de abril Santa Sara de Antioquía, el 13 de julio Santa Sara Abadesa de Libia y el 12 de septiembre Santa Sara Matrona. Te diré (para algo trabajo en relación con el INE) que el año pasado fueron 4.730 los padres que se decidieron por tu nombre. De las mujeres famosas que nacieron el mismo día que tú, me quedo con la escritora y periodista Rosa Montero. Prefiero no recordar que Esperanza Aguirre, la “Lideresa de Madrid”, también vino al mundo un 3 de enero. De las Sara famosas, a mi me gustaría que te parecieras a Sara Montiel, a Sara Simeone (campeona Olímpica de atletismo) o a Sarah Bernhardt una de las mejores actrices francesas de teatro. O quizás que cantaras como Sarah Vaugham para poder alegrarnos la vejez.

Ya te enterarás que, según el horóscopo occidental, eres Capricornio. Ese símbolo es de naturaleza plenamente femenina. Simboliza la sabiduría y representa a la montaña, pues junto a Tauro y Virgo pertenece al elemento tierra. Se representa con un animal híbrido: una cabra con cola de pez o monstruo marino. La cola del pez supondría las aguas nutritivas donde nace el ser para elevarse al grado más alto de espiritualidad. La cabra, representa al Unicornio con su único cuerno protuberante sobre la testuz, semejante a una lanza. Te pronostica que vas a ser muy mujeril, inquieta, lógica y honesta. Que estarás siempre pendiente de tus seres queridos a los que les darás suma importancia. Vas a ser sociable y amable.

Según el horóscopo Maya tu signo sería el lagarto y en el horóscopo Chino te corresponde el Dragón. Este animal es el más poderoso de los signos y simboliza los rasgos de carácter como el dominio o la ambición. Los dragones prefieren vivir por sus propias normas y si se les deja actuar por su cuenta, suelen tener éxito. No tienen miedo a los grandes retos y siempre están dispuestos al riesgo y a la aventura. Son apasionados en todo lo que hacen y les gusta ayudar a los demás. En cambio, no les gusta pedir ayuda y tienen tendencia a querer estar solos. Esta preferencia por estar solos puede ser percibida como arrogancia. Su temperamento les puede llevar a explotar con frecuencia y prefieren ser líderes a ser liderados. Se entregan plenamente en el amor pero no renunciaran a su independencia. Tu elemento es la madera, tu color el verde, tu planeta Júpiter y tu punto cardinal el Este. Como cualidades destacarían la creatividad, la consolidación y el crecimiento interior.

Como veras, Sara, ya sé muchas cosas de ti aunque todavía no te conozca. Te diré que en este tiempo en que has nacido todavía tienen plena vigencia unos antiguos versos del poeta Antonio Machado, decían así:

“Ya hay un español que quiere vivir y a vivir empieza. /Entre una España que se muere y otra España que bosteza. / Españolito que vienes al mundo te guarde Dios. / Una de las dos Españas ha de helarte el corazón.”

Ojalá cambien las cosas conforme te vayas haciendo mayor. Pero ahora mismo siguen existiendo las dos Españas a las que se refiere D. Antonio. No estamos en una guerra bélica entre hermanos como por aquel entonces pero, sin embargo, siguen existiendo dos Españas contrapuestas. Por un lado la de los ricos de siempre, la de los poderosos amos capitalistas, la de los banqueros y financieros corruptos, la de los grandes empresarios que siguen enriqueciéndose a pesar de la dura crisis económica que vivimos. De otro lado están todos aquellos a los que esos mismos banqueros han engañado con sus “timos de preferentes”, los cientos de familias que son desahuciadas sin conmiseración, los jóvenes que para trabajar tienen que emigrar a otros países como antaño lo hicieron sus abuelos, los ciudadanos honestos a los que las condiciones laborales empujan al desempleo, a la desesperación y a la indigencia. Para más “inri”, los que aún no hemos llegado a esa situación vemos como todos los días se nos recortan los logros conseguidos durante muchos años de trabajo y esfuerzo (a base de sudor, lágrimas y sangre). Sufrimos en nuestras propias carnes el derrumbe de los pilares del Estado de Bienestar que creíamos tener consolidados: la Sanidad, la Enseñanza y las Prestaciones Sociales (Pensiones o Seguro de Desempleo). Te deseo de todo corazón que tù tengas la suerte de no conocer esta amarga situación.

También te voy a resumir los versos que otro poeta, Miguel Hernández (en su día me encargaré que lo conozcas junto a otros muchos), le escribió a un niño de pecho como tú y al que por desgracia no pudo “acunar” entre sus brazos:

“Sobre tu cuna, ríete niña, que te tragas la luna cuando es preciso. Alondra de mi casa, ríete mucho. Es tu risa en los ojos la luz del mundo. Ríete tanto que en el alma al oírte, bata el espacio. Tu risa me hace libre, me pone alas. Soledades me quita, cárcel me arranca. Vuela niña en la doble luna del pecho. Él, triste de cebolla. Tu satisfecha. No te derrumbes. No sepas lo que pasa ni lo que ocurre”. Esto pretendía ser una nana, quizás la nana más triste escrita en mucho tiempo. La llamó “Las nanas de la cebolla”. Yo espero “susurrarte” otras nanas mucho más alegres.

(CONTINÚA)

Luis solo he leído el titulo y he de decirte que me has confirmado que el nombre de Sara seria tu próximo escrito, ahora lo leeré y estoy seguro que este tendrá algo mas que los anteriores pues seguro que el escribano aquí hilo mas fino un saludo y felicidades Tito por la parte que te toca.