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SANTORAL 22 DE DICIEMBRE
—Santa Francisca Javiera Cabrini.
—Treinta mártires ejecutados en Roma imperando Diocleciano.
—San Flaviano, antiguo prefecto de Roma y padre de Santa Bibiana, que recibió en la frente el signo los esclavos y murió en el destierro, persecución de Juliano el Apóstata.
—Santos Demetrio. Honorato y Floro mártires. Ostia.
—San Isquirión, mártir, Alejandría.
—San Queremón obispo de Nilópolis y otros muchos mártires egipcios, que durante la persecución de Decio huyeron a la soledad, muriendo unos de hambre y de sed, otros a manos de los ladrones, otros despedazados por las fieras.
—San Zenón, soldado y mártir, a quien, por haberse reído cuando Diocleciano inmolaba victimas a Ceres, le rompieron las mandíbulas, le hicieron saltar los dientes y le decapitaron.
—Santa Jutta o Judit, reclusa de Bingen, en el gran ducado de Hesse. Ella dirigió los primeros pasos hacia la perfección de la gran mística Santa Hildegardis.
—San Temístocles, pastor de Licia. Vivía en el territorio de Mira. Un día llegaron a su cabaña los paganos buscando a un cristiano que erraba por aquella tierra. El, lejos de delatarle, se confesó discípulo del Evangelio, y llevado a la capital, expiró entre atroces tormentos.
—Santa Francisca Javiera Cabrini.
—Treinta mártires ejecutados en Roma imperando Diocleciano.
—San Flaviano, antiguo prefecto de Roma y padre de Santa Bibiana, que recibió en la frente el signo los esclavos y murió en el destierro, persecución de Juliano el Apóstata.
—Santos Demetrio. Honorato y Floro mártires. Ostia.
—San Isquirión, mártir, Alejandría.
—San Queremón obispo de Nilópolis y otros muchos mártires egipcios, que durante la persecución de Decio huyeron a la soledad, muriendo unos de hambre y de sed, otros a manos de los ladrones, otros despedazados por las fieras.
—San Zenón, soldado y mártir, a quien, por haberse reído cuando Diocleciano inmolaba victimas a Ceres, le rompieron las mandíbulas, le hicieron saltar los dientes y le decapitaron.
—Santa Jutta o Judit, reclusa de Bingen, en el gran ducado de Hesse. Ella dirigió los primeros pasos hacia la perfección de la gran mística Santa Hildegardis.
—San Temístocles, pastor de Licia. Vivía en el territorio de Mira. Un día llegaron a su cabaña los paganos buscando a un cristiano que erraba por aquella tierra. El, lejos de delatarle, se confesó discípulo del Evangelio, y llevado a la capital, expiró entre atroces tormentos.