El culto a San Saturnino, de origen francés, fue traído por los peregrinos jacobeos hasta el burgo medieval de San Cernin, que dedicó a este santo y mártir su parroquia, el templo gótico que lleva su nombre. La celebración en tono a su figura está documentada desde tiempos medievales en la catedral y en la parroquia, con sus correspondientes oficios litúrgicos.
El 26 de noviembre de 1611 el Pleno del Ayuntamiento/Regimiento pamplonés hizo Voto a San Saturnino en consideración al arraigo popular del santo por la labor evangelizadora en la capital Navarra, una tarea que la tradición atribuye al mártir cristiano.
Entre 1626 y 1644, San Saturnino pasó a ser patrón, en un contexto de enfrentamiento entre partidarios de diferentes santos: San Saturnino, San Francisco Javier y San Fermín.
(EuropaPress)
El 26 de noviembre de 1611 el Pleno del Ayuntamiento/Regimiento pamplonés hizo Voto a San Saturnino en consideración al arraigo popular del santo por la labor evangelizadora en la capital Navarra, una tarea que la tradición atribuye al mártir cristiano.
Entre 1626 y 1644, San Saturnino pasó a ser patrón, en un contexto de enfrentamiento entre partidarios de diferentes santos: San Saturnino, San Francisco Javier y San Fermín.
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