Por cierto, ya que estamos en vísperas de San Juan, ¿nadie sabe lo que es el Arco de Santa Catalina? Menudos madrugones nos pegaba mi abuela Juana para verlo. Otra costumbre era poner un recipiente con agua y dejarlo al raso toda la noche, para luego lavarte la cara con ese agua en cuanto te levantaras. Se supone que era para estar guapa. Yo me he acordado de estas dos cosas, los mayores sabrán más.