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Seguiremos recordando al poeta en este día, quién de nosotros no escucho nunca alguna de sus letras interpretadas por Serrat, Ana Belén, o esa famosa canción cantada por Leonard Cohen titulada Pequeño vals Vienés, hoy husmeando en las nuevas tecnologías encontré y escuche esta misma letra cantada por Silvia Pérez Cruz y Raúl Fernández creo que es algo precioso de escuchar si queréis ya sabéis.
En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.
Este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.
Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.
En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados.
Hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.
Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals del "Te quiero siempre".
En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orilla tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.
En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.
Este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.
Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.
En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados.
Hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.
Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals del "Te quiero siempre".
En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orilla tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.
No podiamos olvidar esta de Las morillas de Jaén
Tres moricas me enamoran
en Jaén:
Aixa, Fátima y Marién.
Tres moricas tan garridas
iban a coger olivas,
y hallábanlas cogidas
en Jaén:
Aixa, Fátima y Marién.
Y hallábanlas cogidas
y tornaban desmaídas
y las colores perdídas
en Jaén:
Aixa, Fátima y Marién.
Tres moricas tan lozanas,
iban a coger manzanas
hallábanlas tomadas
en Jaén:
Aixa, Fátima y Marién.
Díjeles: ¿Quién sois, señoras,
de mi vida robadoras?
Cristianas, que éramos moras
en Jaén:
Aixa, Fátima y Marién.
* * * * *
Tres moricas me enamoran
en Jaén:
Aixa, Fátima y Marién.
Tres moricas tan garridas
iban a coger olivas,
y hallábanlas cogidas
en Jaén:
Aixa, Fátima y Marién.
Y hallábanlas cogidas
y tornaban desmaídas
y las colores perdídas
en Jaén:
Aixa, Fátima y Marién.
Tres moricas tan lozanas,
iban a coger manzanas
hallábanlas tomadas
en Jaén:
Aixa, Fátima y Marién.
Díjeles: ¿Quién sois, señoras,
de mi vida robadoras?
Cristianas, que éramos moras
en Jaén:
Aixa, Fátima y Marién.
* * * * *