Os puedo contar una anécdota de este señor: Mi abuelo materno, Paquillo Garrido, era un gran silbador, además de ser músico de flauta, de hecho con Juan Ramón a la guitarra tuvo algunas actuaciones, incluida una en Garciez ante Alfonso XXIII; pues bien, como en la caseta del cine de verano actuó el día 7 de septiembre de 1.970 este señor, lo oyó y le impresionó, pero no se quedó convencido del todo, mira por donde pasó por su puerta por la mañana, del día 8, hacia el Pilar de las Pilillas con toda su tropa (que tenian mas greñas y mugre que los gitanos de entonces, y que me perdonen los gitanos) ya que habían cogido por costumbbre meterse debajo del puente de las Pilillas, seria por lo del olorcillo y el humo, que allí estaban mas tranquilos; bueno a lo que íbamos, como mi abuelo era tiraillo p'alante, le dijo ¿Tú eres el que silba?, - si, abuelo - le dijo él, al mismo tiempo que le preguntaba ¿le gusta?, ni corto ni perezoso, mi abuelo le dijo ¿no llevarás un pito en la boca?, -no abuelo, no- y se puso a silbarle en vivo y en directo, a mi abuelo se le saltaron las lágrimas, primero porque intentó acompañarlo y, al no tener dentadura, nada pudo hacer, al verlo llorar, Curro Savoy le preguntó ¿que por qué lloraba?, entonces mi abuelo le contó su pequeña historia, y el del mono se despidió dándole un abrazo.
Hoy recordándolo se me ha hecho un nudo en la garganta, yo estaba presente y ni he puesto ni quitado ni un ápice.
Hoy recordándolo se me ha hecho un nudo en la garganta, yo estaba presente y ni he puesto ni quitado ni un ápice.
