LOS DOMINGOS POR LA TARDE, PESE AL FÚLBOL, NO OS ABANDONO.
EL SALUDO ENTRE JIMENATOS: UN ASUNTO “DELICADO”. (Por Luismarín)
Al final todo llega. Después de las idas y venidas a Madrid, la rehabilitación, las revisiones con mi traumatólogo de Jaén y los eventos familiares he sacado tiempo para el prometido ensayo sobre el Saludo en Jimena. Hablaba de la singularidad (de este hecho tan normal) que reviste el saludo entre jimenatos. Todavía, en estos tres meses que he vivido en el pueblo, he podido comprobar cómo se mantiene la polémica si debe saludar el que llega o el que reside aquí. Más de un día me he topado de frente con hombres y mujeres que miraban hacia otro lado o bajaban la cabeza si no era yo el que los saludaba. Una vez roto el fuego, las muestras de interés y cariño por mi situación no las escatimaban, pero si yo no hubiera dado el primer paso la "indiferencia" de las otras personas se habría manifestado de manera irremediable en su comportamiento.
Sin embargo, antes de ilustrar con un ejemplo una situación que viví el año pasado y que corrobora mi teoría sobre los “problemas” a la hora de saludar, voy a intentar hacer un proyecto de ensayo sobre el saludo, sus formas y algunas recomendaciones a tener en cuenta a la hora de poner en práctica esta norma de cortesía. De esta manera, espero que aguantéis hasta el final y lleguéis a la trama del “relato” de este domingo.
Las personas para comenzar a relacionarse necesitan de diferentes formulas, sean verbales o físicas, para expresar sus intenciones. El saludo es una forma de iniciar este acercamiento y mostrará a su interlocutor su forma de ser. Qué hacer y cómo, le ayudará a mejorar la empatía con su entorno. El saludo es considerado un gesto universal de educación, respeto y cordialidad, no hacerlo de manera adecuada puede dar por concluido una relación social sin haberla iniciado. El saludo es tan importante como el comunicarse de forma correcta o vestir adecuadamente. Si bien es cierto el saludo es universal la forma lo es bastante peculiar y lleva nuestra marca personal.
El saludo tiene un gran valor simbólico porque dependiendo de cómo lo expresemos será entendido como un gesto de cercanía, de proximidad, de relaciones profesionales o afectivas o un mero gesto de buenas costumbres. Su ausencia, demuestra un posible enfado o irritación. De aquí surge la frase de “retirar el saludo” como claro reflejo de una actitud hostil o poco amigable.
El saludo es una forma cortes en que una persona hace notar a otra u otras, su presencia o a través de la cual comienza una conversación. La definición de la Real Academia de la Lengua dice así: “Dirigir a alguien, al encontrarlo o despedirse de él, palabras corteses, interesándose por su salud o deseándosela, diciendo ¿cómo estás?, adiós, hola, etc.”.
Las formas en las que se puede realizar el saludo son múltiples: una mirada, una leve inclinación de la cabeza, unas palabras, estrechar las manos, besarse, etc. También puede convertirse en un símbolo de identidad de un grupo y demostración de pertenencia al mismo, como puede ser el caso de los comunistas que se saludan con el puño cerrado. Siempre que nos saludan se debe corresponder a éste, como señal de cortesía. Rechazar el saludo es considerado como falta de educación o síntoma de un gran enfado. Cuando saludamos transmitimos mucha información y debemos observar con atención la forma en la que lo realizamos. El saludo a los menos allegados es como el trato a los huéspedes por obligación familiar. Lo que importa no es si hay o no hay cariño, sino saberlos recibir cuando se presentan, acompañarlos mientras están, y despedirlos con cortesía cuando se marchan
Se suelen usar como saludo expresiones verbales que desean felicidad como ¡Buenos días!. Que incluyen alusiones religiosas tal que ¡A la buena de Dios! o sencillamente con la interjección ¡Hola! u otras expresiones familiares. ¡Adiós! significa que la persona esté con Dios. Este tipo de saludo viene dado cuando nos cruzamos con personas que conocemos, como forma de buena educación. En poblaciones pequeñas las personas se saludan cuando se ven por la calle pero en las grandes ciudades esta situación no sucede. ¿Cuándo se utiliza?, por ejemplo: a la llegada a tu centro de trabajo, cuando nos cruzamos con un vecino en las escaleras, al entrar en un ascensor, cuando nos dirigimos a una persona y le vamos a preguntar alguna cosa o al entrar en un recinto donde hay varias personas. Los españoles decimos "buenos días" antes de comer y "buenas tardes" después de comer. Muchas de estas expresiones se usan también como despedida, en la que también se pueden utilizar expresiones como ¡Hasta luego!, ¡Nos vemos! o ¡Chao!. Nunca olvidare el saludo que (desde que aprendí a hablar) intercambiaba con mi madre antes de irme a la cama: ¡Mamá buenas noches hasta mañana!, ¡Si Dios quiere hijo mío, si Dios quiere!. Naturalmente no faltaban un par de besos.
Dependiendo de las culturas el saludo se realiza de diferentes maneras. Así los esquimales se frotan la nariz y los japoneses hacen una reverencia, ya que consideran antihigiénico estrecharse las manos. En la sociedad actual (en casi todo el mundo) el gesto más utilizado es el apretón de manos. En su origen, esta acción era una manifestación de paz, ya que al extender la mano se demostraba que no se portaban armas ni instrumentos agresivos. También, el hecho de mostrar la palma de la mano se identifica con una persona honesta y leal. El apretón de manos es una práctica muy común en nuestros tiempos pero es casi milenaria y era utilizada tanto en el Oriente como en el Occidente. Su origen se remonta a más de 5 mil años atrás, atestiguado por jeroglíficos Egipcios, representaban pactos y arreglos entre hombres y deidades que, solemnemente, apretaban sus manos en señal de acuerdo. Uno de los antecedentes históricos proviene de Babilonia hace casi unos 4 mil años. En cada festividad de Año Nuevo el monarca babilonio debía realizar un cortés acto de sumisión ante Marduk (Dios babilónico). Este acto consistía en dirigirse hacia la estatua de dicha deidad y, en señal de respeto, estrechar su mano.
En Grecia y Roma se estilaba saludar estrechándose las manos pero de manera diferente de como lo hacemos hoy en día. Allí se agarraba la muñeca de la otra persona apretando fuerte. Esto viene de un ritual muy antiguo: Cuando en las primeras etapas de Grecia, marcada por varios dialectos y subculturas, se encontraban dos aldeanos de pueblos diferentes en el medio del campo, o viajeros en los caminos desolados, lo primero que hacían era retirar sus dagas y ver cómo reaccionaba la contraparte. Si ésta mostraba signos de no querer pelear se procedía a guardar la daga y agarrar la muñeca derecha de la otra persona (en señal de que uno no retiraría su daga y lo apuñalaría a traición), entonces hablarían tranquilamente para saber si la otra persona tenía algo que intercambiar o comprar. En la edad media, los caballeros para saludarse daban la mano contraria al lugar donde llevaba la espada (que solía ir colgada a la izquierda), al ofrecer esa mano el contrincante se aseguraba de que éste no iba a sacar la espada para atacarle.
Se distinguen muchos tipos de apretones de mano:
El primero sería el NEUTRAL O SEGURO. Un apretón de manos normal, sin hacer demasiada fuerza ni demasiado poca, horizontalmente, sin que ninguno quede por encima del otro. Este es el bueno. Tiene que demostrar confianza pero no un exceso de fuerza física.
Luego tenemos el GUANTE. En el guante, uno de los dos coloca la otra mano sobre la de quien saluda, de forma que tiene las dos manos ocupadas en el saludo. Este me recuerda a la película “El Padrino” con Marlon Brando saludando así. Es una forma muy directa de demostrar que se pretende controlar la interacción. Normalmente, al que está en el otro lado no le gusta, así que es mejor evitarlo.
Hay también otro tipo de saludo con nombre de película americana: TERMINATOR. Es aquel en el que uno de los dos hace demasiada fuerza en el saludo. La inclinación hacia un lado, de forma que las manos queden paralelas al suelo, es también otra señal de dominio. En el lado opuesto está el llamado PEZ MUERTO, y es aquel en el que uno apenas aprieta la mano que le dan, sino que la deja floja. Este gesto indica inseguridad y normalmente crea cierta desconfianza entre las partes: a la hora de hacer negocios, nadie quiere sentir que está trabajando con una persona sin energía.
En la sociedad anglosajona, el fundador del movimiento juvenil “Boys Scouts” inventó un saludo particular que tomó ese nombre: saludo SCOUT. Representa las tres partes de la promesa que se hace al ingresar en la organización. A la vez que se saluda con la palma de la mano derecha hacia adelante, se pone el dedo pulgar sobre el meñique, los demás dedos han de quedar hacia arriba y se extiende la mano izquierda.
Otra forma incorrecta de estrechar la mano a nuestro interlocutor es aquella en la que no damos la mano sino cuatro dedos, de forma que no queda palma con palma. Lo llaman el SALUDO DE LA REINA, y normalmente el que da los cuatro dedos intenta quedar por encima de una forma un tanto torpe.
(SIGUE)
EL SALUDO ENTRE JIMENATOS: UN ASUNTO “DELICADO”. (Por Luismarín)
Al final todo llega. Después de las idas y venidas a Madrid, la rehabilitación, las revisiones con mi traumatólogo de Jaén y los eventos familiares he sacado tiempo para el prometido ensayo sobre el Saludo en Jimena. Hablaba de la singularidad (de este hecho tan normal) que reviste el saludo entre jimenatos. Todavía, en estos tres meses que he vivido en el pueblo, he podido comprobar cómo se mantiene la polémica si debe saludar el que llega o el que reside aquí. Más de un día me he topado de frente con hombres y mujeres que miraban hacia otro lado o bajaban la cabeza si no era yo el que los saludaba. Una vez roto el fuego, las muestras de interés y cariño por mi situación no las escatimaban, pero si yo no hubiera dado el primer paso la "indiferencia" de las otras personas se habría manifestado de manera irremediable en su comportamiento.
Sin embargo, antes de ilustrar con un ejemplo una situación que viví el año pasado y que corrobora mi teoría sobre los “problemas” a la hora de saludar, voy a intentar hacer un proyecto de ensayo sobre el saludo, sus formas y algunas recomendaciones a tener en cuenta a la hora de poner en práctica esta norma de cortesía. De esta manera, espero que aguantéis hasta el final y lleguéis a la trama del “relato” de este domingo.
Las personas para comenzar a relacionarse necesitan de diferentes formulas, sean verbales o físicas, para expresar sus intenciones. El saludo es una forma de iniciar este acercamiento y mostrará a su interlocutor su forma de ser. Qué hacer y cómo, le ayudará a mejorar la empatía con su entorno. El saludo es considerado un gesto universal de educación, respeto y cordialidad, no hacerlo de manera adecuada puede dar por concluido una relación social sin haberla iniciado. El saludo es tan importante como el comunicarse de forma correcta o vestir adecuadamente. Si bien es cierto el saludo es universal la forma lo es bastante peculiar y lleva nuestra marca personal.
El saludo tiene un gran valor simbólico porque dependiendo de cómo lo expresemos será entendido como un gesto de cercanía, de proximidad, de relaciones profesionales o afectivas o un mero gesto de buenas costumbres. Su ausencia, demuestra un posible enfado o irritación. De aquí surge la frase de “retirar el saludo” como claro reflejo de una actitud hostil o poco amigable.
El saludo es una forma cortes en que una persona hace notar a otra u otras, su presencia o a través de la cual comienza una conversación. La definición de la Real Academia de la Lengua dice así: “Dirigir a alguien, al encontrarlo o despedirse de él, palabras corteses, interesándose por su salud o deseándosela, diciendo ¿cómo estás?, adiós, hola, etc.”.
Las formas en las que se puede realizar el saludo son múltiples: una mirada, una leve inclinación de la cabeza, unas palabras, estrechar las manos, besarse, etc. También puede convertirse en un símbolo de identidad de un grupo y demostración de pertenencia al mismo, como puede ser el caso de los comunistas que se saludan con el puño cerrado. Siempre que nos saludan se debe corresponder a éste, como señal de cortesía. Rechazar el saludo es considerado como falta de educación o síntoma de un gran enfado. Cuando saludamos transmitimos mucha información y debemos observar con atención la forma en la que lo realizamos. El saludo a los menos allegados es como el trato a los huéspedes por obligación familiar. Lo que importa no es si hay o no hay cariño, sino saberlos recibir cuando se presentan, acompañarlos mientras están, y despedirlos con cortesía cuando se marchan
Se suelen usar como saludo expresiones verbales que desean felicidad como ¡Buenos días!. Que incluyen alusiones religiosas tal que ¡A la buena de Dios! o sencillamente con la interjección ¡Hola! u otras expresiones familiares. ¡Adiós! significa que la persona esté con Dios. Este tipo de saludo viene dado cuando nos cruzamos con personas que conocemos, como forma de buena educación. En poblaciones pequeñas las personas se saludan cuando se ven por la calle pero en las grandes ciudades esta situación no sucede. ¿Cuándo se utiliza?, por ejemplo: a la llegada a tu centro de trabajo, cuando nos cruzamos con un vecino en las escaleras, al entrar en un ascensor, cuando nos dirigimos a una persona y le vamos a preguntar alguna cosa o al entrar en un recinto donde hay varias personas. Los españoles decimos "buenos días" antes de comer y "buenas tardes" después de comer. Muchas de estas expresiones se usan también como despedida, en la que también se pueden utilizar expresiones como ¡Hasta luego!, ¡Nos vemos! o ¡Chao!. Nunca olvidare el saludo que (desde que aprendí a hablar) intercambiaba con mi madre antes de irme a la cama: ¡Mamá buenas noches hasta mañana!, ¡Si Dios quiere hijo mío, si Dios quiere!. Naturalmente no faltaban un par de besos.
Dependiendo de las culturas el saludo se realiza de diferentes maneras. Así los esquimales se frotan la nariz y los japoneses hacen una reverencia, ya que consideran antihigiénico estrecharse las manos. En la sociedad actual (en casi todo el mundo) el gesto más utilizado es el apretón de manos. En su origen, esta acción era una manifestación de paz, ya que al extender la mano se demostraba que no se portaban armas ni instrumentos agresivos. También, el hecho de mostrar la palma de la mano se identifica con una persona honesta y leal. El apretón de manos es una práctica muy común en nuestros tiempos pero es casi milenaria y era utilizada tanto en el Oriente como en el Occidente. Su origen se remonta a más de 5 mil años atrás, atestiguado por jeroglíficos Egipcios, representaban pactos y arreglos entre hombres y deidades que, solemnemente, apretaban sus manos en señal de acuerdo. Uno de los antecedentes históricos proviene de Babilonia hace casi unos 4 mil años. En cada festividad de Año Nuevo el monarca babilonio debía realizar un cortés acto de sumisión ante Marduk (Dios babilónico). Este acto consistía en dirigirse hacia la estatua de dicha deidad y, en señal de respeto, estrechar su mano.
En Grecia y Roma se estilaba saludar estrechándose las manos pero de manera diferente de como lo hacemos hoy en día. Allí se agarraba la muñeca de la otra persona apretando fuerte. Esto viene de un ritual muy antiguo: Cuando en las primeras etapas de Grecia, marcada por varios dialectos y subculturas, se encontraban dos aldeanos de pueblos diferentes en el medio del campo, o viajeros en los caminos desolados, lo primero que hacían era retirar sus dagas y ver cómo reaccionaba la contraparte. Si ésta mostraba signos de no querer pelear se procedía a guardar la daga y agarrar la muñeca derecha de la otra persona (en señal de que uno no retiraría su daga y lo apuñalaría a traición), entonces hablarían tranquilamente para saber si la otra persona tenía algo que intercambiar o comprar. En la edad media, los caballeros para saludarse daban la mano contraria al lugar donde llevaba la espada (que solía ir colgada a la izquierda), al ofrecer esa mano el contrincante se aseguraba de que éste no iba a sacar la espada para atacarle.
Se distinguen muchos tipos de apretones de mano:
El primero sería el NEUTRAL O SEGURO. Un apretón de manos normal, sin hacer demasiada fuerza ni demasiado poca, horizontalmente, sin que ninguno quede por encima del otro. Este es el bueno. Tiene que demostrar confianza pero no un exceso de fuerza física.
Luego tenemos el GUANTE. En el guante, uno de los dos coloca la otra mano sobre la de quien saluda, de forma que tiene las dos manos ocupadas en el saludo. Este me recuerda a la película “El Padrino” con Marlon Brando saludando así. Es una forma muy directa de demostrar que se pretende controlar la interacción. Normalmente, al que está en el otro lado no le gusta, así que es mejor evitarlo.
Hay también otro tipo de saludo con nombre de película americana: TERMINATOR. Es aquel en el que uno de los dos hace demasiada fuerza en el saludo. La inclinación hacia un lado, de forma que las manos queden paralelas al suelo, es también otra señal de dominio. En el lado opuesto está el llamado PEZ MUERTO, y es aquel en el que uno apenas aprieta la mano que le dan, sino que la deja floja. Este gesto indica inseguridad y normalmente crea cierta desconfianza entre las partes: a la hora de hacer negocios, nadie quiere sentir que está trabajando con una persona sin energía.
En la sociedad anglosajona, el fundador del movimiento juvenil “Boys Scouts” inventó un saludo particular que tomó ese nombre: saludo SCOUT. Representa las tres partes de la promesa que se hace al ingresar en la organización. A la vez que se saluda con la palma de la mano derecha hacia adelante, se pone el dedo pulgar sobre el meñique, los demás dedos han de quedar hacia arriba y se extiende la mano izquierda.
Otra forma incorrecta de estrechar la mano a nuestro interlocutor es aquella en la que no damos la mano sino cuatro dedos, de forma que no queda palma con palma. Lo llaman el SALUDO DE LA REINA, y normalmente el que da los cuatro dedos intenta quedar por encima de una forma un tanto torpe.
(SIGUE)
(CONTINUACIÓN)
A mi entender, la forma más correcta es dar un buen apretón de manos y hay que practicar para producir el efecto que queremos. Pensad siempre que si vais preparados dominaréis la situación desde el principio, incluso aunque vuestro interlocutor demuestre en su saludo que pretende hacerlo él: vosotros ya tendréis una pista sobre sus intenciones incluso antes de comenzar a hablar. Esta manera de saludar se usa habitualmente en el mundo profesional y social. Siempre que vayamos a estrechar la mano a una persona debemos mirarle a los ojos. No hacerlo, puede decirle que somos personas poco seguras, tenemos intenciones ocultas o estamos mintiendo. Debemos cuidar nuestras manos y éstas deben estar limpias y las uñas cuidadas, a observar es la humedad en las manos. Es poco agradable dar la mano a una persona que tiene la mano húmeda, además de ser una posible señal de estar nerviosa o inseguro. El apretón de manos debe ser corto y firme pero sin rudeza. Demasiado corto puede demostrar falta de interés y poca motivación, mientras que un saludo más largo puede indicar ilusión y ganas de colaborar. Es muy habitual este tipo de saludos entre los políticos, sobre todo delante de la prensa; también se debe evitar el agitar las manos.
Otra manera de saludar es EL ABRAZO. Es una forma más efusiva y se utiliza entre personas que se conocen bastante o en ocasiones especiales; suele darse cuando llevan mucho tiempo sin verse, para felicitar o para expresar un sentimiento de mayor proximidad o sentimiento, como por ejemplo, al dar el pésame. Esta forma de cortesía es mucho más utilizada por los hombres y es poco habitual entre las mujeres; en algunas ocasiones va acompañada con unas palmadas en la espalda.
EL BESO es otra tipo de saludo que origina bastantes controversias. Es un método cada vez más utilizado, tanto entre mujeres, como entre hombres y mujeres, en actos sociales o empresariales. Se utiliza para expresar afecto y es empleado entre familiares; sin embargo, se utiliza cada vez más en la vida corriente. Dependiendo de los países se realiza de diferente manera. En Francia, Rusia y algunos países de Oriente se dan tres besos, mientras que en España se dan dos y en Estados Unidos y algunos países de Latinoamérica se da uno solamente. El Saludo con un beso no es tolerado en las culturas asiáticas o de religión musulmana, pues aquí el contacto físico está prohibido. No es recomendado si vemos por primera vez al invitado considerando que somos nosotros los anfitriones. El beso se da en la mejilla, puede ser que empecemos conociendo a la persona con un saludo de mano y concluya la conversación o el encuentro con un beso en la mejilla. No olvidemos que ambos saludos deben ir acompañados de una cálida y natural sonrisa pues esto confirmará nuestra cortesía. Hay que tener en cuenta que el beso por ningún motivo debe ser sonoro o húmedo.
Es habitual acudir a encuentros empresariales o a actos políticos donde este tipo de saludo se utiliza de manera habitual, demostrando quienes lo realizan, un mayor acercamiento a personas de relevante posición y que denota proximidad a ellos, así como que se les conoce bastante, perdiéndose las formas tradicionales del apretón de manos. De cualquier manera, el uso de esta forma de saludar se debe hacer con prudencia y observar una serie de requisitos: En el saludo entre hombres y mujeres, debe ser ésta la que elija de qué forma quiere ser saludada, facilitando un gesto que lo demuestre. Entre hombres es una forma de saludo que se queda en el ámbito familiar, no siendo así entre las mujeres, que lo suelen utilizar con mayor frecuencia. No es aconsejable besar a una persona que nos acaban de presentar. Este tipo de saludo es más íntimo, de mayor confianza y se debe pensar que, hay personas que no desean ser saludadas así. En cualquier caso, se debe observar lo que sea más habitual en la sociedad en la que se está, utilizad el refrán que dice: ¡donde fueres, haz lo que vieres!.
Hay una serie de recomendaciones a tener en cuenta siempre que vayamos a saludar. Al iniciar un saludo debes estar atento a la mirada, la sonrisa, la expresión verbal y el tipo de saludo a utilizar. Debes mirar a los ojos de tu interlocutor para que sienta que es un gesto sincero y de acercamiento; no debes olvidar la sonrisa que produce un sentimiento más favorable, y todo saludo, siempre debe ir acompañado de unas palabras agradables y por último, elegir el tipo de saludo a realizar; cuando tengas dudas, lo mejor, el apretón de manos. Si el saludo es en la calle y lleva gafas de sol deberás quitártelas para que tu interlocutor pueda verte los ojos; en el caso de usar guantes tendrás que hacer lo mismo; es muy frío saludar con la mano cubierta. Si eres fumador nunca debes saludar a una persona con el cigarrillo encendido.
Finalmente, voy a hacer unas consideraciones más sobre el tema. Por ejemplo, cuando vayamos a una entrevista de trabajo o a una reunión de negocios que llevamos tiempo esperando y no queremos dar un paso en falso. La primera: ¿qué dirá nuestro saludo de nosotros?. Hay que tener en cuenta quién está dentro y quién fuera. El que está dentro de la habitación es dueño del lugar, por así decirlo, y el que entra el intruso. Esto es importante porque va a determinar el resto del lenguaje corporal que utilizaremos sin saberlo. Si el que entra lo hace con demasiada confianza, puede dar al traste con la reunión. Aunque tampoco se trata de ir temblando. Simplemente déjate llevar porque tu cuerpo tiene interiorizado esos códigos. En segundo lugar, el que avanza primero es el que por lo general controlará la situación, o al menos lo intentará. Demostrará su voluntad de dominio, algo que es muy importante. La direccionalidad es fundamental porque tenemos asumido que arriba es mejor que abajo. El que está arriba domina.
Ahora, como os decía al principio, de colofón, voy a contaros un caso que viví personalmente sobre los “los intríngulis” que acarrea el saludo entre jimenatos:
Jose y Pepi hacía unos años que no venían por Jimena. Él era perito industrial y trabajaba en una conocida multinacional con delegación en Madrid. Ella ejercía el magisterio y tenía su escuela en la conocida barriada de Vallecas. Tenían una parejita de 10 y 5 años (Pepito y Mª José) y vivían en un confortable piso de la Avda. de San Diego. La crisis no les había afectado y habían podido restaurar y acondicionar la casa de los abuelos que habían heredado en Jimena. Por este motivo decidieron pasar las vacaciones de agosto en su pueblo natal. Sofocarían los calores diurnos en la Piscina Municipal y por las noches buscarían el fresco y el divertimento en los lugares de ocio que durante el verano se pueden disfrutar en nuestro pueblo: El Mirador, El Kiosco, El Morgan, Los Mazos, La Casa del Pueblo, El Menfis, El Tocata, El Desmadre o Los Pozos. Igualmente, retomarían la perenne afición de los jimenatos por los paseos nocturnos a Cánava y disfrutarían de los actos de la Semana Cultural: Teatros y bailes para niños, el desfile de Peinados, el Concurso de Platos Típicos, las actuaciones del Coro Rociero o el Grupo del Bolero, el "cante" en la Peña Flamenca o los “añorados” conciertos de la Banda de Música en la Plaza de Gracia.
Paco y Paqui vivían de toda la vida en el pueblo. El era un olivarero de “media capa” y aparte de las fincas de su propiedad tenía arrendadas algunas más. Ella, hasta ese año, sólo se dedicaba a las labores de la casa y al cuidado de sus dos niños: Curro y Kica de 11 y 6 años respectivamente. Desde que se casaron vivían holgadamente con el producto de la cosecha. Pero desde hacía dos años, con la bajada de los precios del aceite y la escasez de aceituna en la última campaña, habían tenido que empezar a “apretarse el cinturón”. Con vergüenza derivada del orgullo, Paqui se apuntó a la bolsa de trabajo. Ya había salido a trabajar unos días pintando zócalos y barandillas del Ayuntamiento.
(SIGUE)
A mi entender, la forma más correcta es dar un buen apretón de manos y hay que practicar para producir el efecto que queremos. Pensad siempre que si vais preparados dominaréis la situación desde el principio, incluso aunque vuestro interlocutor demuestre en su saludo que pretende hacerlo él: vosotros ya tendréis una pista sobre sus intenciones incluso antes de comenzar a hablar. Esta manera de saludar se usa habitualmente en el mundo profesional y social. Siempre que vayamos a estrechar la mano a una persona debemos mirarle a los ojos. No hacerlo, puede decirle que somos personas poco seguras, tenemos intenciones ocultas o estamos mintiendo. Debemos cuidar nuestras manos y éstas deben estar limpias y las uñas cuidadas, a observar es la humedad en las manos. Es poco agradable dar la mano a una persona que tiene la mano húmeda, además de ser una posible señal de estar nerviosa o inseguro. El apretón de manos debe ser corto y firme pero sin rudeza. Demasiado corto puede demostrar falta de interés y poca motivación, mientras que un saludo más largo puede indicar ilusión y ganas de colaborar. Es muy habitual este tipo de saludos entre los políticos, sobre todo delante de la prensa; también se debe evitar el agitar las manos.
Otra manera de saludar es EL ABRAZO. Es una forma más efusiva y se utiliza entre personas que se conocen bastante o en ocasiones especiales; suele darse cuando llevan mucho tiempo sin verse, para felicitar o para expresar un sentimiento de mayor proximidad o sentimiento, como por ejemplo, al dar el pésame. Esta forma de cortesía es mucho más utilizada por los hombres y es poco habitual entre las mujeres; en algunas ocasiones va acompañada con unas palmadas en la espalda.
EL BESO es otra tipo de saludo que origina bastantes controversias. Es un método cada vez más utilizado, tanto entre mujeres, como entre hombres y mujeres, en actos sociales o empresariales. Se utiliza para expresar afecto y es empleado entre familiares; sin embargo, se utiliza cada vez más en la vida corriente. Dependiendo de los países se realiza de diferente manera. En Francia, Rusia y algunos países de Oriente se dan tres besos, mientras que en España se dan dos y en Estados Unidos y algunos países de Latinoamérica se da uno solamente. El Saludo con un beso no es tolerado en las culturas asiáticas o de religión musulmana, pues aquí el contacto físico está prohibido. No es recomendado si vemos por primera vez al invitado considerando que somos nosotros los anfitriones. El beso se da en la mejilla, puede ser que empecemos conociendo a la persona con un saludo de mano y concluya la conversación o el encuentro con un beso en la mejilla. No olvidemos que ambos saludos deben ir acompañados de una cálida y natural sonrisa pues esto confirmará nuestra cortesía. Hay que tener en cuenta que el beso por ningún motivo debe ser sonoro o húmedo.
Es habitual acudir a encuentros empresariales o a actos políticos donde este tipo de saludo se utiliza de manera habitual, demostrando quienes lo realizan, un mayor acercamiento a personas de relevante posición y que denota proximidad a ellos, así como que se les conoce bastante, perdiéndose las formas tradicionales del apretón de manos. De cualquier manera, el uso de esta forma de saludar se debe hacer con prudencia y observar una serie de requisitos: En el saludo entre hombres y mujeres, debe ser ésta la que elija de qué forma quiere ser saludada, facilitando un gesto que lo demuestre. Entre hombres es una forma de saludo que se queda en el ámbito familiar, no siendo así entre las mujeres, que lo suelen utilizar con mayor frecuencia. No es aconsejable besar a una persona que nos acaban de presentar. Este tipo de saludo es más íntimo, de mayor confianza y se debe pensar que, hay personas que no desean ser saludadas así. En cualquier caso, se debe observar lo que sea más habitual en la sociedad en la que se está, utilizad el refrán que dice: ¡donde fueres, haz lo que vieres!.
Hay una serie de recomendaciones a tener en cuenta siempre que vayamos a saludar. Al iniciar un saludo debes estar atento a la mirada, la sonrisa, la expresión verbal y el tipo de saludo a utilizar. Debes mirar a los ojos de tu interlocutor para que sienta que es un gesto sincero y de acercamiento; no debes olvidar la sonrisa que produce un sentimiento más favorable, y todo saludo, siempre debe ir acompañado de unas palabras agradables y por último, elegir el tipo de saludo a realizar; cuando tengas dudas, lo mejor, el apretón de manos. Si el saludo es en la calle y lleva gafas de sol deberás quitártelas para que tu interlocutor pueda verte los ojos; en el caso de usar guantes tendrás que hacer lo mismo; es muy frío saludar con la mano cubierta. Si eres fumador nunca debes saludar a una persona con el cigarrillo encendido.
Finalmente, voy a hacer unas consideraciones más sobre el tema. Por ejemplo, cuando vayamos a una entrevista de trabajo o a una reunión de negocios que llevamos tiempo esperando y no queremos dar un paso en falso. La primera: ¿qué dirá nuestro saludo de nosotros?. Hay que tener en cuenta quién está dentro y quién fuera. El que está dentro de la habitación es dueño del lugar, por así decirlo, y el que entra el intruso. Esto es importante porque va a determinar el resto del lenguaje corporal que utilizaremos sin saberlo. Si el que entra lo hace con demasiada confianza, puede dar al traste con la reunión. Aunque tampoco se trata de ir temblando. Simplemente déjate llevar porque tu cuerpo tiene interiorizado esos códigos. En segundo lugar, el que avanza primero es el que por lo general controlará la situación, o al menos lo intentará. Demostrará su voluntad de dominio, algo que es muy importante. La direccionalidad es fundamental porque tenemos asumido que arriba es mejor que abajo. El que está arriba domina.
Ahora, como os decía al principio, de colofón, voy a contaros un caso que viví personalmente sobre los “los intríngulis” que acarrea el saludo entre jimenatos:
Jose y Pepi hacía unos años que no venían por Jimena. Él era perito industrial y trabajaba en una conocida multinacional con delegación en Madrid. Ella ejercía el magisterio y tenía su escuela en la conocida barriada de Vallecas. Tenían una parejita de 10 y 5 años (Pepito y Mª José) y vivían en un confortable piso de la Avda. de San Diego. La crisis no les había afectado y habían podido restaurar y acondicionar la casa de los abuelos que habían heredado en Jimena. Por este motivo decidieron pasar las vacaciones de agosto en su pueblo natal. Sofocarían los calores diurnos en la Piscina Municipal y por las noches buscarían el fresco y el divertimento en los lugares de ocio que durante el verano se pueden disfrutar en nuestro pueblo: El Mirador, El Kiosco, El Morgan, Los Mazos, La Casa del Pueblo, El Menfis, El Tocata, El Desmadre o Los Pozos. Igualmente, retomarían la perenne afición de los jimenatos por los paseos nocturnos a Cánava y disfrutarían de los actos de la Semana Cultural: Teatros y bailes para niños, el desfile de Peinados, el Concurso de Platos Típicos, las actuaciones del Coro Rociero o el Grupo del Bolero, el "cante" en la Peña Flamenca o los “añorados” conciertos de la Banda de Música en la Plaza de Gracia.
Paco y Paqui vivían de toda la vida en el pueblo. El era un olivarero de “media capa” y aparte de las fincas de su propiedad tenía arrendadas algunas más. Ella, hasta ese año, sólo se dedicaba a las labores de la casa y al cuidado de sus dos niños: Curro y Kica de 11 y 6 años respectivamente. Desde que se casaron vivían holgadamente con el producto de la cosecha. Pero desde hacía dos años, con la bajada de los precios del aceite y la escasez de aceituna en la última campaña, habían tenido que empezar a “apretarse el cinturón”. Con vergüenza derivada del orgullo, Paqui se apuntó a la bolsa de trabajo. Ya había salido a trabajar unos días pintando zócalos y barandillas del Ayuntamiento.
(SIGUE)
(FINAL)
Los cuatro eran amigos de la infancia, habían sido integrantes de la misma pandilla y coincidieron prácticamente en el mismo día a la hora de “pedir la puerta”. Por diversas circunstancias hacía unos años que no se veían.
El primer domingo de vacaciones coincidieron en el concierto de la banda de música en la Plaza, pero en mesas ligeramente separadas. Ninguna de las dos parejas hizo el mínimo gesto de acercamiento y con disimulo se ignoraron mutuamente esperando a ver quien daba el primer paso. Pasados unos días las dos familias fueron a la Piscina Municipal. Una estaba ya instalada cerca de la piscina de los niños. Los que entraron después miraron hacia adelante y fueron a colocar las toallas cerca de la valla de la pista de tenis. Cuando unos se metían en el agua los otros esperaban a que salieran para bañarse ellos. Los niños coincidían en la piscina pequeñita y jugaban entre ellos sin la intervención de los padres. El último día de la novena asistieron al oficio religioso y estuvieron sentados en el “poyo” de la Lonja separados solamente por cinco o seis personas. Otra vez ninguno hizo el mínimo gesto de saludarse.
Sin embargo, cuando ya había comenzado la última decena de agosto, un sábado, los cuatro mayores y los cuatro niños tuvieron que asistir en Cánava a la boda de otros amigos comunes. Estaban esperando a ver donde se sentaban. Ante su sorpresa las mesas se habían dispuesto con los nombres de los invitados y los novios los habían colocado a los ocho en una misma mesa redonda. No les quedó otro remedio que saludarse y buscar falsos pretextos sobre por qué no lo habían hecho en ninguno de los días anteriores. Con toda la naturalidad que acarrea unas vidas y vivencias compartidas el hielo se rompió inmediatamente y afloraron el cariño y la amistad acumulados durante tantos años.
Se lo pasaron de miedo recordando viejas anécdotas, cotilleos, “chascarrillos” y las últimas novedades de sus vidas respectivas. Hasta los niños, de edades tan parecidas, quedaron encantados con sus “nuevos amiguitos”. Desde esa noche no pasó ningún día en que dejaran de verse y compartir piscina, “ligas” al mediodía, paseos vespertinos y copas en cualquiera de las terrazas que ya hemos citado. Por separado, cada una de las parejas comentó entre sí como "habían sido tan idiotas" de haber perdido veinte días sin disfrutar de sus amigos de toda la vida. El último día de agosto estuvieron dando vueltas y revueltas ante la obligada separación. La maestra, la más leída, no pudo dejar de recordar durante toda la noche estas frases que en su tiempo había subrayado en algún viejo libro:
“El que mucho se despide, pocas ganas tiene de irse” o “Hace mucho que te fuiste de mi lado pero nunca te fuiste de mi alma”.
También se acordó de la letra de un Poema del argentino Jorge Luis Borges sobre la AMISTAD:
“No puedo darte soluciones para todos los problemas de la vida, ni tengo respuestas para tus dudas o temores, pero puedo escucharte y compartirlo contigo. No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro. Pero cuando me necesites estaré junto a ti. No puedo evitar que tropieces. Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas. Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos. Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz. No juzgo las decisiones que tomas en la vida. Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me lo pides. No puedo trazarte límites dentro de los cuales debes actuar, pero si te ofrezco el espacio necesario para crecer. No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parta el corazón, pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo. No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser. Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo. En estos días me puse a recordar a mis amistades más preciosas. Soy una persona feliz: tengo más amigos de lo que imaginaba. Eso es lo que ellos me dicen, me lo demuestran. Es lo que siento por todos ellos. Veo el brillo en sus ojos, la sonrisa espontánea y la alegría que sienten al verme. Y yo también siento paz y alegría cuando los veo y cuando hablamos, sea en la alegría o sea en la serenidad, en estos días pensé en mis amigos y amigas, entre ellos, apareciste tú. No estabas arriba, ni abajo ni en medio. No encabezabas ni concluías la lista. No eras el numero uno ni el número final. Lo que sé es que te destacabas por alguna cualidad que transmitías y con la cual desde hace tiempo se ennoblece mi vida. Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero, el segundo o el tercero de tu lista. Basta que me quieras como amigo”.
Saludos y hasta otra,
PD: Como es natural junto a la cosecha propia he consultado varios Manuales sobre Urbanidad.
Los cuatro eran amigos de la infancia, habían sido integrantes de la misma pandilla y coincidieron prácticamente en el mismo día a la hora de “pedir la puerta”. Por diversas circunstancias hacía unos años que no se veían.
El primer domingo de vacaciones coincidieron en el concierto de la banda de música en la Plaza, pero en mesas ligeramente separadas. Ninguna de las dos parejas hizo el mínimo gesto de acercamiento y con disimulo se ignoraron mutuamente esperando a ver quien daba el primer paso. Pasados unos días las dos familias fueron a la Piscina Municipal. Una estaba ya instalada cerca de la piscina de los niños. Los que entraron después miraron hacia adelante y fueron a colocar las toallas cerca de la valla de la pista de tenis. Cuando unos se metían en el agua los otros esperaban a que salieran para bañarse ellos. Los niños coincidían en la piscina pequeñita y jugaban entre ellos sin la intervención de los padres. El último día de la novena asistieron al oficio religioso y estuvieron sentados en el “poyo” de la Lonja separados solamente por cinco o seis personas. Otra vez ninguno hizo el mínimo gesto de saludarse.
Sin embargo, cuando ya había comenzado la última decena de agosto, un sábado, los cuatro mayores y los cuatro niños tuvieron que asistir en Cánava a la boda de otros amigos comunes. Estaban esperando a ver donde se sentaban. Ante su sorpresa las mesas se habían dispuesto con los nombres de los invitados y los novios los habían colocado a los ocho en una misma mesa redonda. No les quedó otro remedio que saludarse y buscar falsos pretextos sobre por qué no lo habían hecho en ninguno de los días anteriores. Con toda la naturalidad que acarrea unas vidas y vivencias compartidas el hielo se rompió inmediatamente y afloraron el cariño y la amistad acumulados durante tantos años.
Se lo pasaron de miedo recordando viejas anécdotas, cotilleos, “chascarrillos” y las últimas novedades de sus vidas respectivas. Hasta los niños, de edades tan parecidas, quedaron encantados con sus “nuevos amiguitos”. Desde esa noche no pasó ningún día en que dejaran de verse y compartir piscina, “ligas” al mediodía, paseos vespertinos y copas en cualquiera de las terrazas que ya hemos citado. Por separado, cada una de las parejas comentó entre sí como "habían sido tan idiotas" de haber perdido veinte días sin disfrutar de sus amigos de toda la vida. El último día de agosto estuvieron dando vueltas y revueltas ante la obligada separación. La maestra, la más leída, no pudo dejar de recordar durante toda la noche estas frases que en su tiempo había subrayado en algún viejo libro:
“El que mucho se despide, pocas ganas tiene de irse” o “Hace mucho que te fuiste de mi lado pero nunca te fuiste de mi alma”.
También se acordó de la letra de un Poema del argentino Jorge Luis Borges sobre la AMISTAD:
“No puedo darte soluciones para todos los problemas de la vida, ni tengo respuestas para tus dudas o temores, pero puedo escucharte y compartirlo contigo. No puedo cambiar tu pasado ni tu futuro. Pero cuando me necesites estaré junto a ti. No puedo evitar que tropieces. Solamente puedo ofrecerte mi mano para que te sujetes y no caigas. Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos. Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz. No juzgo las decisiones que tomas en la vida. Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me lo pides. No puedo trazarte límites dentro de los cuales debes actuar, pero si te ofrezco el espacio necesario para crecer. No puedo evitar tus sufrimientos cuando alguna pena te parta el corazón, pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo. No puedo decirte quien eres ni quien deberías ser. Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo. En estos días me puse a recordar a mis amistades más preciosas. Soy una persona feliz: tengo más amigos de lo que imaginaba. Eso es lo que ellos me dicen, me lo demuestran. Es lo que siento por todos ellos. Veo el brillo en sus ojos, la sonrisa espontánea y la alegría que sienten al verme. Y yo también siento paz y alegría cuando los veo y cuando hablamos, sea en la alegría o sea en la serenidad, en estos días pensé en mis amigos y amigas, entre ellos, apareciste tú. No estabas arriba, ni abajo ni en medio. No encabezabas ni concluías la lista. No eras el numero uno ni el número final. Lo que sé es que te destacabas por alguna cualidad que transmitías y con la cual desde hace tiempo se ennoblece mi vida. Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero, el segundo o el tercero de tu lista. Basta que me quieras como amigo”.
Saludos y hasta otra,
PD: Como es natural junto a la cosecha propia he consultado varios Manuales sobre Urbanidad.
Otra vez he tenido que fraccionar en tres partes mi "relato" de hoy. Lo siento porque es molesto leer así pero no se puede evitar. Como es lógico tampoco se puede evitar que entre tu texto se "cuelen" otros foreros.
Además, junto a Diego, somos muchos los que tenemos la esperanza que, ¡por fin!, este año el Real Jaén suba a la División de Plata.
Saludos,
Además, junto a Diego, somos muchos los que tenemos la esperanza que, ¡por fin!, este año el Real Jaén suba a la División de Plata.
Saludos,
No te preocupes, por lo menos para mí, carece de importancia, que fracciones tus escritos, o que se cuele algún forero...