Corría el año 1964 y la televisión del No-Do estrenaba el UHF y las series “Bonanza” y “Embrujada”. Entre “Picapiedras” y “Vengadores”, la tele en blanco y negro se iluminaba con un anuncio que permanece en la memoria colectiva: una rubia apenas cubierta por una vaporosa camisa galopaba a lomos de un caballo tordo (blanco) sin silla de montar (usaba medias del color de su piel). Era la chica de Terry. El “spot” fue pionero, el primero de una bebida espirituosa en los medios de comunicación españoles. Y en una España oscurecida por la férrea censura franquista destilaba erotismo para muchos. Tiene su leyenda.
El anuncio de los 60 tenía un “pero” de tinte sexista: un hombre de pobladas patillas bebía y la chica era una especie de ensoñación suya. Pero fue su estética la que quedó en la retina.
Y vds se preguntaran que a qué viene esto ahora, pues nada simplemente que fue centro de una de las numerosas conversaciones que mantuvimos durante la reunión.
“... aquella luminosa y prieta Margit Kocsis, la rubia que cabalgaba por la playa el caballo blanco en el anuncio de Terry, noble bruto ignorante de lo que llevaba encima. Aquella chica nacida lejos de la España virtuosa e imperial, aquella chica que endulzaba la existencia de los muchachos de un país en el que hasta las putas llegaban vírgenes al matrimonio. ¿Ubi sunt?”. (Juan Eslava Galán).
El anuncio de los 60 tenía un “pero” de tinte sexista: un hombre de pobladas patillas bebía y la chica era una especie de ensoñación suya. Pero fue su estética la que quedó en la retina.
Y vds se preguntaran que a qué viene esto ahora, pues nada simplemente que fue centro de una de las numerosas conversaciones que mantuvimos durante la reunión.
“... aquella luminosa y prieta Margit Kocsis, la rubia que cabalgaba por la playa el caballo blanco en el anuncio de Terry, noble bruto ignorante de lo que llevaba encima. Aquella chica nacida lejos de la España virtuosa e imperial, aquella chica que endulzaba la existencia de los muchachos de un país en el que hasta las putas llegaban vírgenes al matrimonio. ¿Ubi sunt?”. (Juan Eslava Galán).