Aunque hay restos arqueológicos más antiguos, como el asentamiento de la Edad del Bronce en Lazarinos, el yacimiento ibérico del Cerro de
San Cristóbal es uno de los más importantes de la Alta
Andalucía. Ha aportado una gran cantidad de restos de entre los siglos VI a C. y III a C. y, por lo que se conoce, se trata de una
torre relacionada con el control del territorio fronterizo entre tartessios y mentesanos.
los cascarones de
Carnaval durante el mes de Febrero, donde los niños siguen conservando la vieja
tradición de "arrastrar" el ramón con palos y cuerdas atadas a la cintura desde las
fincas de
olivar próximas, las
costumbres de romper las tejas a los novios, realizar el jabón casero,
También son de época ibérica los yacimientos de Cerro de la
Casa y Cerro de los Pollos.
Durante ocupación
romana el término se pobló de villae, pequeñas explotaciones agropecuarias, de las que hay evidencias de treinta y cuatro. Muchos de estos asentamientos siguieron ocupados en época visigoda. Del asentamiento del Morrón hay numerosas piezas como jambas o
capiteles procedentes al parecer de un
edificio religioso y que se guardan en el
Museo Provincial.
Lopera es Villa Calatrava de un importante
casco antiguo en cuya
Plaza Mayor emerge un conjunto histórico-
artístico apoyado en tres pilares: el
Castillo y la Tercia, la
Iglesia Parroquial y el
Ayuntamiento.
Tras la conquista musulmana en el siglo VIII, la población se mantuvo en pequeños núcleos dispersos y utilizaron como castillo-
refugio el antiguo del Cerro de San Cristóbal. El término quedó englobado en el iqlin de Bulkuna (
Porcuna) que a su vez dependía de la cora de Yayyan.
El origen de su actual núcleo se sitúa en torno a los siglos X y XI en una pequeña alquería en donde se levantó una fortificación entre ésta y la siguiente centuria y que poco a poco fue concentrando y consolidando la población.
En 1242 Lopera, al igual que su vecina Porcuna, fue entregada a la Orden
Militar de Calatrava, constituyéndose la encomienda de Lopera. Inmediatamente comenzó la construcción de un castillo o casa fuerte en el extremo sur del antiguo recinto
amurallado islámico. En el siglo XV Lopera estuvo involucrada en las luchas nobiliarias de este periodo. Como población Calatrava fue atacada por el bando del condestable Iranzo, que según relatan sus crónicas requisaron de esta población un cuantioso botín.
El siglo XVI se caracteriza por el auge económico y poblacional así como el inició de su independencia de las poblaciones de Porcuna y Martos. El primer paso fue la concesión del "Privilegio de Lopera" de 1595 por el que la población tuvo su propio
juzgado. Después se promulgaron las primeras Ordenanzas de la villa. La independencia se materializó tras el pago que los vecinos hicieron a las arcas de la Hacienda Real.
Aunque hay restos arqueológicos más antiguos, como el asentamiento de la Edad del Bronce en Lazarinos, el yacimiento ibérico del Cerro de San Cristóbal es uno de los más importantes de la Alta Andalucía. Ha aportado una gran cantidad de restos de entre los siglos VI a C. y III a C. y, por lo que se conoce, se trata de una torre relacionada con el control del territorio fronterizo entre tartessios y mentesanos. También son de época ibérica los yacimientos de Cerro de la Casa y Cerro de los Pollos. Durante ocupación romana el término se pobló de villae, pequeñas explotaciones agropecuarias, de las que hay evidencias de treinta y cuatro. Muchos de estos asentamientos siguieron ocupados en época visigoda. Del asentamiento del Morrón hay numerosas piezas como jambas o capiteles procedentes al parecer de un edificio religioso y que se guardan en el Museo Provincial. Tras la conquista musulmana en el siglo VIII, la población se mantuvo en pequeños núcleos dispersos y utilizaron como castillo-refugio el antiguo del Cerro de San Cristóbal. El término quedó englobado en el iqlin de Bulkuna (Porcuna) que a su vez dependía de la cora de Yayyan. El origen de su actual núcleo se sitúa en torno a los siglos X y XI en una pequeña alquería en donde se levantó una fortificación entre ésta y la siguiente centuria y que poco a poco fue concentrando y consolidando la población. En 1242 Lopera, al igual que su vecina Porcuna, fue entregada a la Orden Militar de Calatrava, constituyéndose la encomienda de Lopera. Inmediatamente comenzó la construcción de un castillo o casa fuerte en el extremo sur del antiguo recinto amurallado islámico. En el siglo XV Lopera estuvo involucrada en las luchas nobiliarias de este periodo. Como población Calatrava fue atacada por el bando del condestable Iranzo, que según relatan sus crónicas requisaron de esta población un cuantioso botín. El siglo XVI se caracteriza por el auge económico y poblacional así como el inició de su independencia de las poblaciones de Porcuna y Martos. El primer paso fue la concesión del Privilegio de Lopera de 1595 por el que la población tuvo su propio juzgado. Después se promulgaron las primeras Ordenanzas de la villa. La independencia se materializó tras el pago que los vecinos hicieron a las arcas de la Hacienda Real.