¡Vaya, vaya, vaya, "emboscado" JMN.
Curiosamente el profesor de Hª Contemporánea, en la Facultad de Granada, D. Francisco Cobo Romero (natural de Mancha Real) también cifra en 26 los jimenatos ajusticiados en las cárceles Franquistas. Fueron muchos más (puede que algunas decenas) los que murieron por hambre e inanición y por falta de asistencia médica después de las torturas recibidas (estos no están contabilizados como asesinatos nacionalistas). A estas muertes, los médicos de las respectivas prisiones, las "certificaban" como muertes naturales o de paros cardíacos. Podríamos entrar en una guerra de cifras.
Sin embargo, partiendo de la base de que ninguna muerte violenta es justificable, hay una diferencia fundamental: los de los primeros meses de la República fueron ejecutados en el calor y con la "irracionalidad" que acarrea todo estadillo revolucionario. Muchos de ellos fueron fusilados como represalia por las barbaridades y provocaciones radiadas de Queipo de Llano en Sevilla o las de los moros del General Yague camino de Madrid (lo de la plaza de toros de Badajoz fue una autentica corrida en la que 2000 o más republicanos fueron asesinados y hasta algunos muertos a estoque).
Las muertes (asesinatos a sangre fría) franquistas, cuando se suponía que, una vez ganada la guerra predominaría la piedad y el perdón de los que se consideraban "cristianos", fueron realizadas a conciencia, con premeditación y alevosía (una muerte en una pelea es un eximente para cualquier juez). Ya no había ningún miedo ante la posible venganza de sus correligionarios. Estos ya no podían hacer nada: todos estaban en la cárcel o en el exilio. De todos es conocido como el Caudillo firmaba las sentencias de muertes a la hora de la merendilla con un buen chocolate con picatostes. Para escarnio de los jiennenses, le pasaba a la firma las condenas a de muerte su ayudante Martínez Fuset natural de Úbeda y que cuentan que "disfrutaba" tanto como el Salvador de la Nueva España.
Yo también podría escribir la relación de los nombres de esos 26 izquierdistas, pero no lo voy a hacer. Lo que si quiero recordar es que los nombres que tu citas permanecieron durante décadas en la pared de la Iglesia. Estos si fueron considerados Caídos por Dios y la Patria. Los otros, parece ser que no eran españoles y permanecieron en el silencio y el olvido. A los primeros, hasta los niños de la escuela (forzados por los maestros) les rendíamos honores cada 20 de noviembre. A los otros, a los "rojos", nadie de su familia pudo visitar sus tumbas para llevarles unas sencillas flores.
Cómo no sé a cuento de que viene tu mensaje, sólo me limito a hacerte esta corta y última réplica. Dejemos a los muertos en paz y no los mezclemos en las nimiedades que suponen las diferencias de opinión sobre el nombramiento de un Presidente de la Patronal provincial.
Salvo que consideres que tenemos que seguir con el, tan en boga hoy en día: ¡Y tú más!. Yo doy por zanjado el asunto, si quieres polémica sigue, pero en discusiones sobre este tema no te ampares en el anonimato y da la cara como hacen los hombres o las mujeres valientes.
Saludos,
Curiosamente el profesor de Hª Contemporánea, en la Facultad de Granada, D. Francisco Cobo Romero (natural de Mancha Real) también cifra en 26 los jimenatos ajusticiados en las cárceles Franquistas. Fueron muchos más (puede que algunas decenas) los que murieron por hambre e inanición y por falta de asistencia médica después de las torturas recibidas (estos no están contabilizados como asesinatos nacionalistas). A estas muertes, los médicos de las respectivas prisiones, las "certificaban" como muertes naturales o de paros cardíacos. Podríamos entrar en una guerra de cifras.
Sin embargo, partiendo de la base de que ninguna muerte violenta es justificable, hay una diferencia fundamental: los de los primeros meses de la República fueron ejecutados en el calor y con la "irracionalidad" que acarrea todo estadillo revolucionario. Muchos de ellos fueron fusilados como represalia por las barbaridades y provocaciones radiadas de Queipo de Llano en Sevilla o las de los moros del General Yague camino de Madrid (lo de la plaza de toros de Badajoz fue una autentica corrida en la que 2000 o más republicanos fueron asesinados y hasta algunos muertos a estoque).
Las muertes (asesinatos a sangre fría) franquistas, cuando se suponía que, una vez ganada la guerra predominaría la piedad y el perdón de los que se consideraban "cristianos", fueron realizadas a conciencia, con premeditación y alevosía (una muerte en una pelea es un eximente para cualquier juez). Ya no había ningún miedo ante la posible venganza de sus correligionarios. Estos ya no podían hacer nada: todos estaban en la cárcel o en el exilio. De todos es conocido como el Caudillo firmaba las sentencias de muertes a la hora de la merendilla con un buen chocolate con picatostes. Para escarnio de los jiennenses, le pasaba a la firma las condenas a de muerte su ayudante Martínez Fuset natural de Úbeda y que cuentan que "disfrutaba" tanto como el Salvador de la Nueva España.
Yo también podría escribir la relación de los nombres de esos 26 izquierdistas, pero no lo voy a hacer. Lo que si quiero recordar es que los nombres que tu citas permanecieron durante décadas en la pared de la Iglesia. Estos si fueron considerados Caídos por Dios y la Patria. Los otros, parece ser que no eran españoles y permanecieron en el silencio y el olvido. A los primeros, hasta los niños de la escuela (forzados por los maestros) les rendíamos honores cada 20 de noviembre. A los otros, a los "rojos", nadie de su familia pudo visitar sus tumbas para llevarles unas sencillas flores.
Cómo no sé a cuento de que viene tu mensaje, sólo me limito a hacerte esta corta y última réplica. Dejemos a los muertos en paz y no los mezclemos en las nimiedades que suponen las diferencias de opinión sobre el nombramiento de un Presidente de la Patronal provincial.
Salvo que consideres que tenemos que seguir con el, tan en boga hoy en día: ¡Y tú más!. Yo doy por zanjado el asunto, si quieres polémica sigue, pero en discusiones sobre este tema no te ampares en el anonimato y da la cara como hacen los hombres o las mujeres valientes.
Saludos,
algunos de los cadàveres de los citados por JMN, yacían en el campo, en el que pastaban una piara de cerdos, los cuerpos de los caìdos, eran su alimento, se concretamente de uno que para ser identificado, tuvo que ir su padre, el cual lo reconociò, por una pieza de oro que tenìa en la dentadura. Asì que de gloriosos nada de nada. Esta historia tiene dos caras a cual màs cruel y fea, dejèmonos de odios...
Dejemos que los muertos descansen en paz.
Seamos honestos y reconozcamos que los dos bandos cometieron barbaridades por igual.
Dejemos que los muertos descansen en paz.
Seamos honestos y reconozcamos que los dos bandos cometieron barbaridades por igual.
