Algunos jovenes parecen haber olvidado que nuestros padres, al menos los mios, y puedo asegurar que la mayoría de los de Peal han tenido poca
escuela. Mi madre aprendió practicamente sola a leer cuando tenía al novio en la
mili para poder leer las cartas y no tener que pedirle el favor a nadie. Se sacrificaron mucho para que yo escribiera sin faltas de ortografía y estoy orgullosa de ellos y de todos los que tienen voluntad para escribir aunque sea con faltas, demuestran una gran voluntad de superación.
... (ver texto completo)