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QUESADA: JU:...

Me gusta ver el cielo
con negros nubarrones
y oír los aquilones
horrísonos bramar;
me gusta ver la noche
sin luna y sin estrellas,
y sólo las centellas
la tierra iluminar.
Me agrada un cementerio
de muertos bien relleno,
manando sangre y cieno
que impida el respirar;
y allí un sepulturero
de tétrica mirada
con mano despiadada
los cráneos machacar.
Me alegra ver la bomba
caer mansa del cielo,
e inmóvil en el suelo,
sin mecha embravecida
que estalla y que se agita
y rayos mil vomita
y muertos por doquier.
Que el trueno me despierte
con su ronco estampido,
y al mundo adormecido
le haga estremecer;
que rayos cada instante
caigan sobre él sin cuento,
que se hunda el firmamento
me agrada mucho ver.
La llama de un incendio
que corra devorando
y muertos apilando
quisiera yo encender;
tostarse allí un anciano,
volverse todo tea,
oír como vocea,
¡que gusto!, ¡que placer!
Me gusta una campiña
de nieve tamizada,
de flores despojada,
sin fruto y sin verdor,
ni pájaros que canten,
ni sol haya que alumbre
y solo se vislumbre
la muerte en derredor.
Allá en sombrío monte;
solar desmantelado
me place en sumo grado,
la luna al reflejar;
moverse las veletas
con aspero chirrido
igual al alarido
que anuncia el expirar
Me gusta que al Averno
lleven a los mortales
y allí todos los males
les hagan padecer;
les abran las entrañas,
les rasguen los tendones,
rompan los corazones
sin de ellos caso hacer.
Insólita avenida
que inunda fértil vega,
de cumbre en cumbre llega,
y llena de pavor
se lleva los ganados
y las vides sin pausa,
y estragos miles causa,
¡que gusto!, ¡que placer!
Las voces y las risas,
el juego, las botellas,
en torno de las bellas
alegres apurar;
y en sus lascivas bocas,
con voluptuoso halago,
un beso a cada trago
alegres estampar.
Romper después las copas,
los planos, las barajas,
y abiertas las navajas
buscando el corazón;
oír luego los brindis
mezclados con quejidos
que lanzan los heridos
en llanto y confusión.
Me alegra oír al uno
pedir a voces vino,
mientras que su vecino
se cae en un rincón;
y que otros ya borrachos,
en trino desusado,
cantan al dios vendado
impúdica canción.
Me agradan las queridas
tendidas en los lechos,
sin chales en los pechos
y flojo el cinturón,
mostrando sus encantos,
sin orden el cabello,
al aire el muslo bello…
¡que gozo!, ¡que ilusión!

- Espronceda.

Aisenjouer este seguro te gusta. Saludos JU

JU:
PORSUPUS que le gustan, la estará disfrutando con morboso plaser
El perro del hortelano, ni come ni deja comer
Ese hombrecillo, dévil, temeroso, frustrado, que desde su trinchera
(alcantarilla en este caso) arroja piedras a tonto y loco por doquier
y luego esconde la mano, se esconde bajo el anonimato.... cobarde.
Bajo ese disfraz de energúmeno se esconde un pobre desgrasiado
que Dios se apiade de él,! pobre bestia ¡, un bruto encarcelado.
Que quieres que te diga JU. tan desgraciado le veo que me inspira
más pena que que otra cosa., vaya a saber uno su vida real.........
aquí en el foro y agazapado bajo el anónimato (cobardemente) tanta cosa
perversa se ve nesecitado de soltar.

Un abrazo Perla
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Perla.

Aisenjouer, no tiene nada que ver con la persona que escribe, el desarrolla un personaje para el que yo, le envíe la poesía de Espronceda, pero detrás de ese personaje seguro que hay un buen hombre, es al que mas aprecio del foro aunque como dice la canción (no puedo vivir con ella pero sin ella tampoco), en Quesada no conozco ninguna mala persona solo hay buena gente.

Su personaje necesita devolver los palos y que se los manden, es muy de derechas, es mas creo que odia la derecha, porque ... (ver texto completo)