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Las Caleras de Picio.
Una de las actividades tradicionales de Jimena ha sido la extracción de cal viva. La cal ha sido hasta no hace mucho tiempo un elemento muy utilizado para encalar las fachadas de las viviendas, como material de construcción, para curar las heridas de los animales e incluso aún se utiliza para pintar las cuadras y casas de aperos por ser un gran desinfectante, también se utilizaba para mantener durante mas tiempo los huevos, que se metían en una masa hecha de cal y agua, etc.
La producción de cal se llevaba a cabo en las caleras que son pozos circulares de una profundidad de 1 o 2 metros aproximadamente, rodeado en su interior por un muro de piedra y por fuera cubierto de barro incluso otro muro de piedra sin argamasa. En el interior se depositaba gran cantidad de leña y encima se ponía la piedra caliza que se encontraba en los alrededores; en la base había una apertura por donde se avivaba el fuego. Después de varias horas (incluso días) ardiendo, la calera actuaba como un gran horno y las piedras se convertían en cal viva, la cual se extraía por la red de debajo de la calera, se dejaba enfriar y ya tenemos la cal. Este proceso de producción tradicional tiene sus orígenes en los hornos romanos, después lo usaron los musulmanes y así hasta nuestros días.
A mediados del siglo XX se dejó de producir al no poder hacer frente a la producción de porland y otros productos mas adecuados de la construcción.
En Jimena tenemos restos de estas caleras por la zona de las Piedras del Pomar, en lo que se conoce como Caleras de Picio, Cerro del Castillejo, donde se ha detectado la presencia de un asentamiento ibero (la foto la he obtenido de Cismamágina).
Una de las actividades tradicionales de Jimena ha sido la extracción de cal viva. La cal ha sido hasta no hace mucho tiempo un elemento muy utilizado para encalar las fachadas de las viviendas, como material de construcción, para curar las heridas de los animales e incluso aún se utiliza para pintar las cuadras y casas de aperos por ser un gran desinfectante, también se utilizaba para mantener durante mas tiempo los huevos, que se metían en una masa hecha de cal y agua, etc.
La producción de cal se llevaba a cabo en las caleras que son pozos circulares de una profundidad de 1 o 2 metros aproximadamente, rodeado en su interior por un muro de piedra y por fuera cubierto de barro incluso otro muro de piedra sin argamasa. En el interior se depositaba gran cantidad de leña y encima se ponía la piedra caliza que se encontraba en los alrededores; en la base había una apertura por donde se avivaba el fuego. Después de varias horas (incluso días) ardiendo, la calera actuaba como un gran horno y las piedras se convertían en cal viva, la cual se extraía por la red de debajo de la calera, se dejaba enfriar y ya tenemos la cal. Este proceso de producción tradicional tiene sus orígenes en los hornos romanos, después lo usaron los musulmanes y así hasta nuestros días.
A mediados del siglo XX se dejó de producir al no poder hacer frente a la producción de porland y otros productos mas adecuados de la construcción.
En Jimena tenemos restos de estas caleras por la zona de las Piedras del Pomar, en lo que se conoce como Caleras de Picio, Cerro del Castillejo, donde se ha detectado la presencia de un asentamiento ibero (la foto la he obtenido de Cismamágina).