SEVILLA, LOS DOMINICOS Y LA INMACULADA.
Publicado por MANUEL on diciembre 1, 2010
Conviene recordar en estos días previos a la festividad de la Inmaculada Concepción la controversia generada en Sevilla allá por el S. XVII referente al tema.
Al contrario de los franciscanos y jesuitas, acérrimos defensores del dogma concepcionista, los dominicos, la Orden de los Frailes Predicadores, se opusieron rotundamente a la mencionada promulgación.
Así, en la Sevilla de 1613, cuando la Iglesia debatía si se debía proclamar el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, la fiesta llevaba ya siglos celebrándose --En Santiago de Compostela desde 1273, en Córdoba desde 1350 y en Sevilla desde 1369, puede que fuese celebrada con anterioridad a esta fecha--, no fue hasta 1854 cuando Pío IX la proclamó como dogma de fe en la hermosísima bula "Inefabilis Deus".
Los dominicos del convento de Regina Agelorum de Sevilla mantenían la postura contraria a la proclamación del dogma. Durante el sermón de la fiesta de la Natividad de la Virgen, el 8-sep-1613, el prior se atrevió a afirmar que la Virgen María no había sido concebida sin pecado original, sino que "había sido concebida como vds. y como yo y como el mismísimo Martín Lutero"
Y el pueblo sencillo se amotinó. En pocos días estalló como una revuelta popular, los sevillanos sintieron como suya aquella cuestión teológica y dejaron clara su postura echándose a la calle... Por toda Sevilla se organizaban jornadas de desbordante fervor mariano, se veían procesiones de desagravio, largos cortejos de fieles precedidos por un estandarte con la efigie de María Virgen (los "Simpecados"), aparecieron numerosos "graffitis" alusivos en las paredes. Recorrían las calles de la ciudad cantando alabanzas a María y se hicieron populares unas coplas tales como ésta:
"Aunque no quiera Molina,
ni los frailes de Regina,
ni su padre provincial...
Todo el mundo en general
diga que sois concebida
sin pecado original"
El papa S. Pío V, dominico, el papa del Concilio de Trento, prohibió en 1570 los altercados en los sermones sobre la cuestión inmaculista.... Muy entrado el siglo siguiente la cuestión se irá decantando por el lado concepcionista. Hasta tal punto en España se puede hablar de "triunfo del inmaculismo", que se nombra patrona del país a la Inmaculada Concepción. (...)
(fragmento)
(S. G.)
Publicado por MANUEL on diciembre 1, 2010
Conviene recordar en estos días previos a la festividad de la Inmaculada Concepción la controversia generada en Sevilla allá por el S. XVII referente al tema.
Al contrario de los franciscanos y jesuitas, acérrimos defensores del dogma concepcionista, los dominicos, la Orden de los Frailes Predicadores, se opusieron rotundamente a la mencionada promulgación.
Así, en la Sevilla de 1613, cuando la Iglesia debatía si se debía proclamar el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, la fiesta llevaba ya siglos celebrándose --En Santiago de Compostela desde 1273, en Córdoba desde 1350 y en Sevilla desde 1369, puede que fuese celebrada con anterioridad a esta fecha--, no fue hasta 1854 cuando Pío IX la proclamó como dogma de fe en la hermosísima bula "Inefabilis Deus".
Los dominicos del convento de Regina Agelorum de Sevilla mantenían la postura contraria a la proclamación del dogma. Durante el sermón de la fiesta de la Natividad de la Virgen, el 8-sep-1613, el prior se atrevió a afirmar que la Virgen María no había sido concebida sin pecado original, sino que "había sido concebida como vds. y como yo y como el mismísimo Martín Lutero"
Y el pueblo sencillo se amotinó. En pocos días estalló como una revuelta popular, los sevillanos sintieron como suya aquella cuestión teológica y dejaron clara su postura echándose a la calle... Por toda Sevilla se organizaban jornadas de desbordante fervor mariano, se veían procesiones de desagravio, largos cortejos de fieles precedidos por un estandarte con la efigie de María Virgen (los "Simpecados"), aparecieron numerosos "graffitis" alusivos en las paredes. Recorrían las calles de la ciudad cantando alabanzas a María y se hicieron populares unas coplas tales como ésta:
"Aunque no quiera Molina,
ni los frailes de Regina,
ni su padre provincial...
Todo el mundo en general
diga que sois concebida
sin pecado original"
El papa S. Pío V, dominico, el papa del Concilio de Trento, prohibió en 1570 los altercados en los sermones sobre la cuestión inmaculista.... Muy entrado el siglo siguiente la cuestión se irá decantando por el lado concepcionista. Hasta tal punto en España se puede hablar de "triunfo del inmaculismo", que se nombra patrona del país a la Inmaculada Concepción. (...)
(fragmento)
(S. G.)