Muy buenas Juanito, muy buenas,................. no digo mañanas ni tardes porque no se si has comido ya........
Sabes Juan esta tarde tengo una cita con una patulea de gente que ha venido de nuestra tierra de excursión, mayoría de jovenzuelos de Bedmar, alguna de Mancha Real, de Jaén y de Baeza,........ ya te contaré como ha ido la cosa.
Así que esta tarde me acordaré, un poquito mas, de vosotros........... la cita es en el parque del Retiro................
Sabes Juan esta tarde tengo una cita con una patulea de gente que ha venido de nuestra tierra de excursión, mayoría de jovenzuelos de Bedmar, alguna de Mancha Real, de Jaén y de Baeza,........ ya te contaré como ha ido la cosa.
Así que esta tarde me acordaré, un poquito mas, de vosotros........... la cita es en el parque del Retiro................
Buenos días Pedro en esta casa se suele comer tarde yo diria que muy tarde pero siempre fue asi por el trabajo y he dicho varias veces esto en cas y la contestación fue rapida si quieres comer antes haces tu la comida y ante esa contestación ya sabes lo que toca espera a que pongan la comida. Ahora estoy un poco atareado a las 9 de la mañana en el huerto hasta 1.30 a casa y por la tarde de 4 a 6 estamos en plena plantación y empezando a cojer y he de dejarlo bien preparado puesto que pronto me ire con el inserso 15 dias y me faltan horas, ya me contaras portate bien con los paisanos.
Hola Juan, pues como te dije ayer estuve con los nuestros, había de Úbeda, Baeza, Jódar, Jaén y un montón de Bedmar, de Jimena ninguno.
No hizo falta que yo me portara bien con ellos pues venían con tres buenos capataces y, la verdad, no me dió la sensación de que hiciera falta reconducir les mucho, si acaso como todos, con el móvil de las narices.
El más campeón de todos cuando saludaba se adelantó a todos y me preguntó que si yo era el tío de la maestra y nos presentamos, se llama Vicente.
Nos dimos un paseo por el Retiro y los acompañe hasta el teatro donde los dejé descansando de mi pesadez.
No hizo falta que yo me portara bien con ellos pues venían con tres buenos capataces y, la verdad, no me dió la sensación de que hiciera falta reconducir les mucho, si acaso como todos, con el móvil de las narices.
El más campeón de todos cuando saludaba se adelantó a todos y me preguntó que si yo era el tío de la maestra y nos presentamos, se llama Vicente.
Nos dimos un paseo por el Retiro y los acompañe hasta el teatro donde los dejé descansando de mi pesadez.