Te juro que cuando los probé me parecía irme al
cielo un ratillo.
La culpa la tiene una guapa Señora hija de un buen
amigo, estoy seguro que si hiciera para vender se los quitaban de la mano.
Desde aquí le doy las gracias si lee el
mensaje Ella o alguna de sus guapísimas hijas.
Mariano