En este
pueblo se está azuzando por motivos políticos y personales con mucho descaro; sabiendo donde hay que hurgar en la herida para acabar con el otro.
Nos cegamos de rabia, y vemos al
amigo, al vecino y al familiar como al que hay que acabar con él, y al mismo tiempo creyendo que con esto se alcanzará la
felicidad personal, porque al eliminarlo de nuestra presencia , acabarían todos nuestros problemas .
En política hay que sanar los males, jamás vengarlos.