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JIMENA: Cosas de mi pueblo....

Cosas de Mi Pueblo.
Estoy en casa esta tarde y el foro tiene una dinámica que no me mola nada y decido irme un rato a pasear por aquellos días previos a Semana Santa en aquellos años 60.
Todavía olía a turbios y aceituna trujada, pues posiblemente ese año que había sido bueno en cosecha y también húmedo había retrasado la recolección y todavía más la molienda, es las 6 de la tarde y con un remojón que me ha echado Paco Filipino en la fábrica de Don Manuel en la revuelta donde esperaba a Mi Papa para que llegará del últimoacarreo del día, pues si no estaba El los molineros me tomaban el pelo o alguno me tiraba al truje donde salía como un sanLázaro de manchas y claro luego me iba a ganar algún tortazo o reprimenda de Mi Madre. Más contento que unas pascuas chorreando el pan con aceite que me bajaba por los codos y olía que alimentaba, bien tostao en la estufa de orujo y una plasta de orujo como servilleta salgo camino de la Plaza previa parada en el parador, para ver si veo a los amigos y echamos algún ratillo de juego ya no hacia tanto frio y un rato de juego a las patas pintas debajo del quiosco de la música serviría para hacer la digestión de tan suculenta merienda.
Y la gente va llegando a Jimena, hombres con calzones de paten grises, camisones de de rayas y en algunos casos la pelliza vieja por los hombros, albarcas con peales bien atadas y la gorrilla o en algún caso la boina, con animales de reata y la mujeres subidas en ellos van apareciendo por los distintos puntos de acercamiento al Pueblo, la Plaza es un punto de tránsito importante, pues tanto las fabricas de Don Manuel como a la de los Trinis recogían muchos kilos de aceituna,
Por la Calle Bella suben y en el pilar se juntas los que vienen de los cacunes, canteras, el rio, la torrecilla etc. Y por la calza los del molinillo badulla y demás fincas.
Se va echando la noche y el murmullo de gente haciendo mandaos es impresionante, ya en este tiempo no hace tanto frio y la gente tiene ganas de salir e ir a las tiendas de la carrera, o a la Plaza, haber si han traído alguna caja de pescao o buena fruta para la capacha o talega del día siguiente, pues hay un muchacho manchego que con sus hermanas sean instalado en la Posa de Manuela y debajo del quiosco venden de todo, lo mismo fruta, verduras que pescao por cierto muy fresco, pues deben tener tienda en Mancha Real y con el motocarro se pones de momento en Jimena, es un buen punto de encuentro a demás es el tiempo de la alcachofa y seguro que Juanico el de la cordelera ya ha voceao por todo el Pueblo que ha llegado a Jimena un camión de alcachofas buenísimas de la zona de Murcia o Valencia, de paso nos encontramos con la familia y la charla es también muy amena, vemos también cómo va la gente al pilar a coger agua, los cantaros a la cadera y la cubeta en la mano es algo habitual, al igual que la charla en el pilar es increíble la cantidad de pilares de nuestro pueblo.
Curioso como el Pueblo está vivo no hay TV y la gente sale y entra, los bares están abarrotaos de hombres, la mujeres no está bien visto, aunque siempre hay alguna excepción sobre todo de las pudientes, también la iglesia es otro punto de encuentro importante en este caso más de mujeres y algún hombre que otro, los mas beatos, aquí se da el caso al revés de los bares.
Era un pueblo vivo lleno de vida, la calle era muy importante para las relaciones unipersonales o de grupo, creo que esto ahora ha cambiado bastante, a Mi me encanta recordarlo cualquier detalle o novedad era muy bien acogido.
Mirar que estoy escribiendo y me llega a la memoria el trajín que se ponía en la plaza cuando alguna persona que había sido detenida se la llevaban a Jaén, el rincón de Ramirón era de escándalo, persona, llorando otras lamentándose, ¡! hay que lastima ¡se oía decir, ¿que habrá hecho? a lo mejor simplemente se había emborrachado y de ahí no pasaba el problema.
Bueno pues estos recuerdos os traslado hoy y quiero compartirlos con todos y todas ustedes, espero le haya llevado algún momento nostálgico.
M. Nieto de M. Rasca.
8/03/2013

¡Jo tio, parece que lo grabaste en video! y dado que tienes tan buena memoria histórica, mandanos otra de las colas del cine, ¿de como se sacaban las entradas, qué peliculas recuerdas, quién iba a las filas 9, 10 y 11 y los que iban al gallnero y quienes se quedaban debajo (donde había o no manitas), como se salia a la sala de fumadores en el descanso, que se compraba? enfín cualquier tarde de domingo sin tele por aquellos entonces pero con varias sesiones de cine, sin olvidar el de Mejías. ¡Anímate que lo haces muy bien!.

Cosas de mi pueblo.
Los cines.
Si Francisco si recuerdo perfectamente aquellas tardes noches de invierno crudos y primaveras maravillosas de Cine Parroquial hoy Residencia de Ancianos, aquellas carteleras colgadas debajo del arco o debajo de los balcones de la escuela de Don Mariano, esto dependía de la lluvia y del viento pues eran de cartón de piedra, decían y había que protegerlas.
Hombres míticos de nuestro Pueblo colaboradores con la Parroquia o el cine como el querido Manolo Picarin, creo que se dice regidor o para que nos entendamos el que echaba la película en aquel armatoste de grandes ruedas girando en paralelo una encima de otra, que los que íbamos a gallinero escuchábamos el ruido de su funcionamiento en aquel silencio sepulcral que se producía, aunque a veces interrumpido por algún gamberrete que los había, faltaría más.
Y como no al Padre de Mi querido amigo Fernando Muela al que ayer salude en mis paseos diarios, El cortaba las entradas y ayudaba a Manolo en aquel tinglado, también a Tu cuñao Alfredo otro de los míticos hombres siempre echando una mano en estos eventos festivos del cine, de las bodas, o de los bares, hombre trabajador donde los haya, y la colas a la tarde para coger buena entrada, a quien no le mandaron sus Titas o Titos a guardar cola para coger una buena, y además uno ya se había ganao la propinilla para los cañamones de Calabuch. Las primeras filas no eran del agrado del Público y menos de los novios se veía “demasiado” se prefería las de la parte de atrás y si era la última bueno claro que aquello podría dar que hablar luego en los tajos de la aceituna. Seguro que la frese carga de envidia de la chismosa o el chismoso de turno diciendo en el corrillo “Nene has visto a fulano como estaba con la novia ayer, se hacían carbón en la butaca, esto evidentemente era muy exagerado claro, pero la envidia era y es muy malita.
Quiero recordar que en el tiempo que fui monaguillo Don Manuel nos solía regalar alguna entrada lo digo con la memoria un poco lejana quizá nuestro almirante o algún otro de mi época los puedan corroboras.
La sala de fumadores cuando hacían los descansos era un lugar mágico para echar los primeros cigarros oficialmente sin esconderse, los corros y las tertulia haciendo el primer comentario sobre la película y el entorno donde estabas sentado, si la muchacha que te gustaba estaba en la fila de atrás o de adelante o podías echarle el ojillo casi notando su aliento, claro que también te podría tocar quien estuviera haciendo de carabina con su hija y algún codazo te ganabas como la desconcentrarías.
El patio de butacas la primera vez que uno se sentaba, era el lugar mas cómodo al menos lo digo en Mi nombre que uno jamás había puesto el culo, pues si no recuerdo mal en el cine de verano de Mi Tío Agustin el de Braulia en el parador eran sillas de enea o plegables de madera y en el de Mejías había unos pollos de ladrillo para sentarse, o el suelo a este cine si fui alguna vez, era muy chico quizá no tenía más de ocho o nueve años seguro no estoy. Y si alguna vez de higos a brevas venia algún circo al molino el pan como mucho si tenía grada era un pedazo de tabla si no al suelo haber la cabra subiéndose a la silla al compas del pasodoble tocado a pleno pulmón con la trompeta de artista que hacía de todo.

• Quiero recordar algo que me golpea en la cabeza, el airazo de la cuesta de garrido en aquellos inviernos ¡! Madre mía ¡como uno pesaba poco, pues ver un muchacho gordo era más difícil que encontrar una aguja en el paja de Pericón, echarse una borsillá de piedras era algo que te podría salvar la vida cuando te enfilaba el aire en la cuesta o en el parador
El famoso Nodo cuando apagaban la luces con aquella música que recuerdo perfectamente, donde nos quedábamos con la boca abierta viendo a Franco y aquel Ministro Solís inaugurar carreteras, pantanos, teatros, tranvías de Madrid o de Barcelona donde se escuchaba decir! Mira ¡¡Mira ¡ahí se ha ido a trabajar mi Papa, allí se gana muchos dineros menudos giros le manda a mi Mama, por correo, pocos años más tarde muchos de los tertulianos y muchas estaríamos en esas ciudades o en otras como Pamplona aquellos coches circulando nos sorprendían pues en el Pueblo como mucho veíamos a el de Don Bartolomé Don Manuel o los Trinis y poco más.
En fin era otra época muy distinta, su música al inicio de muchas de la películas de la Metro Goldis Mayer lo he escrito como lo pronunciábamos, jaja, la recuerdo perfectamente y aquel León de la Metro que parecía quería salirse de la pantalla con sus rugidos que daban un poquillo de cosa, joer a ver si va a salir y de aquí no salimos vivos.
Grandes películas como Los Diez Mandamientos, Quovadis, El correo del Zar, las del Oeste con el séptimo de caballeria y todos los indios posibles que salían por todos lo sitios, que gozada que manera de caer patas arriba, salías de allí y te pegabas toda la noche pegando tiros, luego como mucho tirabas piedras con la onda o con el tirachinas que los había bien espabilaos en estos menesteres, que injusticia casi siempre los buenos eran los Americanos manda guevos diría algún político, eran todos apuestos rubios altos y guapos y los indios solo eran guapas las mujeres que por cierto siempre había algún teniente que se enamoraba de Ellas, eso si la India de las dos coletas siempre fiel volvían con su Apache o Navajo a la tienda de campaña.
Como recuerdo a Joselito en aquella película rodada en despeñaperros, cuando pase la primera vez por el túnel con mi amigo Miguel el perdigón camino de Pamplona mirábamos y no lo podíamos crecer ¡Joer Miguel ¡mira ahí estuvo Joselito, también vimos dónde vas Alfonso XII o dónde vas triste de Ti vaya panza de llorar, que pucheros las muchachas, aquello era pa no volver, menudo disgusto te llevabas y que me decid de las de Lola Flores y aquel abuelete el Piyayo con el borrico y las gallinas parriba y pabajo, en fin un sinfín de películas alguna de ellas todavía puede uno verlas en la TV.
Claro hay que decir que para poder ir al cine había que sacarse unas pesetillas llevando paquetes de los coches de Albanchez a una tienda o estanco del pueblo.
Agustina la de Ramírez era muy generosa había veces que daba una moneda de diez reales, joer era una fortuna aquello, Andresico el del artista, el Padre de Paco Lopez, los Damianes el Chico practicante, Antonia la seca etc, permitían estas pequeñas alegrías, mas tarde cuando ya ganábamos algo dando algún peoncillo en la rebusca o en la obra en mi caso con Lete después aquello cambiaba, ya bajábamos al cine los domingos arreglaillos con el trajecillo que nos había hecho Manolo en mi caso o cualquier otro sastre parecía como si quisiéramos que el tiempo pasará rápido para ya se nos dijera que éramos unos mocicos.
Tardes noches en aquel cine Parroquial pudimos ver a Pepe Marchena, a los Valderramas, a la niña de la Puebla y sus hijos Pepe y Adelfa Soto, creo que también vino Pepe Pinto y como no aquella obra de teatro o lo que fuere donde hizo famosa en nuestro Pueblo a una golondrina Venezolana la que todavía continua entrenando sus alas para volver y recordar estos y otros momentos de su querido Jimena.
Lo dejamos aquí, porque estoy seguro que Francisco añadirá detalles que a mí se me escapan hoy, quizá otro día podamos continuar…………
M. Nieto de M. Rasca.
9/03/2013
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Mariano: Gracias por traernos todos esos maravillosos recuerdos de nuestro cine.
Un abrazo.