En
primavera, cuando todo se enciende, tú decidiste apagarte, cuando los días se alargan, tú optaste por hacer tu
noche inmensa, cuando todo renace, tú elegiste morir. Ahora nos queda el
juego más duro y más cruel que el destino nos había reservado: reencontrarnos cada año en este
foro abandonado por todos, como aquellos
refugios de nuestra infancia, cada cual con un papel distinto, tú disfrazado de ausencia y de silencio y yo de dolor y recuerdos.
No te olvido.
Tu
amigo siempre,
SABAS