¡Queridos foreros:
Después de estos días tan agitados hoy lunes ha vuelto la tranquilidad al pueblo y es que, como bien dice el refrán, tras la tempestad viene la calma.
Salvo Mariano, que nos ha contado sus problemas con su viaje de vuelta a Pamplona (aún tiene tiempo para pensárselo) nadie ha argumentado otra fecha diferente a la del sábado 23 de agosto para la celebración del V Encuentro Forero.
Todavía faltan cinco días pero ya hay una veintena como mínimo que han confirmado su asistencia con aportación en "especie" incluida.
Es decir, que salvo por causas de fuerza mayor, el sábado que viene, después de la puesta de sol, para que no se noten mucho las arrugas con que el tiempo nos está castigando a la mayoría, la tertulia amistosa sigue en pie.
El asunto de las luces, las mesas y las sillas ya está resuelto y las llaves del Castillo están a disposición de los participantes.
Seremos muchos o pocos pero, por lo menos, este año seremos. El que viene, me remito a lo que había escrito en la visera de aquel camión que durante tantos años pasó por la Carretera Alta: "El tiempo hablará".
Saludos,
Después de estos días tan agitados hoy lunes ha vuelto la tranquilidad al pueblo y es que, como bien dice el refrán, tras la tempestad viene la calma.
Salvo Mariano, que nos ha contado sus problemas con su viaje de vuelta a Pamplona (aún tiene tiempo para pensárselo) nadie ha argumentado otra fecha diferente a la del sábado 23 de agosto para la celebración del V Encuentro Forero.
Todavía faltan cinco días pero ya hay una veintena como mínimo que han confirmado su asistencia con aportación en "especie" incluida.
Es decir, que salvo por causas de fuerza mayor, el sábado que viene, después de la puesta de sol, para que no se noten mucho las arrugas con que el tiempo nos está castigando a la mayoría, la tertulia amistosa sigue en pie.
El asunto de las luces, las mesas y las sillas ya está resuelto y las llaves del Castillo están a disposición de los participantes.
Seremos muchos o pocos pero, por lo menos, este año seremos. El que viene, me remito a lo que había escrito en la visera de aquel camión que durante tantos años pasó por la Carretera Alta: "El tiempo hablará".
Saludos,