San Antonio de Padua es la persona más rápidamente canonizada por la
Iglesia católica: 352 días después de su fallecimiento, el 30 de mayo de 1232. Antonio de Padua es el patrón de Lisboa, de Padua, donde permanecen sus restos, y de numerosas otras ciudades, como en San Antonio,
Chile. Concordia (Entre
Ríos) e Ingeniero Maschwitz (Buenos Aires), en
Argentina. Es especialmente invocado por los católicos en diversas ocasiones o motivos debido a la cantidad enorme de milagros que se le atribuyen.