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Publico. Uno de tantos. Yo compraba El País. Lo leía. Me parecía el mejor periódico en castellano del mundo. Hace un tiempo empecé a ver estas cosas raras, y no soy precisamente fan ni de Zapatero ni del PSOE.
También escuchaba la SER y veía Cuatro, era el único modo de sentir que el mundo tenía una lógica interpretativa que coincidía en gran medida con la mía. Me informaban y su información contrastada coincidía con mi interpretación de las cosas.
Hoy, mientras cocinaba, como siempre, escuchaba la SER y he oído una interpretación sobre una carta que Rodríguez Ibarra había escrito en EL PAÍS. La impresión que daba el presentador es que en el PSOE todo el mundo se había vuelto loco.
Me ha hecho gracia, no entendía tanta torpeza interna en un partido que puede tener las cosas bien atadas a estas alturas de partido. Por curiosidad me he ido a comprar EL PAíS para leer la carta. La he leído y he tirado el periódico a la basura. Nada de lo que decía Rodríguez Ibarra tenía nada que ver con lo que interpretaba la SER. Han tirado por la borda todo el prestigio, todo el compromiso ético con una profesión, toda la seriedad. El País y la SER se han convertido en unos medios oportunistas y mediocres.
Y no es pena lo que siento. Simplemente una enorme decepción personal porque esto no puede ser nuevo, esto es algo que ya existía y de lo que yo, en mi inocencia, no me había percatado. ¿Cuántos años llevarán los Cebrián y compañía engañando a la gente de izquierda en este "País"? Por mí se acabó, y espero que se generalice un boicot ético contra este grupo mediático, no por Zapatero, que a mí particularmente me da igual, sino por un mínimo compromiso moral con la dignidad.
También escuchaba la SER y veía Cuatro, era el único modo de sentir que el mundo tenía una lógica interpretativa que coincidía en gran medida con la mía. Me informaban y su información contrastada coincidía con mi interpretación de las cosas.
Hoy, mientras cocinaba, como siempre, escuchaba la SER y he oído una interpretación sobre una carta que Rodríguez Ibarra había escrito en EL PAÍS. La impresión que daba el presentador es que en el PSOE todo el mundo se había vuelto loco.
Me ha hecho gracia, no entendía tanta torpeza interna en un partido que puede tener las cosas bien atadas a estas alturas de partido. Por curiosidad me he ido a comprar EL PAíS para leer la carta. La he leído y he tirado el periódico a la basura. Nada de lo que decía Rodríguez Ibarra tenía nada que ver con lo que interpretaba la SER. Han tirado por la borda todo el prestigio, todo el compromiso ético con una profesión, toda la seriedad. El País y la SER se han convertido en unos medios oportunistas y mediocres.
Y no es pena lo que siento. Simplemente una enorme decepción personal porque esto no puede ser nuevo, esto es algo que ya existía y de lo que yo, en mi inocencia, no me había percatado. ¿Cuántos años llevarán los Cebrián y compañía engañando a la gente de izquierda en este "País"? Por mí se acabó, y espero que se generalice un boicot ético contra este grupo mediático, no por Zapatero, que a mí particularmente me da igual, sino por un mínimo compromiso moral con la dignidad.