Siempre que voy me miras,
en silencio y aguantando,
que el Sol y las Tormentas,
te vayan martirizando.
Cruz de hierro engalanada,
en la cima del lanchar,
a los pies del Aznaitin,
vigila a su Pueblo en Paz.
Las huertas y los olivos,
siempre están arrodillados,
tu majestuosidad cautiva,
los tienes enamorados.
Los olores de tus plantas,
cuando el aire ha fustigado,
desprende unas aromas,
que invaden todo tu campo.
Se divisa Tu Atalaya
cuando uno va llegando,
en el cuerpo cosquillea
muchos recuerdos dejados.
Adios, te digo saludando,
nunca sola te has quedado,
unos te ven un día y otro,
otros, te seguimos recordando.
Cruz de la atalaya,
con hierro bien trabajado,
trenzado por hombres rudos,
y de corazón serrano.
M. Nieto de M. Rasca.
Abril del 2013
en silencio y aguantando,
que el Sol y las Tormentas,
te vayan martirizando.
Cruz de hierro engalanada,
en la cima del lanchar,
a los pies del Aznaitin,
vigila a su Pueblo en Paz.
Las huertas y los olivos,
siempre están arrodillados,
tu majestuosidad cautiva,
los tienes enamorados.
Los olores de tus plantas,
cuando el aire ha fustigado,
desprende unas aromas,
que invaden todo tu campo.
Se divisa Tu Atalaya
cuando uno va llegando,
en el cuerpo cosquillea
muchos recuerdos dejados.
Adios, te digo saludando,
nunca sola te has quedado,
unos te ven un día y otro,
otros, te seguimos recordando.
Cruz de la atalaya,
con hierro bien trabajado,
trenzado por hombres rudos,
y de corazón serrano.
M. Nieto de M. Rasca.
Abril del 2013