Desde la Edad del Bronce (II milenio a C) se han documentado varios asentamientos en el término de Peal como el de la
Cueva del Águila, el de Villares de la Bolera o el de Castellones de la Bolera, que por los testimonios materiales debió estar
amurallado, y la necrópolis en
cuevas artificiales de la Haza de
Trillo.
En el siglo III a C. Ptolomeo realiza una relación de ciudades pertenecientes a la Oretania entre las que menciona Tugia, en
Toya, cerca de
Peal de Becerro. En este punto se halló uno de los conjuntos ibéricos más conocidos, la Cámara Sepulcral de Toya. La excelente y compleja construcción de esta sepultura muestra el desarrollo que alcanzó la oligarquía en época ibérica. Hasta la fecha no se han encontrado una estructuras arquitectónica parangonables con las de Toya, solamente explicable en la dimensión mediterránea de los contactos que la cultura ibérica tuvo con los griegos y, posteriormente púnicos y
romanos.
En los alrededores de Toya se encuentran otros recintos y poblados, que estuvieron vinculados a este gran centro, como el de la Loma del Gato, el Cerrillo de la
Fuente de la Pioja o el Cerrillo de los
Palomares, en el que hay restos de una
torre y una necrópolis. De etapa íbero-
romana es también el asentamiento de la
Plaza de Armas de las Juntas, que muestra restos de un recinto amurallado de época ibérica reutilizado en época romana.
El oppidum de Tugia se mantuvo en época romana, como testimonian los materiales de esta época reutilizados en época
medieval para levantar sobre este enclave un
castillo.
De esta etapa romana y de la visigoda se han hallado varios elementos en Peal y Toya: una estela funeraria con relieve de togado, estela sepulcral, un cancel y una columnita visigoda. En la ladera del Cerro de la Horca se encuentra una necrópolis visigoda con ocho tumbas.
En época medieval Peal de Becerro no aparece mencinado en las crónicas musulmanas, por lo que en este periodo debió de ser una pequeña población dependiente del centro fortificado de Toya. La primera mención al castillo de Toya se debe al geógrafo árabe al-Idrisi, nombrado como Hisn Tuya, que dependía de
Cazorla. Según las crónicas cristianas en 1224 fue arrasado por Fernando III. El 20 de enero de 1231, este rey otorgó al arzobispo de
Toledo las tierras de
Quesada y Toya. El prelado las conquistó Toya antes de abril del mencionado año, y la incorporó al Adelantamiento de Cazorla. Después de 1310 pasó a la jurisdicción de Úbeda.
Fue tras la conquista castellana cuando Peal tomó entidad como núcleo de población. Los castellanos reforzaron sus defensas y levantaron las
torres, conocidas en la actualidad como Mocha y del
Reloj.
Peal de Becerro perteneció al Adelantamiento de Cazorla hasta la disolución del mismo por las Cortes de
Cádiz de 1812. El 25 de abril de 1822 fue declarada villa por Real Orden del Rey Fernando VI.
http://galeon.hispavista.com/
jaen/municipios.htm
Desde la Edad del Bronce (II milenio a C) se han documentado varios asentamientos en el término de Peal como el de la Cueva del Águila, el de Villares de la Bolera o el de Castellones de la Bolera, que por los testimonios materiales debió estar amurallado, y la necrópolis en cuevas artificiales de la Haza de Trillo. En el siglo III a C. Ptolomeo realiza una relación de ciudades pertenecientes a la Oretania entre las que menciona Tugia, en Toya, cerca de Peal de Becerro. En este punto se halló uno de los conjuntos ibéricos más conocidos, la Cámara Sepulcral de Toya. La excelente y compleja construcción de esta sepultura muestra el desarrollo que alcanzó la oligarquía en época ibérica. Hasta la fecha no se han encontrado una estructuras arquitectónica parangonables con las de Toya, solamente explicable en la dimensión mediterránea de los contactos que la cultura ibérica tuvo con los griegos y, posteriormente púnicos y romanos. En los alrededores de Toya se encuentran otros recintos y poblados, que estuvieron vinculados a este gran centro, como el de la Loma del Gato, el Cerrillo de la Fuente de la Pioja o el Cerrillo de los Palomares, en el que hay restos de una torre y una necrópolis. De etapa íbero-romana es también el asentamiento de la Plaza de Armas de las Juntas, que muestra restos de un recinto amurallado de época ibérica reutilizado en época romana. El oppidum de Tugia se mantuvo en época romana, como testimonian los materiales de esta época reutilizados en época medieval para levantar sobre este enclave un castillo. De esta etapa romana y de la visigoda se han hallado varios elementos en Peal y Toya: una estela funeraria con relieve de togado, estela sepulcral, un cancel y una columnita visigoda. En la ladera del Cerro de la Horca se encuentra una necrópolis visigoda con ocho tumbas. En época medieval Peal de Becerro no aparece mencinado en las crónicas musulmanas, por lo que en este periodo debió de ser una pequeña población dependiente del centro fortificado de Toya. La primera mención al castillo de Toya se debe al geógrafo árabe al-Idrisi, nombrado como Hisn Tuya, que dependía de Cazorla. Según las crónicas cristianas en 1224 fue arrasado por Fernando III. El 20 de enero de 1231, este rey otorgó al arzobispo de Toledo las tierras de Quesada y Toya. El prelado las conquistó Toya antes de abril del mencionado año, y la incorporó al Adelantamiento de Cazorla. Después de 1310 pasó a la jurisdicción de Úbeda. Fue tras la conquista castellana cuando Peal tomó entidad como núcleo de población. Los castellanos reforzaron sus defensas y levantaron las torres, conocidas en la actualidad como Mocha y del Reloj. Peal de Becerro perteneció al Adelantamiento de Cazorla hasta la disolución del mismo por las Cortes de Cádiz de 1812. El 25 de abril de 1822 fue declarada villa por Real Orden del Rey Fernando VI.