Por entonces su ídolo entre los porteros era Reina, el padre del Reina de ahora. El primero jugó en el Córdoba, Barcelona y At. de Madrid. Más de una vez jugamos juntos en las eras. La que más le gustaba era la pequeñita que había encima de la era en la que teníamos que jugar con las porterías en forma de L. Esta era pequeña y cuadrada tenía hierba para poder tirarse al suelo y Diego solía ser bastante palomitero.