Cueva del
Agua de
Tíscar: La Cueva del Agua de Tíscar es una
gruta natural de
naturaleza calcárea localizada en Tíscar, municipio de
Quesada, provincia de
Jaén (
Andalucía,
España). Su formación se debe a la erosión del
río Tíscar, que ha excavado una profunda garganta por donde transcurre mediante saltos,
cascadas y
fuentes, para confluir en el llamado
Pilón Azul, situado en las proximidades de la aldea de Belerda. Está declarada
monumento natural de tipología mixta (geológica y paisajística) 1 por la Junta de Andalucía (23 de abril de 2019)
Descripción
La Cueva del Agua de Tíscar es una de las primeras
grutas naturales descubiertas en España, conocida también como Gruta de las Maravillas, debido a la luz, agua y formas espectaculares de saltos de agua en época de deshielo y sus formaciones estalactíticas. Durante milenios, la acción modeladora del agua del rio Tíscar sobre la
piedra caliza del
Monte del
Caballo ha esculpido en sus muros estalactitas. El agua aparece y desaparece en este tramo, y se precipita filtrándose en la
roca creando a su paso
cuevas, fuentes y cascadas, en el que se han encontrado pinturas rupestres, la huella de sus primeros habitantes. Esta cueva se encuentra incluida en el catálogo de manantiales y fuentes de Andalucía de la Consejería de
Agricultura,
Ganadería,
Pesca y Desarrollo Sostenible.
El acceso al interior de la misma se realiza a través de un
túnel cavado en la roca de 15 metros de longitud. A continuación, unas
escaleras dirigen a una plataforma que sirve como
mirador del interior de la cueva. 3
Flora
En la oquedad y su entorno destaca la presencia de vegetación asociada a la roca y que precisa de humedad, como culantrillos, hiedras y
flor de viuda.
Leyenda de la
Virgen de Tíscar
La Cueva del Agua es protagonista de una leyenda, conocida como «Milagro de la Virgen de Tíscar», en la que se relata que dicha Virgen se le apareció a Mohammed Abdón, alcaide de la fortaleza de Tíscar, para aconsejarle que debía rendirse, con el fin de evitar la muerte en uno y otro bando (entre moros y cristianos, siglo xiv). Los árabes decidieron entonces arrojar la talla a la Cueva del Agua desde la Peña Negra, hasta en siete ocasiones, todas las cuales retornaba a su camarín tras el lanzamiento. Hasta una última vez, en la que la imagen se destrozó, pero recuperada la fortaleza por parte de los cristianos, recogieron los pedazos en la cueva y la llevaron a restaurar a
Toledo, que, de manera también milagrosa, retornaron a Tíscar restaurados en la talla original