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JIMENA: Ana Dios quiera que pronto se arregle todo, en ese...

Para mi querida familia forera. Con motivo de mis 50 años en tierra venezolana:

"En mis oidos, aún retumba aquella canción entrañable para cualquier emigrante español, pero que escuchada, justo en el momento cuando el barco se alejaba del puerto de Cadiz, su letra se convertía en un verdadero himno de despedida al país que me vió nacer..., especialmente aquella estrofa que me llegaba a lo más profundo del alma:

"... adios mi España querida/ dentro de mi alma/ te llevo metida/ aunque soy un emigrante/jamás en la vida/yo podré olvidarte..."

Igualmente, en la retina de mis ojos, aún se refleja la última imagen de mi patria:

... titilantes luces iluminando la incipiente noche de aquella blanca ciudad andaluza..., figuras de personas queridas ondeando al aire sus pañuelos en señal de despedida..., un cielo pincelado de tonos grises atardecidos..., un mar que se hacía cada vez más ancho e inmenso...,"

Tomo parte de lo que es el inicio de mi libro: "EL VUELO DE LA GOLONDRINA", para recordar que, desde aquel triste momento descrito, han transcurrido 50 años exactamente... Sí, ¡50 años!. La foto fué tomada, exactamente, un día 10 de marzo del 1964, en el muelle del Puerto de La Guaira, minutos después de que bajáramos de aquel transatlántico que, durante 10 largos días, nos sirvió de hogar: Virginia de Churruca.

Muchas lunas han pasado desde entonces..., mucha agua por debajo el puente... Y al final de todos mis avatares, creo que puedo decir con toda propiedad, como dijo Pablo Neruda: "Confieso que he vivido"; pues estoy convencida de que la vida, con sus "mareas y serenidades", es un viaje de constante aprendizaje y yo, a estas alturas, he tratado de aplicar su enseñanza.

Durante estos 50 años, obviamente todo ha ido cambiando, transformándose... nosotros mismos, nuestro entorno..., pero hay algo que en mí siempre se ha mantenido intacto: mi amor, mi nostalgia, mi melancolía... por mi España, patria que, en mi corazón, vive sin divisiones... Me siento sumamente orgullosa de ser española... y se me enchina la piel cuando pienso en mi patria chica: mi blanca andalucía..., y en élla, mi terruño: ¡Jimena de mis amores! Ni los años, ni la distancia, han hecho mella en este profundo sentimiento que nace de mi alma, hacia ese pedacito de tierra que huele a olivo, a romero, a jazmines y geranios..., donde nací, jugué, soñé... y al despedirme de élla, dejé en su seno un trocito muy especial de mi primaveral vida... ¡cómo olvidarla entonces!.

Sin embargo, en estos años, también aprendí a ser de "corazón amplio", por lo que, hoy por hoy, parte de mi, se siente completamente compenetrada y enamorada de esta hermosa y noble tierra que un día, sin condiciones ni limitaciones, me acogió como una hija más. Es por esa razón que, en estos momentos, trágicos, terribles y sumamente peligrosos para este país, me duele enormemente y sufro al ver una Venezuela destrozada, dividida, empobrecida, como jamás pensé que podría llegar a ser. No quiero hablar, en este momento, del tema que me abruma enormemente; sólo les diré que la situación es peor de lo que, creo, en el exterior se ve.

Mi mensaje, en esta oportunidad es, tal vez, inconscientemente, para recordarme que mis 50 años en esta rica, pero empobrecida tierra caribeña, ha sido fructífera en muchos aspectos, pero especialmente, en aprendizaje de valores fundamentales para darle un gran sentido a mi vida.

Un saludo a todos. Ana

Prima a pesar de todo,
te deseo un feliz aniversario...
Un beso.

Gracias prima. En verdad, no me lamento haber llegado un buen día a esta hermoso país; por el contrario, siempre he mantenido que mi vivir en élla me permitió, entre otras cosas, tener conceptos y criterios de la vida misma, tal vez diferentes a los que hubiese tenido de no haber salido de mi tierra natal. Venezuela fué uno de los paises que, en décadas pasadas, acogió con mayor receptividad, a un gran número de emigrantes europeos. Su gente amable, cálida y sencilla, nunca impuso obstáculo alguno, para que el extranjero disfrutara de todas las riquezas y beneficios que esta generosa tierra brindaba en abundancia. Es por eso que, con inmensa tristeza y dolor, no puedo concebir a esta otra desconocida Venezuela. Muchos nativos se preguntan: ¿cómo es que hemos llegado a tener tanto odio entre hermanos?... Y yo, que no soy nacida aquí, me pregunto: ¿cómo es que, si nunca odiaron a todos aquellos extranjeros que un día llegamos en pos de una esperanza, por el contrario, nos abrieron sus brazos amistosamente, ahora son capaces de odiarse entre padres e hijos, hermanos, etc.? La respuesta, ¡claro que todos la tenemos!: han sido 15 largos años de una terrible y constante siembra que, lamentablemente, ahorita se está cosechando.
Sólo esperamos que... si te soy sincera, no sé qué esperamos... Orar y pedir para que cesen las muertes, las torturas, los desaparecidos y todo este horror que estamos viviendo.
Saludos a la familia. Un beso a todos.

Ana Dios quiera que pronto se arregle todo, en ese estupendo pais que es Venezuela. Un abrazo para ti y para todos los Venezolanos
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Gracias María Dolores por tus buenos deseos. Confío en que la Ley Divina, más pronto que tarde, coloque las cosas y las personas en el lugar que le corresponde. Un abrazo, Ana