"Dormir, despertar,
Hasta que se enjuaguen las lágrimas con agua fresca
Y perdure sólo el sabor salobre a labios carnosos,
Despejado en el clímax del instinto,
Allí donde no se cuestiona
Ni se dan respuestas.
¿Recuerdas que tus rayos
Ardientes, únicos
Quedaron presos en mi piel?