Quién las realizaba y porqué.
El arte prehistórico tiene una clara utilidad práctica que difiere con la concepcion actual de arte, de hecho llama la atención encontrar pinturas de animales en lugares tan poco accesibles como una cueva, ya que si quien las hizo estaba interesado en que fueran contempladas no eligió el lugar idóneo. Esto es así porque el arte rupestre está relacionado con una serie de actos rituales místicos. En cierto modo, el cazador que plasmaba un bisonte sobre una roca, sentía que el animal al que representaba sucumbiría a él, o que éstos abundarían y le proprorcionarían alimento sin problemas.
Dichas pinturas podemos encontrarlas en todos los continentes de la Tierra, pues parece ser que todos los grupos humanos realizaron este tipo de trabajo durante la fase de cazadores recolectores, y, además, se parecen entre sí, aun estando en zonas dispares.
Para conocer un poco más a estos hombres prehistóricos, centrándonos en la fase de cazadores recolectores antes mencionada, puesto que nada sabemos del individuo concreto que las realizó, pasaremos a describir las costumbres de los hombres de este periodo. Sobra decir que su sistema económico estaba basado en la explotación del medio sin acabar con los recursos. Puesto que eran recolectores y cazadores, sus alimentos más comunes eran los vegetales y la carne (no sólo de caza sino también de carroña) y las proporciones de su dieta (en carne y vegetales) variaban según las necesidades ambientales. Pasaron de unos toscos métodos de caza combinados con una recolección de alimentos y carroñeo (carácter oportunista) a mejorar los métodos de caza y añadir la pesca y el marisqueo. Lejos de la creencia general de que las condiciones de vida de estos pueblos era peor que el de los que adoptaron la agricultura y la ganadería, la esperanza de vida y sus condiciones de salud eran superiores puesto que no les afectaban las periódicas epidemias que se daban más fuertemente en las concentraciones humanas en aldeas, aunque sí soportaban enfermedades por parasitismo. No sólo se adaptaban al medio sino que eran sofisticados manipuladores y administradores del medio que conocían, y por el paso de las generaciones que mantuvieron estas costumbres, lograron transformaciones en su beneficio, y gracias a la movilidad conseguían recursos diversos de calidad. Se organizaban en pequeños grupos familiares pero se relacionaban con otros grupos para evitar caer en la endogamia. La familia tenía un gran papel puesto que era necesaria para educar a los pequeños para su futuro papel social como adultos. Entre los miembros del grupo había obligaciones recíprocas y los ancianos y niños nunca eran desatendidos. Para finalizar solo añadir que el estudio de las costumbres de estos hombres se ha basado, además de es estudios arqueológicos, en el estudio de los pueblos que en la actualidad siguen manteniendo un modo de vida basado en la caza y recolección
El arte prehistórico tiene una clara utilidad práctica que difiere con la concepcion actual de arte, de hecho llama la atención encontrar pinturas de animales en lugares tan poco accesibles como una cueva, ya que si quien las hizo estaba interesado en que fueran contempladas no eligió el lugar idóneo. Esto es así porque el arte rupestre está relacionado con una serie de actos rituales místicos. En cierto modo, el cazador que plasmaba un bisonte sobre una roca, sentía que el animal al que representaba sucumbiría a él, o que éstos abundarían y le proprorcionarían alimento sin problemas.
Dichas pinturas podemos encontrarlas en todos los continentes de la Tierra, pues parece ser que todos los grupos humanos realizaron este tipo de trabajo durante la fase de cazadores recolectores, y, además, se parecen entre sí, aun estando en zonas dispares.
Para conocer un poco más a estos hombres prehistóricos, centrándonos en la fase de cazadores recolectores antes mencionada, puesto que nada sabemos del individuo concreto que las realizó, pasaremos a describir las costumbres de los hombres de este periodo. Sobra decir que su sistema económico estaba basado en la explotación del medio sin acabar con los recursos. Puesto que eran recolectores y cazadores, sus alimentos más comunes eran los vegetales y la carne (no sólo de caza sino también de carroña) y las proporciones de su dieta (en carne y vegetales) variaban según las necesidades ambientales. Pasaron de unos toscos métodos de caza combinados con una recolección de alimentos y carroñeo (carácter oportunista) a mejorar los métodos de caza y añadir la pesca y el marisqueo. Lejos de la creencia general de que las condiciones de vida de estos pueblos era peor que el de los que adoptaron la agricultura y la ganadería, la esperanza de vida y sus condiciones de salud eran superiores puesto que no les afectaban las periódicas epidemias que se daban más fuertemente en las concentraciones humanas en aldeas, aunque sí soportaban enfermedades por parasitismo. No sólo se adaptaban al medio sino que eran sofisticados manipuladores y administradores del medio que conocían, y por el paso de las generaciones que mantuvieron estas costumbres, lograron transformaciones en su beneficio, y gracias a la movilidad conseguían recursos diversos de calidad. Se organizaban en pequeños grupos familiares pero se relacionaban con otros grupos para evitar caer en la endogamia. La familia tenía un gran papel puesto que era necesaria para educar a los pequeños para su futuro papel social como adultos. Entre los miembros del grupo había obligaciones recíprocas y los ancianos y niños nunca eran desatendidos. Para finalizar solo añadir que el estudio de las costumbres de estos hombres se ha basado, además de es estudios arqueológicos, en el estudio de los pueblos que en la actualidad siguen manteniendo un modo de vida basado en la caza y recolección