SANTORAL DEL DIA 17 DE SETIEMBRE
- San Roberto Belarmino, doctor, Roma, 1621.
- San Pedro de Arbués, mártir, 1485.
- La impresión de las llagas de San Francisco de Asís en el Monte Alvernia, 1224. San Francisco fue arrebatado en éxtasis, vio bajar un serafín en figura de un hombre crucificado. Esta visión le llenó de gozo y compasión por los dolores de Cristo, y, al desaparecer, contempló en sus manos, pies y costado impresas las llagas de los clavos conforme lo había visto en aquella figura.
-San Lamberto, obispo de Maestricht. Gozó de la amistad más estrecha con el rey Childerico II, rey de Austrasia; pero, asesinado este monarca en 673, San Lamberto fue depuesto y expulsado de la sede por su sucesor, quien puso en el obispado a un hombre malvado e ignorante, Faramondo. San Lamberto se retiró al monasterio de Stavelot. Allí le fue a buscar Pepino de Heristal para volverle a su sede. Este príncipe débil se amancebó con Alpayda y el obispo le reprendió su pecado. La depravada hembra se deshizo del santo valiéndose de Dodón, que asesinó al obispo de Maestricht en 696.
-San Justino, mártir, Roma, s. III.
-Santos Narciso y Crescente mártires, Roma, s. III.
-Santa Aridna, mártir, s. II.
-Santos Sócrates y Esteban, mártires, Inglaterra, s. IV.
-Santos Valeriano. Macrino y Gordiano, mártires, Noyon (Francia).
- San Flocelo, un niño martirizado en Autun en el imperio de Antonino. 257.
Santa Agatoclia. mártir.
-Santa Columba o Coloma, mártir, Córdoba. 853.
-San Sátiro, hermano de San Ambrosio. Fue prefecto del pretorio de las Galias; se educó en Roma, adonde le condujo su madre al enviudar. Ayudó en muchos negocios a San Ambrosio siendo prefecto de Liguria y más tarde obispo de Milán, y de él hizo un elogio magnífico al celebrarse las exequias, 383.
-Santa Hildegardis (19 setiembre), virgen, Bingen (Alemania), 1179.
-Santa Teodora. Roma, s. IV.
- San Roberto Belarmino, doctor, Roma, 1621.
- San Pedro de Arbués, mártir, 1485.
- La impresión de las llagas de San Francisco de Asís en el Monte Alvernia, 1224. San Francisco fue arrebatado en éxtasis, vio bajar un serafín en figura de un hombre crucificado. Esta visión le llenó de gozo y compasión por los dolores de Cristo, y, al desaparecer, contempló en sus manos, pies y costado impresas las llagas de los clavos conforme lo había visto en aquella figura.
-San Lamberto, obispo de Maestricht. Gozó de la amistad más estrecha con el rey Childerico II, rey de Austrasia; pero, asesinado este monarca en 673, San Lamberto fue depuesto y expulsado de la sede por su sucesor, quien puso en el obispado a un hombre malvado e ignorante, Faramondo. San Lamberto se retiró al monasterio de Stavelot. Allí le fue a buscar Pepino de Heristal para volverle a su sede. Este príncipe débil se amancebó con Alpayda y el obispo le reprendió su pecado. La depravada hembra se deshizo del santo valiéndose de Dodón, que asesinó al obispo de Maestricht en 696.
-San Justino, mártir, Roma, s. III.
-Santos Narciso y Crescente mártires, Roma, s. III.
-Santa Aridna, mártir, s. II.
-Santos Sócrates y Esteban, mártires, Inglaterra, s. IV.
-Santos Valeriano. Macrino y Gordiano, mártires, Noyon (Francia).
- San Flocelo, un niño martirizado en Autun en el imperio de Antonino. 257.
Santa Agatoclia. mártir.
-Santa Columba o Coloma, mártir, Córdoba. 853.
-San Sátiro, hermano de San Ambrosio. Fue prefecto del pretorio de las Galias; se educó en Roma, adonde le condujo su madre al enviudar. Ayudó en muchos negocios a San Ambrosio siendo prefecto de Liguria y más tarde obispo de Milán, y de él hizo un elogio magnífico al celebrarse las exequias, 383.
-Santa Hildegardis (19 setiembre), virgen, Bingen (Alemania), 1179.
-Santa Teodora. Roma, s. IV.