JIMENA: Todo correcto solamente aclarar que a la muda -Paqui-...

Cosas de Mi pueblo.
Me acaban de llamar para que diga cómo se hacen las aceitunas en este tiempo y debo decir que no lo sé muy bien, pero os voy a contar los recuerdos que tengo de aquellos años en los que por este tiempo al salir de la escuela Mi Madre me tenía preparada una mesa de madera baja, un mazo que tenia muchísimos años lo digo porque recuerdo como en la parte donde golpeaba aquellos granos tenía un abollón propio del desgaste de un golpe y otro.
Aquella tarde se había ido al traste el ir a jugar con los amigos, una vez había merendado el talón de pan y aceite y un tomate restregao de los pocos que quedaban de la huerta ya un poco arrugaos y colgaos en panochas en la cámara o extendidos en el pollo que había para que se maduraran.
Pues os decía que la espuerta de aceituna redondilla que le decían de agua estaba esperándome con la orza de barro por delante y allí mazazo tras mazazo iba llenándola, debó decir que al principio por la rabia de no ir a jugar los mazazos se oían en casa de mi vecina Ana Maria la de Pinillos, recuerdo porque rápidamente asomaría la cabeza para confirmar lo que digo, luego aplacándose la rabia estos ya eran mas suaves lo que en la cara de mi Madre se reflejaba una cierta sonrisa que confirmaba una vez más, se había salido con la suya y encima estaba tan contento, pues luego unas semanas más tarde estarían tan buenas y bien que me gustaban.
Era tiempos de granas, caquis, nueces o higos secos el fresquito de la noche las lumbres y los braseros de Carbonilla nos iban acercándonos a uno de los meses con el que bautizaban como. ¡ya se acercan los Santos ¡.
La calores del final del verano se iban alejando y el olor a castañas asadas de Vicente Calabuch confirmaban lo que digo, los anocheceres con el tránsito de hombres y mujeres calles arriba y abajo hacia la plaza o la carrera, unos haber si se podrían dar un jornal al día siguiente y ellas hacer los mandaos y pasar por Casa de Bimba, o Parra el de la Negreta para ver si el pescao de la tarde era fresco y bueno, los boquerones llamados morralla las famosas sardinas de Málaga como la pesca ahora le llamamos Merluza, por cierto, que trae unos bichos que no la quiere nadie ni regala, cuantas marranas echamos a los mares para que ocurran estas cosas, se le iban a uno los ojos mirando aquellas cajas con hielo, las primeras mandarinas y naranjas serian la fruta típica de este tiempo, no puedo dejar de mentar las bellotas, producto este que ahora lo comen los cochinos pero que mas de unas cuantas nos metíamos en el cuerpo, de alguna manera también somos Pata Negra, igualmente recuerdo una especie de patata llamada Batata que asada en la lumbre era buenísima.
Ni quiero ni debo olvidarme de una de las tiendas abiertas por aquella época y que hoy todavía continua con su Hija, la de Damián el Cosario en la carretera alta, que traía todas las tardes en los coches de Albanchez productos del tiempo, tambien buen pescao y aquellas manzanas coloradas que parecía pintadas y que olían a gloria entre otros productos.
Si aquella noche había pescao la cena era muy rica pues no sé si hay alguna fritura enharinada tan rica como aquella morralla o esas pescaillas chiquitillas, autentico manjar, dejando constancia que en mi casa esto se comía muy de tarde en tarde, no vayáis a creer que era todos los días, ¡! que mas hubiéramos querido ¡, muchas noches un poquillo de encebollao o un platillo de morrococo de las sobras del cocido del medio día con algún pimiento verde frito a trocillos era lo habitual y sino un huevo para dos, bien de aceite con ajos y un pimentillo seco rojo, el caso era llenar la barrigilla y irnos a la cama con el cuerpo al menos por dentro caliente, todavía no hacia frio como para quejarnos de que las sabanas estaban heladas, eso llegaría más tarde pues el invierno, que en nuestro pueblo era crudo.
Pues esto podría ser una tarde de aquellas, bueno al menos estos son mis recuerdos.
Buenas noches paisanas, para los que están en las Venezuelas creo que buenos días todavía.
M. Nieto de M. Rasca.
28/10/2103

¡Cuántas añoranzas en todos esos recuerdos!. Mi madre, como siempre, disfrutando cada cosa que mencionas. Recordó cuando élla iba a buscar el pescado recién llegado..., el recorrido que hacía ¡y hasta dónde y con quien se paraba un ratillo a charlar!. Igualmente le parecía estar preparando y degustando las comidas que tú mencionas..., en fín, se trasladó a su Jimena de aquel entonces. Por cierto, nuevamente me preguntó sobre tu edad (y nuevamente se la dije), porque, según élla, tienes unos recuerdos muy precisos de aquellos tiempos. De verdad Mariano, es muy grato leer tus relatos que nos hablan de una Jimena que, a pesar de las dificultades de la vida, propias de aquella época, llevamos en el corazón. Gracias amigo. Ana

Los galanes creo que Tú quizá no los recuerdes pero seguro que Tu madre si, son de izquierda a derecha Paco el Rorro tiene tres hermanos mas varones Luis, Andresito y Eufrasio y una hermana casada con Gonzalo el de “carnera” un forero bastante activo, el del centro es Luis el de “matacas” le decían así porque sus Padres estaban en Matacas de caseros, tiene otro hermano y quizá recuerdes como venían a Jimena en bici y posteriormente en moto para ver a sus novias, su mujer es Manolita hermana de Luisa y cuñada de Francisco, y Manuel el de Matamoros sus padres tenían una carnicería en la calle llana junto a la de Martin “canabero”, la muchacha todo el mundo la conocía como la Muda era sordomuda y vivía enfrente de Calabuch en el callejón de la cárcel.
Espero que nuestro amigo Francisco te amplié la información.
Gracias por tus palabras como siempre muy generosas con mis humildes relatos.
Un abrazo para toda tu familia.
Mariano

Todo correcto solamente aclarar que a la muda -Paqui- se le llamaba y se le sigue llamando y como se dice.... y por mucho tiempo.
Un Salúdo.