El testimonio más antiguo de la presencia humana en el término de
Noalejo son las pinturas rupestres del abrigo de Navalcán, a 4 km del actual núcleo de población, que debieron realizarse entre el final del Neolítico y la Edad del Bronce.
Noalejo fue fundado en pleno siglo XVI por doña Mencía de Salcedo, que algunos autores señalan como camarera de la emperatriz Isabel de
Portugal, esposa de Carlos V.
Entre el final de la Reconquista, en 1492, y el primer tercio del XVI las tierras que hoy ocupa el término de Noalejo se la disputaron los Concejos de
Granada y
Jaén con motivo de la delimitación de sus respectivos términos. En 1559 Mencía de Salcedo compraba a la Corona la jurisdicción civil y criminal de estas tierras, donde obtenía la licencia real para roturar 1.500 fanegas de tierra, con la oposición de ambos concejos.
En el plano eclesiástico, mientras se solucionaban las disputas entre el obispado de Granada y Jaén, en 1568 fue cedida por Bula a la Abadía de Alcalá la Real la jurisdicción eclesiástica de la Villa. Cuando en 1851 se suprimió la Abadía, quedó integrada definitivamente en la diócesis de Jaén.
Hasta la abolición de los señoríos en las Cortes de
Cádiz de 1812 Noalejo fue mayorazgo de los Maldonado, a quienes pasó tras la muerte de doña Mencía en 1575. Pero no la perderían definitivamente, pues en 1838, durante el reinado de Isabel II, el
Juzgado de Primera Instancia de Huelma concedía al duque de Fernán Núñez el reconocimiento de propiedad de los terrenos, con título de propiedad particular. Este estado culminó en 1872 con la venta por parte del primero de suertes de tierra a los vecinos de Noalejo.
El testimonio más antiguo de la presencia humana en el término de Noalejo son las pinturas rupestres del abrigo de Navalcán, a 4 km del actual núcleo de población, que debieron realizarse entre el final del Neolítico y la Edad del Bronce. Noalejo fue fundado en pleno siglo XVI por doña Mencía de Salcedo, que algunos autores señalan como camarera de la emperatriz Isabel de Portugal, esposa de Carlos V. Entre el final de la Reconquista, en 1492, y el primer tercio del XVI las tierras que hoy ocupa el término de Noalejo se la disputaron los Concejos de Granada y Jaén con motivo de la delimitación de sus respectivos términos. En 1559 Mencía de Salcedo compraba a la Corona la jurisdicción civil y criminal de estas tierras, donde obtenía la licencia real para roturar 1.500 fanegas de tierra, con la oposición de ambos concejos. En el plano eclesiástico, mientras se solucionaban las disputas entre el obispado de Granada y Jaén, en 1568 fue cedida por Bula a la Abadía de Alcalá la Real la jurisdicción eclesiástica de la Villa. Cuando en 1851 se suprimió la Abadía, quedó integrada definitivamente en la diócesis de Jaén. Hasta la abolición de los señoríos en las Cortes de Cádiz de 1812 Noalejo fue mayorazgo de los Maldonado, a quienes pasó tras la muerte de doña Mencía en 1575. Pero no la perderían definitivamente, pues en 1838, durante el reinado de Isabel II, el Juzgado de Primera Instancia de Huelma concedía al duque de Fernán Núñez el reconocimiento de propiedad de los terrenos, con título de propiedad particular. En 1872 vende el primero suertes de tierra a los vecinos de Noalejo.