¡Queridos amigos del Foro:
Vuelvo a incorporarme a esta entrañable página después de un fin de semana en Jimena corto pero intenso.
No pretendo hacer una crónica de mis andanzas (algunas poco edificantes) pero si, poner al día a todos los foreros, sobre todo a los que no viven en Jimena, de parte de lo que se ha “cocido” en el pueblo especialmente el sábado día 28.
Creo que el número de visitas, que algún día ha llegado casi a las 17 mil (aunque seguimos sin saber cómo se contabilizan) es una muestra del interés que sigue despertando la actualidad cotidiana que vive nuestra gente.
Renfe cumplió con su horario y ya, desde la caída de las primeras sombras de la noche del viernes, pude disfrutar de una espléndida velada, con tertulia incluida, que se desarrolló en las mesas del J&R (los padres de Jesús ejercieron de anfitriones) que tenía toda la plaza para el solo, al estar Marco disfrutando de un día playero.
Después de echar el cierre en la Plaza, algunos rematamos en el "Desmadre", donde curiosamente, y con fortuna, te puedes tomar una copa acompañado de una “Sirena” de verdad. Lo más problemático fue la vuelta a Casa Juana en una noche en que la luna estaba en plena fase “nueva” y la oscuridad del Parque era un peligro y una puesta a prueba del sentido de “orientación” desarrollado en tantas noches como esa.
Por cierto, ya era realidad que Manolo Bacalao ha cerrado el Kiosco de Cánava y está preparando la parte destinada a Bar del complejo Monterrey. Piensa abrir en esta semana que entra y, rectificando al amigo Mariano, puedo decir que solo abrirá el bar, y, por tanto, seguirá sin servicio de habitaciones. Todavía no se sabía si va estar abierto lo que queda del verano el Kiosco de Cánava, sería una puntilla más para el pueblo el hecho de que no tuviéramos donde tomarnos una cerveza en ese incomparable y emblemático paraje de Jimena.
El sábado fue tan intenso que le faltaron horas a la agenda. Después de un reparador desayuno desde una mesa con vistas que permitían el “churreteo” de lo que pasaba por la Plaza, comenzó mi jornada con una clase no lectiva en los asientos del aula de “La Piedra”. En la foto de arriba se pueden contemplar a los Catedráticos y a algunos de los alumnos. Al finalizar la lección y, para hacer hora hasta el inicio de la celebración “Madridista” hubo tiempo de emular a Lope el de Cánava, y, a las doce en punto, quitarle la “raspa” a la primera botella.
Vuelvo a incorporarme a esta entrañable página después de un fin de semana en Jimena corto pero intenso.
No pretendo hacer una crónica de mis andanzas (algunas poco edificantes) pero si, poner al día a todos los foreros, sobre todo a los que no viven en Jimena, de parte de lo que se ha “cocido” en el pueblo especialmente el sábado día 28.
Creo que el número de visitas, que algún día ha llegado casi a las 17 mil (aunque seguimos sin saber cómo se contabilizan) es una muestra del interés que sigue despertando la actualidad cotidiana que vive nuestra gente.
Renfe cumplió con su horario y ya, desde la caída de las primeras sombras de la noche del viernes, pude disfrutar de una espléndida velada, con tertulia incluida, que se desarrolló en las mesas del J&R (los padres de Jesús ejercieron de anfitriones) que tenía toda la plaza para el solo, al estar Marco disfrutando de un día playero.
Después de echar el cierre en la Plaza, algunos rematamos en el "Desmadre", donde curiosamente, y con fortuna, te puedes tomar una copa acompañado de una “Sirena” de verdad. Lo más problemático fue la vuelta a Casa Juana en una noche en que la luna estaba en plena fase “nueva” y la oscuridad del Parque era un peligro y una puesta a prueba del sentido de “orientación” desarrollado en tantas noches como esa.
Por cierto, ya era realidad que Manolo Bacalao ha cerrado el Kiosco de Cánava y está preparando la parte destinada a Bar del complejo Monterrey. Piensa abrir en esta semana que entra y, rectificando al amigo Mariano, puedo decir que solo abrirá el bar, y, por tanto, seguirá sin servicio de habitaciones. Todavía no se sabía si va estar abierto lo que queda del verano el Kiosco de Cánava, sería una puntilla más para el pueblo el hecho de que no tuviéramos donde tomarnos una cerveza en ese incomparable y emblemático paraje de Jimena.
El sábado fue tan intenso que le faltaron horas a la agenda. Después de un reparador desayuno desde una mesa con vistas que permitían el “churreteo” de lo que pasaba por la Plaza, comenzó mi jornada con una clase no lectiva en los asientos del aula de “La Piedra”. En la foto de arriba se pueden contemplar a los Catedráticos y a algunos de los alumnos. Al finalizar la lección y, para hacer hora hasta el inicio de la celebración “Madridista” hubo tiempo de emular a Lope el de Cánava, y, a las doce en punto, quitarle la “raspa” a la primera botella.