JIMENA: Parece ser los datos son algo diferentes a lo que se...

LOS DOMINGOS, PESE AL FÚTBOL, NO OS ABANDONO.

TIRANDO DEL HILO SE LLEGA AL OVILLO. (Por Luismarín)

Introducción a modo de prólogo:

Se llama ovillo a la bola que se forma enrollando un hilo sobre sí mismo o a una multitud de cosas que tienen una difusa trabazón. Cuando se tira del hilo de un ovillo de lana enmarañada, a veces se deshace de golpe, otras veces se enreda aun más. Es como en la vida misma, un pequeño gesto puede tener grandes consecuencias, y, sin embargo, a veces, ese mismo gesto no tiene el mismo efecto.

Comienzo con esta introducción porqué así, tirando de un hilo se inició la génesis de este “Relato Dominical”. También, porqué utilizando este preámbulo puedo aligerar el texto de la “historia” de hoy. Ya sabéis lo inflexible que es el Censor del Foro en cuanto a la extensión de los escritos.

Todo empezó el día 2 de este diciembre cuando al entrar en el Foro me encontré un mensaje que decía así:“ ¿Me podéis responder quien era Juana Fernández Gila, hija de un tío de D. Bartolomé, muerto a comienzos de la Guerra?. ¿Qué parentesco tenían?. Al aparecer el nombre de D. Bartolomé Martínez Illán se despertó en mí un inusitado interés. ¿Llegaría al meollo de la madeja?.

Mi “fascinación” por este personaje, no es en vano, pues pienso, qué en los avatares de su vida se esconde gran parte de la Historia de Jimena durante la primera mitad del Siglo XX. Igualmente, por contraposición (no solo de clase social), el relato de la Saga de “La Tía Gila” o los “Secos”, también llenaría incontables páginas, sobre todo, de un tema tan en boga en nuestro tiempo actual: el que recoge la llamada “Prensa Rosa o del Corazón”.

Mientras que para algunos, los más afortunados, la vida es un camino de rosas, para la mayoría, la vida no es ningún pasillo recto y fácil que recorremos libres y sin obstáculos, sino un laberinto de pasadizos, en el que tenemos que buscar nuestro camino, perdidos y confusos, detenidos de vez en cuando por un callejón sin salida. Son multitud los que forman parte de esa legión de perdedores y vencidos que se quedan encerrados en ese oscuro callejón ciego. No obstante, nunca debemos olvidar que la historia también la escriben los vencidos y muchas veces las interpretaciones de estos sobre su derrota y dolor calan más hondo en el imaginario popular que las versiones de los vencedores. Decía algún “clásico” que el Destino, a quien quiere le empuja y a quien no quiere lo arrastra.

Con relación a la figura de D. Bartolomé, se podría escribir, no sólo un libro, sino varios y con el éxito asegurado. Sin embargo, por desgracia, las posibles y mejores fuentes de información (las “orales” sobre las demás), con el inexorable paso del tiempo han ido desapareciendo. No voy a dar nombres, pero estoy seguro que, a casi todos los que leemos el Foro (con una determinada edad) nos vienen a la memoria varios de esos nombres, cuyas vivencias con el “personaje” están llenas de hechos inimaginables y anécdotas graciosas, aunque en algunos casos no tan "simpáticas y agradables". De todos modos, una cosa quedaría clara, una vez más, “la propia realidad supera a la ficción”. Por otro lado, en relación con el caso de D. Bartolomé, en los tres ámbitos fundamentales de la vida de una persona: el familiar (o sentimental), el económico y el político, no tengo ninguna duda: a la hora de relatar la vida de este, no haría falta echar mano de esta vieja sentencia puesta en la boca de Juan de Mairena (junto a Abel Martín, homónimos de nuestro inolvidable maestro D. Antonio): ”Se miente más de la cuenta, por falta de fantasía: también la verdad se inventa”.

Conviene recordar que al escribir la Historia, el objetivo del autor, no es tanto contar las cosas que realmente han sucedido, sino narrar aquellas cosas que podrían haber sucedido y las cosas que son posibles de acuerdo con la verosimilitud o la necesidad. Por eso, la Poesía es más filosófica que la Historia y tiene un carácter más elevado. Quiero recordar que era Aristóteles el que decía lo siguiente: “Historia es, desde luego, exactamente lo que se escribió, pero ignoramos si es exactamente lo que sucedió. Incluso el pasado puede modificarse; los historiadores no paran de demostrarlo”. Igualmente, en palabras mucho más poéticas, pero cuya autoría desconozco, es oportuno acordarse de esta cita: “La historia es la novela de los hechos, y la novela la historia de los sentimientos”.

Al principio de iniciar mis pesquisas (sin tener que acudir al inigualable detective “Pepe Carvalho” y a su fiel ayudante “Biscuter”) durante el Puente de la Inmaculada, creía que no iba a conseguir nada. Juana Fernández Gila, como tal, no le sonaba a casi ninguno de los mayores que consulté. Sin embargo, tomándome un cuba-libre en “La Casa del Pueblo”, me encontré con el “Chico” (el de la Tienda, el de Sebastianito o el de Nicolás, de las tres forma se le conoce) y de inmediato me acordé del fichero que posee con los nombres y “motes” de casi todos las personas nacidas en Jimena, en (casi) los últimos cien años. El invalorable trabajo lo inició su antiguo jefe, Sebastián Lanzas, más conocido como Sebastianito “PÍ”. El “Chico”, durante su trabajo “cobrando el sello”, lo siguió actualizando. Le di el nombre y quedamos a la mañana siguiente en la esquina de la Torre de la Plaza. No sólo había encontrado el nombre, sino también su año de nacimiento. Además, le había preguntado a Bartolomé “El Guarda Sardinilla”. Este la identificó como la hija de Agustín Fernández: “El Rico Nuevo”. Ya tenía el hilo para empezar a desenrollar la maraña.

Efectivamente, con esa pista, mis “gargantas profundas” habituales”, ya recordaban algo, no mucho, pero suficiente para “pergueñar” otra fabulación. Sigue llamándome la atención el miedo a hablar, de casi todos los mayores, cuando los temas rozan hechos sucedidos en torno a la Guerra Civil. Los “perdedores” porque todavía sienten en sus carnes las vilezas y represiones a que fueron sometidos durante largos años. En el caso de los “vencedores”, su miedo es debido a que salgan a la luz las “injustificables” actuaciones revanchistas que alguno de sus familiares más directos, ejercieron sobre los “derrotados”. Como en otras ocasiones, me contaron lo que recordaban sobre este caso, mis “maestros” de casi siempre: mi tía Pilar “Panera” o “La de Damián el Caudillo”, Juan Ramón “El Tato”, Juanito y Miguelín “Solas”, Melchor “El Diablo”, Diego “El Momia” y mi tío Melchor Maroto. Del Hogar del Pensionista saqué poca información. Sólo Martín “El Sereno” se acordaba de alguna coplilla que en el “Bar de Goro” cantaba el marido de Juana “La Gila”. Igualmente recurrí, con poco éxito, al CIVA (Centro de Investigación de Vidas Ajenas) de Jimena, ubicado esporádicamente en algún banco de la Plaza. Se nota la ausencia (desgraciadamente por fallecimiento) de su Fundador y Presidente Diego “El Churretero”.

Gracias a todos ellos, a las consultas que pude hacer en dos libros (“Personajes Ilustres de Jimena” del Padre Lope y “Algunos Linajes de Sierra Mágina” de Manolo Hermoso Poves, donde casi todas las biografías de personajes antiguos que utiliza están sacadas, y él mismo lo dice honradamente, del libro del Padre Lope) y a los “frutos” de mi propia imaginación, nació este “relato” que sigue y que como siempre, he tenido que fraccionar. Espero que sea merecedor de vuestra atención.

La primera parte se llama “La Tía Seca” o “La Gila” y la segunda "D. Bartolomé Martínez Illán". Las “colgaré” cuando me lo permita la desesperante lentitud con la que me estoy encontrando esta tarde dominical en la página del Foro de Jimena.

NOTICIA DE ESTA TARDE.

Acabo de llegar de Madrid a Jimena. He pasado unas horas en el velatorio de mi tío Ramón. Falleció a las 16 horas del sábado 25 de enero. Se ha ido con 91 años el hermano mayor de la saga de los "Maroto". Como se que algunos familiares leen esta página lo pongo en su conocimiento.

Buenas noches y hasta pronto, esperando que sea en circunstancias mejores.

Saludos,

¡Queridos amigos del Foro:

El texto del "relato" que voy a intentar colgar a lo largo de esta noche, está escrito entre el sábado de la semana pasada y este domingo. En él, doy las razones de este motivo. Por eso espero que entendáis las diferencias de tiempo que se suceden.

Si por las circunstancias que fueran, dada la hora que es y siendo mañana lunes, si no puedo enviarlo en su totalidad, seguiría en cuanto pueda pues ya lo tengo terminado.

Hasta ahora mismo,

LOS DOMINGOS POR LA TARDE, PESE AL FÚTBOL, NO OS ABANDONO.

CAMBIANDO DE TERCIO (Por Luismarín)

No quiero que creáis por el título de esta “divagación” que voy a volver a los ruedos. Ya me corté la coleta, para siempre, en la famosa corrida del 3 de mayo de 2003 en la plaza de toros de Albanchez. A continuación trato de explicarme.

En uno de mis últimos textos argumentaba que seguiría con mis “relatos” y que tenía en cartera bastantes temas interesantes sobre qué escribir. También, decía que muchas veces son los acontecimientos cotidianos y de actualidad los que marcan el “trasunto” sobre el que intento centrar mi curiosidad intelectual. Esta última circunstancia, es la que ha determinado el contenido del “relato”, aún sabiendo que vuelvo a distanciarme de la línea “amable” y exenta de polémicas (casi siempre llena de referencias locales), que he utilizado en mis últimas colaboraciones. Sin embargo, me sentiría satisfecho, si con mi intervención el Foro saliera, aunque fuera momentáneamente, de la placidez y abulia en las que está inmerso en las últimas semanas.

El fin de semana pasado os contaba, como, por causa de las inclemencias meteorológicas reinantes en Jimena, no pude ensamblar las notas que tenía tomadas sobre el tema que iba a desarrollar en mi relato. Ya lo tengo prácticamente terminado y os adelantaré de qué va a ir la cosa. En una mañana soleada de hace dos domingos encaminé mi paseo madrileño hacia la zona que es conocida como la “Colonia del Metropolitano”. Visité tres lugares cuya historia está relacionada con otras tantas de mis inquietudes y aficiones: la Literatura (en su rama de la Poesía), el fútbol (con los orígenes del Estadio del “Pupas”) y la Historia (en este caso con un episodio digno de los programas televisivos de “Salsa Rosa”). Como los hechos recogidos no se van a modificar, y el texto escrito no se echará a perder, en su momento, lo daré a conocer públicamente.

Hay dos circunstancias que me han inclinado a posponer dicho trabajo: una viene derivada de la publicación (el jueves día 23) de los datos de cierre del año 2013 sobre la evolución del mercado de trabajo español y la interpretación “torticera” que, por parte de algunas de nuestros “mandamases” en el terreno económico, se hicieron de ellos. La otra, más importante, y más triste para mí, por una situación de índole familiar.

Sobre esta última, os puedo contar que llevo una semana en la que no me separo un momento de mi teléfono. Desde el domingo pasado, mi tío, Ramón “Maroto”, está ingresado como consecuencia de un demoledor infarto de corazón. Este mismo mediodía, en la última conversación a través del móvil con mis primos Rafaela y Luis, me han confirmado que los médicos dan la situación por irreversible y que el fatal desenlace se puede producir en cualquier momento. Por ello, tengo preparado el bolso de viaje y el billete de tren abierto para la hora en que sea neceser.

Hay una película de Luis García Berlanga (con José Isbert de protagonista), rodada en 1957, que se llama “Los jueves milagro”, como es obvio, yo no creo en los milagros, pero si en esta célebre frase de Stendahl:”Lo único que justifica a ese Dios justiciero, es que no existe”. Ahora mismo, estoy poniendo en práctica una recomendación que recogí (más o menos) leyendo al francés Guy de Maupassant: los recuerdos de las vivencias compartidas despiertan en nuestro interior la vida de los que ya no la tienen. Cuando hablamos o pensamos en ellos estamos sintiendo que no se nos han ido del todo. Además, como ya he repetido en otras ocasiones, los momentos y conversaciones que hemos compartido a solas con los ausentes para siempre, se los van a llevar consigo al otro mundo (¿de verdad existe?) y, por tanto, una parte de nuestras vidas desaparecerá con su falta. Es decir, la totalidad del tiempo de nuestra existencia va a quedar mermado al restarle esos momentos ya irrepetibles.

Desde mi niñez, he tenido una relación bastante fluida con mi tío y nunca dejé de hablar con él en cuanto tenía oportunidad. El sábado pasado, viendo un partido de futbol en su casa, no me imaginaba que iba a ser la última vez que estaríamos juntos. Hablábamos de todo (menos de política, pues la distancia entre las ideas de cada uno llegaba a las antípodas) y todavía, a sus 91 años, tenía una buena memoria sobre hechos acaecidos en Jimena y episodios de sus gentes.

Hay una anécdota suya que, aunque conocida por muchos, no quiero dejar de contar. En una de las visitas de D. Fernando Hermoso, por entonces Gobernador Civil de Almería, se encontraba aplaudiéndolo encaramado en la barandilla del muro de la Plaza, se le fueron los píes y dio un fenomenal “costalazo” hasta la carretera; D. Fernando, acudió prestamente a interesarse por él, pues en la caída se había “esollao” la cara y sangraba considerablemente. ¡Ramón, Ramón!, ¿cómo estás?, le preguntaba el Gobernador, mi tío, después de emitir su característico “carraspeo” tan frecuente en medio de sus conversaciones, le respondió orgulloso: ¡La Falange es muy dura D. Fernando, ¡muy dura!.

En fin, en estos momentos solo me queda esperar el fatídico desenlace, y, aunque parezca cruel, me acuerdo de lo que decía mi padre cuando participaba en los concursos de tiro al plato: en vez de utilizar el grito de ¡Plato!, exclamaba ¡Lo que vaya a ser pronto!.

Hasta aquí llevaba escrito cuando me fui al Santiago Bernabéu para ver ganar al Real Madrid a mi añorado y querido Granada. Justamente cuando Ronaldo marcó el primer gol, entre la “algarabía” de júbilo que estalló en el Estadio, sonó el teléfono en mi bolsillo: era mi prima Rafa para comunicarme lo que todos estábamos esperando. Mentalmente, le di las gracias a mi tío, pues como buen “merengue” que era, esperó a fallecer con el tiempo justo para que yo pudiera ver el partido.

Al poco rato de la finalización del mismo, me embarqué en un autobús para Sevilla (los sábados a partir de las ocho no hay ninguna combinación, ni en tren ni en autobús, para Jaén) y el conductor tuvo la amabilidad de dejarme en el cruce con la carretera de Baños de la Encina. Me estaba esperando Pepito el Seco con su taxi y todavía llegué a tiempo de estar un rato con mis primos en el velatorio. El domingo, a primeras horas de la tarde, fue el sepelio, y como es lógico no tenía ánimos para ponerme a escribir.

En esta tarde-noche del lunes, con el ordenador sobre la mesita desplegable de mi asiento, hasta que ha llegado la hora de cenar algo en el vagón restaurante, he comenzado a escribir sobre la otra cuestión que os anunciaba. No he podido terminar y seguiré cuando pueda una vez que esté en Madrid.

En el hecho de que me decida a escribir sobre la actualidad inmediata de los datos de empleo y paro, también ha influido el comentario, relacionado con mi última intervención, que hizo, hace unos días en este Foro, mí amigo “El Palomero”. En las dos últimas y agradables veladas, con tertulia incluida, que compartimos junto a su esposa Luisa y el partido de fútbol de la tele, hablamos de lo humano y divino pero no salió el tema sobre el que me hace sus reproches: la desesperación de los hombres y mujeres en paro y mis “lágrimas de cocodrilo”.

Por una vez, y sin que sirva de precedente, Martina (MP) estuvo de acuerdo conmigo y le puso los puntos sobre las íes acertadamente: ¿Porqué una persona, aunque viva desahogadamente (“Haz tu propia montaña y así nadie te podrá culpar por vivir en la cumbre”, dice un viejo proverbio chino), no va a tener inquietudes sociales y estar preocupada y desesperanzada por las privaciones actuales de los más necesitados?.

Sobre los motivos de la “desesperación” es de lo que voy a escribir más adelante. En cuanto a la “acusación” de insensibilidad ante las penas de los demás, por el hecho de que yo viva bien, me duele que salga de una persona que se supone que me conoce algo. Como creo que la mayoría de mis amigos y personas de mi entorno, piensan exactamente lo contrario sobre mi manera de “sentir” los males del prójimo, no voy a entrar en disquisiciones inútiles sobre el tema, como decía aquel: ¡Por sus hechos los conoceréis!.

Ya he dejado dicho más arriba, que el pasado jueves día 23 de enero se hicieron públicos los datos (que cierran el año 2013) de empleo y paro del cuarto trimestre de la Encuesta de Población Activa (EPA). No hizo falta que me “picara el bicho” (“Palomero” dixit), para que me sintiera acometido por una doble “desesperación”. En primer lugar, por la estupefacción derivada del ejercicio del cinismo, mostrado públicamente, por parte de algunos altos dirigentes del Gobierno, al considerar los datos como positivos (mejores de lo esperado, llegó a decir el Secretario de Estado de Economía), a pesar de la nueva subida de la tasa de paro. En segundo término, por la inquietante radiografía del mercado laboral español, que continúa deteriorándose después de transcurridos dos años de la llegada de la “Derechona” (como diría Francisco Umbral) al Poder.

“Se miente más de la cuenta / por falta de fantasía: / también la verdad se inventa”. (Juan de Mairena)

No me voy a extender mucho (el espacio que te otorga esta Página no deja hacerlo), ni voy a entrar en intencionados “juicios de valor”, solamente me voy a limitar a interpretar las cifras con toda la “asepsia” posible y tratando de aclarar ciertos datos para facilitar la comprensión a algunos sobre por qué los datos son para desesperarse.

(CONTINÚA)

(CONTINUACIÓN 2)

El “triunfalismo” de nuestros mandamases económicos se centraba en que el paro había bajado en 8,4 mil personas en el trimestre y en 69 mil a lo largo de 2013. Todos obviaron que, sin embargo, el empleo había descendido en 65 mil ocupados y en casi 200 mil en los mismos periodos citados. A ninguno se le ocurrió citar que la bajada del paro se debe a la retirada de los parados que estaban buscando empleo y que “desanimados” por las nulas perspectivas de encontrarlo, pasan a la inactividad y salen del cómputo como parados. Como corroboran las cifras de la población activa, fueron 73,4 mil los activos desaparecidos en el trimestre y 270 mil en el año completo. Igualmente, se olvidaron destacar que la tasa de paro volvió a subir para situarse por encima del 26% (esto quiere decir que de cada 100 activos 26 continúan estando parados).

Para mayor gravedad, el empleo no cayó más gracias a los puestos de trabajo que se crean en la campaña de la aceituna y que son totalmente coyunturales como todos sabemos (los jiennenses mejor que nadie). Así, mientras que en la Agricultura (por la razón citada) se crearon 85,2 mil empleos, el sector Servicios destruyó 109 mil, la Construcción 35,2 mil y la Industria 6 mil. El análisis de los datos pone de manifiesto que el proceso de destrucción de empleo continúa (véase la prensa de estos días con los despidos anunciados en Coca-Cola y el Banco de Santander, empresas que tienen en común el hecho de estar registrando sustanciosos beneficios) tanto en la Industria como en la Construcción. En ambos sectores no para la hemorragia de ocupados con dos notables agravantes: por primera vez desde que se inició la crisis la Industria destruye en un año más empleos que la Construcción y, a su vez, esta baja por primera vez en 25 años del millón de ocupados (978,4 mil). Este hecho, se plasma de la siguiente manera: la Industria perdió 109,3 mil puestos de trabajo en 2013 y la construcción 95,5 mil. En este último sector la crisis se ha llevado por delante 1,7 millones de trabajadores.

Igualmente, los trabajadores del Sector Público (médicos, maestros, asistentes sociales, policías, militares, funcionarios, etc.) continúan sufriendo el duro ajuste del gasto público que tiene reflejo en la disminución de sus efectivos: en los dos últimos años ha descendido en más de 350 mil personas su nivel de empleo.

Todos estaremos de acuerdo en que los datos económicos son mucho más comprensibles si hacemos algún tipo de comparación entre ellos. Vamos a ello:

Desde finales de 2011, es decir, a partir de que el nuevo Equipo de Gobierno se hizo cargo del Poder, el número total de ocupados ha descendido en más de un millón (-1.049,3 mil). Por sectores económicos se desglosa así: -17,5 mil en Agricultura, -252,1 mil en Industria, -298,5 mil en Construcción y -481,2 mil en Servicios. El nivel de la ocupación a finales de año se situaba en 16.758, 2 mil que supone retroceder a niveles del año 2002. Por otro lado, es interesante analizar el cambio tan drástico que arroja el nuevo perfil de los ocupados.

Sobre esta nuevo “diagrama” del empleo, que se viene observando en los dos últimos años, tiene bastante que ver la famosa Ley de Reforma Laboral aprobada en febrero de 2012. Casi todos los analistas del mercado de trabajo (¡claro!, a excepción de los “palmeros” oficiales) están de acuerdo en una cosa: dicha Reforma (nociva para los trabajadores en diversos aspectos), ha supuesto un cambio brutal en el régimen disciplinario de los empleadores sobre los empleados y su mejor “arma” ha sido la facilitación del despido a través de su abaratamiento. Esto ha facilitado la renovación de las plantillas sustituyendo trabajadores fijos por temporales y contratos de jornada completa por otros a tiempo parcial. Este cambio implica el consiguiente descenso de los salarios y un deterioro considerable en sus relaciones laborales (jornada, vacaciones, antigüedad, poder de negociación, etc, etc). La contemplación de las cifras es la mejor manera de la demostración de estas afirmaciones.

Atendiendo a la modalidad de contrato, en estos dos años transcurridos, frente a la desaparición de 673,9 mil asalariados de contrato fijo, los temporales lo han hecho en 417,9 mil (220 mil menos) y, si estudiamos el empleo según el tipo de jornada, podemos comprobar cómo los ocupados a jornada completa han minorado en 1.239,9 mil frente al aumento de 289,6 mil experimentado por los de jornada a tiempo parcial. Es decir, las empresas han hecho sus ajustes de plantillas cebándose en los trabajadores indefinidos y con jornada a tiempo completo. Cabe añadir, que la tasa de temporalidad se mantiene rozando el 25% (una cuarta parte de los asalariados son temporales) y que el porcentaje de ocupados a tiempo parcial se ha incrementado en 2,5 puntos desde finales de 2011 hasta el 16,3% actual. Por otro lado, la jornada de trabajo semanal ha aumentado hasta las 34,7 horas en este trimestre frente a las 34,1 de 2012. Si el empleo a tiempo parcial implica (teóricamente) una jornada laboral mucho más reducida, no es descabellado pensar que tal vez se esté dando un abuso por parte de los empresarios, obligando a estos trabajadores a realizar jornadas por encima de lo legalmente establecido danto lugar a esta situación.

De lo que no hay ninguna duda, es que el deterioro de la calidad del empleo no lo puede negar ni San Pedro, considerado el maestro de las negaciones. Ojalá tenga razón Rafael Sánchez Ferlosio (el autor de “El Jarama” y Premio Nadal en 1955) cuando decía: “El más alto precio que hay que pagar por el mañana es el presente”.

Comencé citando las cifras del paro y la “bondad” (¿quizás oculta?) del dato que recogía una “excepcional” caída de 8 mil desempleados situando su cifra en 5,9 millones de personas. Sin embargo, vuelvo a insistir, esta cifra hay que ponerla en “cuarentena” por dos razones fundamentales: el descenso del paro no ha sido suficiente para que se viera reflejado en un aumento del empleo y tampoco ha conllevado un descenso en la tasa de paro, ya hemos visto que ha sido al contrario.

Igualmente, seguimos constatando cómo los efectos “maléficos” del desempleo se siguen concentrando en los mismos colectivos de siempre: los jóvenes, los mayores de 50 años donde están concentrados los parados que llevan buscando trabajo más de un año (paro de larga duración) y las mujeres. Es ilustrativo de estas situaciones el hecho de que la tasa de paro entre los jóvenes sobrepasa el 55% y entre ellos hay más de un millón de licenciados desempleados (1,3 millones), que los parados de larga duración ya suponen casi el 61% del total de parados y que la tasa de paro femenina alcanza prácticamente el 27%.

Ya sabemos que el refranero español dice que “todas las comparaciones son odiosas”, pero, al igual que hacíamos con los datos de empleo, si hacemos lo mismo (y para el mismo periodo de los dos últimos años) con los del paro, se llega a los siguientes resultados:

Desde el inicio de la actual legislatura el paro se ha incrementado en 622,7 mil personas de las cuales más de 379 mil eran mujeres. La tasa de paro se ha incrementado en 3,2 puntos pasando del 22,8 al 26%. El porcentaje de parados de larga duración sobre el total del colectivo de desempleados ha subido del 50 al 61%. La situación no ha empeorado aun más porque el número total de personas activas ha descendido en 425 mil.

No quisiera dejar en el olvido algunos datos sobre la situación de los hogares españoles que también ofrece la citada EPA. Por ejemplo, desde el inicio de la crisis, el número de hogares familiares ha descendido por primera vez en un año (concretamente 2013 cerró con 1.800 hogares menos que 2012). A finales de 2013 en España había 17.404.200 hogares frente a los 17.406.000 de 2012. El principal motivo de la pérdida de hogares es que muchos ciudadanos (tanto extranjeros como nacionales) han abandonado España ante la falta de oportunidades laborales. Sin embargo, no se puede dejar de lado la involución que están sufriendo las familias españolas con motivo de situaciones más o menos complicadas: personas que ante la falta de recursos se ven obligados a volver a casa de sus padres, gente que tiene que compartir piso a la fuerza porque no le llega para pagar el alquiler o la hipoteca y algunas otras más. En definitiva, reagrupaciones familiares que se han producido como el único medio para hacer frente a contextos difíciles.

Es desalentador saber que en 1,83 millones de hogares todos sus miembros activos siguen parados. Igualmente, que se ha duplicado el número de familias que subsisten con la pensión de los abuelos y que ya son 3,5 millones de hogares en dónde la persona de referencia es un jubilado que ha tenido que gastar un 33% más para poder atender a su familia. No es menos preocupante que casi 700 mil hogares carecen de cualquier tipo de ingreso y que cuatro de cada diez sobreviven a base de prestaciones y ayudas públicas. Utilizando como fuente la Memoria de Cáritas Española (referente a 2012) se puede constatar como la pobreza severa (término que se aplica a personas con ingresos inferiores a 307 euros al mes) ya afectaba a tres millones de españoles y que más de 12 millones viven en situación de pobreza y exclusión social.
Estos son los datos aunque en nuestros actuales dirigentes parece que están haciendo suya la célebre máxima de un conocido estadístico: ¡Si los datos no nos acompañan, peor para los datos!. Son los mismos que recitan entre labios esta estrofa de una canción de Bob Dylan: ¡Voy a pagar con sangre, pero no será con la mía!.

(SIGUE)

Parece ser los datos son algo diferentes a lo que se que quiso dar a conocer a la opinión publica este fin de semana pasado, eso si con esta frase de tu amigo, yo me río, Inercias positivas.