Al Castillo de mi Pueblo.
Palmera de dátil dulce,
que regentas el castillo,
en patio donde hoy cantan,
por tarantas o fandanguillos.
Tal vez morada moruna,
también de nobleza obliga,
aunque Yo te he conocido,
siendo una escuela de Niñas.
Estas siempre vigilante,
mirando a los cuatro puntos,
vigilas cerros famosos,
sierras higueras y olivos.
Acaban de imprimirte,
en un sello del estado,
quizá en tiempos anteriores,
la lengua te hubiera mojado.
En cartas de ida y vuelta,
de muchos hijos inmigrantes,
hubiera sido precioso,
llevarte como estandarte.
Si ha sido la cultura,
por el que te han renovado,
la bienvenida te damos,
Jimenatas y Jimenatos.
M. Nieto de M. Rasca.
Palmera de dátil dulce,
que regentas el castillo,
en patio donde hoy cantan,
por tarantas o fandanguillos.
Tal vez morada moruna,
también de nobleza obliga,
aunque Yo te he conocido,
siendo una escuela de Niñas.
Estas siempre vigilante,
mirando a los cuatro puntos,
vigilas cerros famosos,
sierras higueras y olivos.
Acaban de imprimirte,
en un sello del estado,
quizá en tiempos anteriores,
la lengua te hubiera mojado.
En cartas de ida y vuelta,
de muchos hijos inmigrantes,
hubiera sido precioso,
llevarte como estandarte.
Si ha sido la cultura,
por el que te han renovado,
la bienvenida te damos,
Jimenatas y Jimenatos.
M. Nieto de M. Rasca.