JIMENA: (Hace unos días, la semana pasada, en una conferencia...

(FINAL)

Aunque el don de la “ubicuidad” es difícil de practicar, yo tuve que desdoblarme en otras dos celebraciones más. Curiosidades de la vida, una de ellas se asemejaba a una feliz convención del partido gobernante y la otra, lo mismo, pero del partido de la oposición. Ya sé que más de uno dudará de mi “neutralidad”, pero os puedo decir que en las dos fui recibido con muestras de auténtico cariño y comprensión por mi natural preferencia de “centrarme” en la celebración de mi querido sobrino-nieto Juanjo.

Haciendo un aparte, contaré que en uno de los otros dos acontecimientos saludé a una antigua (pero eternamente joven) amiga. Hablando de las comuniones, coincidimos en que a los niños de esas edades no se les debería “forzar” a ese acto religioso (creo que el sacramento de la confirmación ya lo eligen los jóvenes cuando están convencidos de que quieren recibirlo y saben lo que significa). Bajo nuestro punto de vista, los dos pensábamos que los niños de esas edades (sobre 9 años) no están capacitados mentalmente para saber lo que sus padres les están obligando a hacer.

Yo terminé viendo amanecer en “Villa Mantecas” (también su hija Leticia hizo la comunión) y en el camino de vuelta a mi casa, disfrutando de la tranquilidad de las calles de Jimena a esas horas, me acordé de un pensamiento de Anacrites de Samos (arquitecto de la biblioteca de Alejandría):

“A los cuatro elementos que son la base del mundo, tierra, aire, agua y fuego habría que añadir un quinto: el silencio (como el que reinaba a esas horas en la madrugada jimenata).

El día de hoy ha sido de tonalidad eminentemente deportiva: Alonso en la Fórmula 1, Nadal en el Torneo de Madrid, el partido At. Madrid-Barça y la final de la Copa de Europa de Baloncesto. Hoy el día en Jimena (después de los “abusos” de ayer) ha sido muy tranquilo. Algún grupo de mujeres ha aprovechado para hacer una visita a Córdoba y pasear entre sus floridos patios. Dos amigos (que se han quedado de Rodríguez) han decido comer en el Bar Los Mazos después de “tapear” Casa El Morgan. Los he acompañado (a Pedro el hijo del casero de Capitán y Antonio el marido de Angelita “Piernas) en la degustación de un exquisito conejo campestre y una buena ensalada. Mari, la madre de Marco, se ha lucido y nos hemos chupado los dedos.

También este domingo, he recibido un inesperado regalo. A mi amigo “El Almirante del Molino del Pan” le va a hacer mucha ilusión. Mi hermana encontró en su cámara la conocida manta a cuadros rojos del asiento trasero del Mehari (está como nueva una vez lavada y planchada). Ahora mismo, estoy sentado encima de ella (no te preocupes Gil, no le voy a hacer la prueba del ADN).

Para finalizar, voy a contaros la razón de elegir estas dos fotos (como yo no tengo máquina ni móvil para hacerlas las ha hecho el citado Antonio) que ilustran mi relato. Lo hago pensando en los que están fuera y les gusta saber las cosas que pasan en el pueblo.

El motivo que ondee en la torre del Castillo ese pendón, es debido a que el organismo oficial (no se cual) que ha financiado su restauración impone su colocación. Es como la costumbre de poner la bandera española en las casas de nueva construcción cuando se han cubierto aguas. Yo no he podido visitar todavía el retocado interior del mismo. Cuando estaba casi terminado y fuí a echar una ojeada, uno de los aparejadores de fuera me impidió hacerlo por no llevar casco de seguridad. Creo que ha quedado muy bien el patio y la sala circular de la torre así como los accesos a la misma.

La otra foto que he elegido es para que podáis ver cómo es la nueva pavimentación que se ha realizado (en la calle Audiencia) entre el Arco del Postigo y la esquina de la casa de los Hermoso y el parquecillo de la parte trasera del Castillo. Como las dos fotos son mejorables, animo a cualquiera de los buenos fotógrafos que hay en el Foro a que hagan su propio intento. Ya toca leer un rato y como otras veces, me gusta abrir caminos a posibles lectores, llevo mediada la novela “La página rasgada” de Nieves Hidalgo.

Saludos y hasta otra,

PD. Gracias Mariano me pones "colorao".

(Hace unos días, la semana pasada, en una conferencia nos hablaron del trabajo, siempre pensé, como tú, que es un castigo de Dios. Nos explicaron, que al contrario de lo que creemos, no es así.

Como no se expresarme bien para que se me entienda, te COPIO Y PEGO el siguiente texto.
(perdonad que copie y pegue)

¿Es el trabajo un castigo de Dios?

Contrario a lo que muchos creen, que el trabajo fue un castigo de Dios a causa del pecado del hombre, el trabajo no fue ni es un castigo de parte de Dios (1.)

Desde el libro de Génesis podemos encontrar esta verdad. Lo primero que vemos en este libro es al Dios trino trabajando, por medio del poder de Su Palabra, para traer a la existencia todo el universo creado que hoy conocemos. Toda esta obra de Dios que se encuentra relatada en los primeros dos capítulos de Génesis se resume en Éxodo 20:12a: “Porque en seis días hizo el SEÑOR los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el séptimo día“. Dice Génesis 2:15 que Dios puso al hombre en el huerto del Edén «para que lo cultivara y lo cuidara»; ¿qué es esto? trabajo. El alimento que el hombre comería seria el resultado del cultivo y cuidado del huerto (Gn. 2:16). En Génesis 2:20 leemos como Adán también trabajó al poner «nombre a todo ganado y a las aves del cielo y a toda bestia del campo».

En el libro de Proverbios, una y otra vez, se habla bien del que trabaja (Proverbios 14:4b; 14:23a; 22:29); mas, no se habla bien de aquel que no trabaja (Proverbios 6:6-8; 14:4a, 23b; 21:25).

Esta verdad no se encuentra sólo en el Antiguo Testamento, también la encontramos en el nuevo. Jesús mismo afirmó que tanto Él como Su Padre Celestial trabajan: “Hasta ahora mi Padre trabaja, y yo también trabajo” (Juan 5:17). Y el apóstol Pablo (inspirado por Dios) dijo: “Porque aun cuando estábamos con vosotros os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, que tampoco coma” (2 Tesalonicenses 3:10).

“El trabajo en sí mismo es una bendición, porque el trabajo del hombre refleja la actividad del Dios que trabaja” (Reformation Study Bible; Génesis 3:17). ¡Glorifica a Dios con tu trabajo!

(1) Como consecuencia del pecado de desobediencia del hombre, Dios maldijo la tierra (Gn. 3:17-19). Una vez maldita la tierra, con «penosos trabajos» el hombre comería de ella, la tierra produciría «cardos y espinas» y con el sudor de su frente el hombre ganaría su pan; es decir, el trabajo del hombre sería con mucha dificultad.

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En cuanto a tu opinión, sobre la comunión a esa edad tan temprana, no estoy de acuerdo contigo, no creo que los padres obliguen a sus hijos a hacerla, es algo voluntario. Opino que Si la Iglesia Católica considera que debe hacerse a esa edad, pues será porque los Niño están maduro, para recibir el saccramento, ella sabrá más que nosotros a que edad conviene.

No se puede olvidar, que en el inicio de la Iglesia, la Sagrada Eucaristía era suministrada a los recién nacidos bajo la especie del vino. Algunas gotas colocadas en la lengua del niño ya eran suficientes para que la primera comunión fuese realizada inmediatamente después del bautismo.

En fin! Que el que pertenece a la Iglesia debe aceptar sus normas...

Un saludo.

P. D. Muy bonitos tus escritos.