Ofertas de luz y gas

JIMENA: Que forma mas poética de describir algunos acontecimientos:...

La primera Casería de Cánava:

Parece ser que aquí se edificó la primera Casería de Cánava. Habría que remontarse a los años sesenta del pasado Siglo XIX. El matrimonio formado por Rosario Torres León y Bernabé Herrera Lozano, compraron a la Iglesia el terreno llamado “Huerta o Huerto de Cánava”. Se aprovecharos de la “Ley de Desamortización” de fincas propiedad de la Iglesia, que en 1855 promulgó el Ministro de Hacienda de Isabel II Pascual Madoz. Contaron con las influencias que en esos momentos tenía en la Curia Provincial el hermano sacerdote de Rosario conocido como Don Antonio “El Prior”.

Rosario solo concibió féminas, fueron cinco (Isabel Juana, Ángela, Alfonsa, María Remedios y Ana Rita) y en Jimena eran conocidas como “Las Niñas de Don Bernabé”. Este señor es el protagonista de dos anécdotas que ya están incorporadas a las “Leyendas Urbanas” de nuestro pueblo. De todos los Jimenatos es conocida la expresión ¡Eres más vago que Don Bernabé!, ¡En toda su vida conoció las “cámaras” de su casa!. El otro dicho se emplea cuando sopla el aire con fuerza: ¡Ya vienen los “avareaores” de Don Bernabé!. Por lo visto, le daba tanta pena que le dieran palos a sus olivas, que esperaba a recoger la aceituna hasta que el viento la tirara al suelo.

Una vez segregada la finca inicial en cuatro parcelas, esta le correspondió a la tercera hija, Alfonsa. Estuvo casada con Manuel González de Tejada que llegó a ser Alcalde de Jimena y murió fusilado en los trágicos sucesos de la Guerra Civil en nuestro pueblo. Uno de los episodios amorosos extramatrimoniales de este señor, es de sobra conocido por muchas generaciones de Jimenatos, con decir “La Mancheguita” es suficiente.

Este matrimonio no tuvo hijos y vivían en la casa a la que se llega una vez subidos los “Escalones del Potro”. Alfonsa vivió su viudez durante largos años y, en su testamento, dejó la finca de Cánava a su sobrino y “ahijado”, Manuel Hermoso Poves, que por estos días sigue disfrutando todos los veranos de la famosa “Villa Alfonsa”, cuya entrada es la que se refleja en esta foto.

Saludos y buenas noches,

Que forma mas poética de describir algunos acontecimientos: "... trágicos sucesos...", parece como si hubiese pisado una cáscara de platano y se hubiera descalabrado, ¡que diferencia narrativa tan grande a como se narran los crímenes franquistas!