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JIMENA: menos mal, pensé que dejaba de participar en el foro....

¡Querido Sebas o “Sebitas” para los amigos:

Me alegro de tu aparición por el Foro. Somos muchos los que echamos de menos tus antiguas colaboraciones. Supongo que sólo tú conocerás las razones de tu escasa o nula presencia.

En primer lugar gracias por tus cariñosas palabras y como verás estas no son horas de contestaciones. Pero en Jimena, tu sabes las “cosas” que pasan. Este medio día me dirigía al “Mirador” para comer y así poder escaparme del horario “estricto” y de la vigilancia a la que llevo sometido, ya van tres meses, por parte de mi querida hermana. En mitad del camino he recalado en casa de Luisa y “El ex-palomero”. Estaban preparando unas deliciosas migas de harina con chorizo y pimimientos que me han invitado a compartir. La comida y la “tertulia” con sus hijos David y Luis ha sido muy grata. No doy más señas del menú por no ponerle los dientes largos a más de uno. Después de la larga sobremesa he ido a la Casa del Pueblo para avisarle a Melchor de que preparara algo para ver la “remontada” del Madrid. Ni me han dejado salir hasta ahora, ni el Madrid ha sido capaz de remontar la eliminatoria (como buen madridista también habrás sufrido). Sin embargo, he compartido la incertidumbre del resultado y los comentarios del post-partido, con unos fresquitos “ginfizz” y con unos amigos de toda la vida que en estos días han gastado parte de su tiempo libre en hacerme compañía cuando no podía salir con facilidad a la calle. Omito sus nombres para no dar pie al “cotilleo”.

En segundo lugar, como ya he contado aquí, repetiré que, mi pródiga participación durante estos días en el Foro y los “berenjenales” en que (voluntariamente) me estoy metiendo son debido al fruto del “aburrimiento” al que (hasta mañana) he tenido que soportar por causa de mi, nunca deseada, inactividad laboral.

Por último, voy a tratar de “razonar” mi postura ante los hechos que enumeras en tu mensaje.

Para empezar, te diré que el ser humano tiene una “cualidad” que le sirve para contrarrestar “el recuerdo de la confrontación que sufrieron nuestros mayores (ya quedan pocos) y el reavivamiento del escondido dolor”. Esta “cualidad” se llama RESILENCIA y es definida como “la capacidad del sujeto para sobreponerse a períodos de dolor emocional y a sus traumas” (su raíz nace del verbo latino “resilire”: rebotar). Lo importante, según el escritor Manuel Alcántara, no es cómo se escribe la Historia sino como se borra. Sin embargo, yo me abono a la tesis de que “la Historia es la ciencia que estudia el pasado para ejemplo del presente”.

De mi conformidad con este último aserto sobre la Historia nace mi discrepancia total con los que llaman “Ley de memoria Histérica” a la “Ley sobre la Memoria Histórica” como tú nos recuerdas. Me explico:

La implantación de la II República en 1931 se debió, fundamentalmente, al estado de desesperación de la clase trabajadora derivado de la “explotación” sin límites a la que le sometía el Sistema Capitalista. En España, en los años treinta del siglo pasado (nuestra querida Andalucía era el mejor ejemplo de ello), en la Utopía Republicana, encontraron un esperanzador asidero que les ofrecía las ilusiones necesarias para poner fin a esa penosa situación. Todos sabemos gracias a quién acabo (la República) y cómo acabó: recrudeciéndose el estado de la situación anterior y con un aprovechamiento (de los mismos de antes) más intenso de la gente más pobre e indefensa. La cruda realidad pronto hizo ver que los “vencedores”, en realidad, fueron unos simples “testaferros” del Rancio Capital.

Justamente después de la II Guerra Mundial, ante el “freno y el miedo” que suponía la existencia del Telón de Acero (también lleno de Utopías incumplibles y con crueldades semejantes), ese Sistema Dominante tuvo que conceder, al “proletariado llano”, gran parte de sus exigencias. Gracias a estas concesiones conquistadas nació el llamado “Estado de Bienestar” y del que tú, yo y más de cuatro generaciones hemos disfrutado hasta hace bien poco tiempo.

¿Por qué relaciono lo anterior con lo de la Memoria Histórica?: sencillamente porque el Nuevo Sistema Capitalista ante la ausencia y la falta de unión entre los defensores de los trabajadores (léase Sindicatos ineficaces) vuelve a sentirse a sus anchas.

No hace falta ser muy listo o inteligente para darse cuenta de cómo, hoy en día, arrecia el proyecto del llamado “Ultraliberalísmo” (otro sosias del Capitalismo Inhumano). Según ellos (cito a Santos Juliá): “el Estado sólo debe intervenir para favorecer el libre funcionamiento de la competencia y para engrasar los engranajes de un reloj natural como el Mercado, aunque el resultado sea que se queden al margen los perdedores, auténticos desechos del Sistema, condenados a la pobreza y al desprecio, que son considerados los culpables de su propia desgracia, de modo que carecería de sentido recurrir al Estado para su ayuda”.

Seguimos diciendo que vivimos en una democracia, pero me surgen varias preguntas: ¿Qué le hemos hecho a la Democracia? ¿En qué la hemos convertido? ¿Qué sucede cuando se la vacía de significado? ¿Qué ocurre cuando todas sus instituciones se han vuelto algo peligroso? ¿Qué pasará ahora que ellas y los “Mercados” se han fundido en un solo organismo depredador, dotado de una imaginación limitada, estrecha, que prácticamente solo gira en torno a la idea de incrementar al máximo los beneficios? ¿Cómo se puede echar abajo este proyecto? ¿Puede algo que ha mutado volver a transformarse en lo que era?. Los partidos políticos que conforman nuestro Sistema de Gobierno (en realidad un bipartidismo perfecto con las “excrecencias” de los nacionalistas) se han convertido en unas organizaciones que no fomentan el ejercicio real de la libertad y van en contra de la misma lógica de la democracia ya que esas organizaciones se han transformado en oligarquías elitistas y dominantes. Así pensamos muchos, y, entre ellos el escritor Benjamin Prado que me ha prestado alguna de estas ideas.

Para mí, la situación actual de España no depende del partido que nos gobierne ni de sus políticas económicas actuales, durante el último año del Gobierno anterior se iniciaron las medidas (“inevitables” según ellos) que ahora, con más intensidad e inevitabilidad, aplican los mandatarios actuales. Resumiendo en pocas líneas este es el ideario que nos están imponiendo:

. Hace falta recortar el gasto público, incluido el gasto público social, para reducir el déficit y así recuperar la confianza en los mercados.

. Hace falta bajar los salarios para aumentar la competitividad que nos ayudará a salir de la crisis.

. Las políticas de austeridad son necesarias para salvar al euro.

. El excesivo gasto público de los países periféricos de la Eurozona (Grecia, Portugal, Italia y España) son los responsables de la crisis.

. Las políticas de austeridad implementadas por esos Estados son las únicas posibles.

. La elevada deuda pública de esos mismos Estados y sus dificultades para vender sus bonos públicos se deben al excesivo gasto de estos Estados.

. Los problemas de la Eurozona se deben a la falta de liderazgo político.

. Las políticas actuales de rebajas de salarios, recortes de gasto público y debilitamiento de la protección social, nos sacarán de la crisis.

. La mejor manera de reavivar el crédito es ayudando a la banca. etc, etc.

Podría seguir con un montón más de razonamientos esgrimidos por los “sicarios” del Sistema Capitalista Dominante.

¿Qué podemos hacer? ¿Recurrir a la poesía como forma de resistencia?, como nos sugiere el poeta argentino Juan Gelman, ganador del premio Cervantes.

Tal vez me preguntaras ¿a que viene todo este “rollo” con lo de la Memoria Histórica o Histérica?, pues a una sencilla razón según mi modesto entender:

La Sociedad española sigue sin capacidad de reacción ante los daños derivados por estos ataques (más arriba expuestos) del Liberalismo Capitalista Dominante, no vendría mal hacer uso de la Memoria para recordar cómo, ante el abuso de esta situación, hace años reaccionaron otros españoles. ¡Ojo!, que yo no estoy pidiendo otra Guerra Incivil, pero si que no nos olvidemos que, hoy en día, por parte de los Señores del Dinero nos están provocando a que dejemos de estar con los brazos cruzados. Los que tenéis hijos y nietos ¿estáis pensando en el futuro que les aguarda si no reaccionamos?.

Un abrazo y sin más ganas de “dialogar” sobre el tema porque creo que este no es el sitio adecuado para hacerlo ¿o tal vez si?. Evidentemente, a partir de mañana no voy a tener tiempo para hacerlo.

Saludos y hasta otra,

Leído como siempre tu razonado escrito, permíteme preguntarte ¿Porque le has puesto el Ex al Palomero.
P. D. Es evidente que la hospitalidad de nuestros foreros Luisa y Francisco estuvo a la altura de su viandas.
Saludos desde las Pamplonas, donde la temperatura va alcanzando cotas de primavera.
Mariano

Sencillamente porque ya no firma así. Ahora es Francisco Muñoz. Estoy en la labor de convencerlo de que los "palos" que le han dado ¿merecidos? por el tema de las Pinturas no le impidan que sigamos contando con su inestimable concurso en el Foro. A mi ya me explicó personalmente (y lo entendí) lo qué quería decir. Le volví a insistir en que lo explicara de nuevo. Si no lo hace es porque sigue siendo "terco" como la mula de su Papa.

Saludos y la próxima desde los Madríles.

menos mal, pensé que dejaba de participar en el foro.
De todas formas Luis, el Ex Palomero, casi siempre recibe palos, sea por una cosa o por otra, muchos se enseñan con el y no me parece justo.
En cuanto a explicar lo de las pinturas, opino como tú, debería hacerlo, todos le entenderían.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
En su día, como al mismo Luis le aclaré en la sobremesa que cita, cogí el nombre de Palomero cuando me robaron los palomos, porque pensé que, se llevarían los animales, pero el nombre nadie me lo podría quitar, salvo yo mismo, algo que ocurrió el día 11 de junio del 2.011, cuando entró en mi casa una nueva pareja de palomas, que me regalo Benito "Corcho", para que las terminara de criar a mano, pues eran unos pichones de quince días, desde entonces volví a usar mi nombre y los dos apellidos, aunque ... (ver texto completo)