JIMENA: Nuestro más sentido pésame para sus hijos, Rafa y Luis,...

LOS DOMINGOS, PESE AL FÚTBOL, NO OS ABANDONO.

TIRANDO DEL HILO SE LLEGA AL OVILLO. (Por Luismarín)

Introducción a modo de prólogo:

Se llama ovillo a la bola que se forma enrollando un hilo sobre sí mismo o a una multitud de cosas que tienen una difusa trabazón. Cuando se tira del hilo de un ovillo de lana enmarañada, a veces se deshace de golpe, otras veces se enreda aun más. Es como en la vida misma, un pequeño gesto puede tener grandes consecuencias, y, sin embargo, a veces, ese mismo gesto no tiene el mismo efecto.

Comienzo con esta introducción porqué así, tirando de un hilo se inició la génesis de este “Relato Dominical”. También, porqué utilizando este preámbulo puedo aligerar el texto de la “historia” de hoy. Ya sabéis lo inflexible que es el Censor del Foro en cuanto a la extensión de los escritos.

Todo empezó el día 2 de este diciembre cuando al entrar en el Foro me encontré un mensaje que decía así:“ ¿Me podéis responder quien era Juana Fernández Gila, hija de un tío de D. Bartolomé, muerto a comienzos de la Guerra?. ¿Qué parentesco tenían?. Al aparecer el nombre de D. Bartolomé Martínez Illán se despertó en mí un inusitado interés. ¿Llegaría al meollo de la madeja?.

Mi “fascinación” por este personaje, no es en vano, pues pienso, qué en los avatares de su vida se esconde gran parte de la Historia de Jimena durante la primera mitad del Siglo XX. Igualmente, por contraposición (no solo de clase social), el relato de la Saga de “La Tía Gila” o los “Secos”, también llenaría incontables páginas, sobre todo, de un tema tan en boga en nuestro tiempo actual: el que recoge la llamada “Prensa Rosa o del Corazón”.

Mientras que para algunos, los más afortunados, la vida es un camino de rosas, para la mayoría, la vida no es ningún pasillo recto y fácil que recorremos libres y sin obstáculos, sino un laberinto de pasadizos, en el que tenemos que buscar nuestro camino, perdidos y confusos, detenidos de vez en cuando por un callejón sin salida. Son multitud los que forman parte de esa legión de perdedores y vencidos que se quedan encerrados en ese oscuro callejón ciego. No obstante, nunca debemos olvidar que la historia también la escriben los vencidos y muchas veces las interpretaciones de estos sobre su derrota y dolor calan más hondo en el imaginario popular que las versiones de los vencedores. Decía algún “clásico” que el Destino, a quien quiere le empuja y a quien no quiere lo arrastra.

Con relación a la figura de D. Bartolomé, se podría escribir, no sólo un libro, sino varios y con el éxito asegurado. Sin embargo, por desgracia, las posibles y mejores fuentes de información (las “orales” sobre las demás), con el inexorable paso del tiempo han ido desapareciendo. No voy a dar nombres, pero estoy seguro que, a casi todos los que leemos el Foro (con una determinada edad) nos vienen a la memoria varios de esos nombres, cuyas vivencias con el “personaje” están llenas de hechos inimaginables y anécdotas graciosas, aunque en algunos casos no tan "simpáticas y agradables". De todos modos, una cosa quedaría clara, una vez más, “la propia realidad supera a la ficción”. Por otro lado, en relación con el caso de D. Bartolomé, en los tres ámbitos fundamentales de la vida de una persona: el familiar (o sentimental), el económico y el político, no tengo ninguna duda: a la hora de relatar la vida de este, no haría falta echar mano de esta vieja sentencia puesta en la boca de Juan de Mairena (junto a Abel Martín, homónimos de nuestro inolvidable maestro D. Antonio): ”Se miente más de la cuenta, por falta de fantasía: también la verdad se inventa”.

Conviene recordar que al escribir la Historia, el objetivo del autor, no es tanto contar las cosas que realmente han sucedido, sino narrar aquellas cosas que podrían haber sucedido y las cosas que son posibles de acuerdo con la verosimilitud o la necesidad. Por eso, la Poesía es más filosófica que la Historia y tiene un carácter más elevado. Quiero recordar que era Aristóteles el que decía lo siguiente: “Historia es, desde luego, exactamente lo que se escribió, pero ignoramos si es exactamente lo que sucedió. Incluso el pasado puede modificarse; los historiadores no paran de demostrarlo”. Igualmente, en palabras mucho más poéticas, pero cuya autoría desconozco, es oportuno acordarse de esta cita: “La historia es la novela de los hechos, y la novela la historia de los sentimientos”.

Al principio de iniciar mis pesquisas (sin tener que acudir al inigualable detective “Pepe Carvalho” y a su fiel ayudante “Biscuter”) durante el Puente de la Inmaculada, creía que no iba a conseguir nada. Juana Fernández Gila, como tal, no le sonaba a casi ninguno de los mayores que consulté. Sin embargo, tomándome un cuba-libre en “La Casa del Pueblo”, me encontré con el “Chico” (el de la Tienda, el de Sebastianito o el de Nicolás, de las tres forma se le conoce) y de inmediato me acordé del fichero que posee con los nombres y “motes” de casi todos las personas nacidas en Jimena, en (casi) los últimos cien años. El invalorable trabajo lo inició su antiguo jefe, Sebastián Lanzas, más conocido como Sebastianito “PÍ”. El “Chico”, durante su trabajo “cobrando el sello”, lo siguió actualizando. Le di el nombre y quedamos a la mañana siguiente en la esquina de la Torre de la Plaza. No sólo había encontrado el nombre, sino también su año de nacimiento. Además, le había preguntado a Bartolomé “El Guarda Sardinilla”. Este la identificó como la hija de Agustín Fernández: “El Rico Nuevo”. Ya tenía el hilo para empezar a desenrollar la maraña.

Efectivamente, con esa pista, mis “gargantas profundas” habituales”, ya recordaban algo, no mucho, pero suficiente para “pergueñar” otra fabulación. Sigue llamándome la atención el miedo a hablar, de casi todos los mayores, cuando los temas rozan hechos sucedidos en torno a la Guerra Civil. Los “perdedores” porque todavía sienten en sus carnes las vilezas y represiones a que fueron sometidos durante largos años. En el caso de los “vencedores”, su miedo es debido a que salgan a la luz las “injustificables” actuaciones revanchistas que alguno de sus familiares más directos, ejercieron sobre los “derrotados”. Como en otras ocasiones, me contaron lo que recordaban sobre este caso, mis “maestros” de casi siempre: mi tía Pilar “Panera” o “La de Damián el Caudillo”, Juan Ramón “El Tato”, Juanito y Miguelín “Solas”, Melchor “El Diablo”, Diego “El Momia” y mi tío Melchor Maroto. Del Hogar del Pensionista saqué poca información. Sólo Martín “El Sereno” se acordaba de alguna coplilla que en el “Bar de Goro” cantaba el marido de Juana “La Gila”. Igualmente recurrí, con poco éxito, al CIVA (Centro de Investigación de Vidas Ajenas) de Jimena, ubicado esporádicamente en algún banco de la Plaza. Se nota la ausencia (desgraciadamente por fallecimiento) de su Fundador y Presidente Diego “El Churretero”.

Gracias a todos ellos, a las consultas que pude hacer en dos libros (“Personajes Ilustres de Jimena” del Padre Lope y “Algunos Linajes de Sierra Mágina” de Manolo Hermoso Poves, donde casi todas las biografías de personajes antiguos que utiliza están sacadas, y él mismo lo dice honradamente, del libro del Padre Lope) y a los “frutos” de mi propia imaginación, nació este “relato” que sigue y que como siempre, he tenido que fraccionar. Espero que sea merecedor de vuestra atención.

La primera parte se llama “La Tía Seca” o “La Gila” y la segunda "D. Bartolomé Martínez Illán". Las “colgaré” cuando me lo permita la desesperante lentitud con la que me estoy encontrando esta tarde dominical en la página del Foro de Jimena.

NOTICIA DE ESTA TARDE.

Acabo de llegar de Madrid a Jimena. He pasado unas horas en el velatorio de mi tío Ramón. Falleció a las 16 horas del sábado 25 de enero. Se ha ido con 91 años el hermano mayor de la saga de los "Maroto". Como se que algunos familiares leen esta página lo pongo en su conocimiento.

Buenas noches y hasta pronto, esperando que sea en circunstancias mejores.

Saludos,

Nuestro más sentido pésame para sus hijos, Rafa y Luis, nietos y demás familia.
Rafael y Mariana