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Los que hicieron el 11M para echar al PP del poder y colocar a ZP, siguen libres y supongo que seguirán "haciendo política". ¿Habrán tenido algo que ver en el ascenso de Rubalcaba?
Ir a los juzgados y denunciarlo, aunque eso esta claro a quien se le debe, ya están saliendo los papelitos, además sin hacer nada estáis a 12 puntos de distancia, porque hay nervios si no, porque 15 meses es mucho tiempo.
Mejor denunciar ciertas declaraciones y empezar hacer algo para que se vea, si no es así, nunca ganareis, compañeros, no entréis en el engaño y arriba el PSOE.
Nosotros luchamos y nos enfrentamos a la crisis que es la candidata del pp reaccionario. JU
Mejor denunciar ciertas declaraciones y empezar hacer algo para que se vea, si no es así, nunca ganareis, compañeros, no entréis en el engaño y arriba el PSOE.
Nosotros luchamos y nos enfrentamos a la crisis que es la candidata del pp reaccionario. JU
Cuando un político en el poder genera miedo, no hay democracia
La prensa de izquierdas se vanagloriaba el sábado 23 de octubre del "miedo" que produce Rubalcaba en la oposición y en el periodismo español, evidenciando así su inmenso desprecio a la democracia, un sistema incompatible con el miedo al poder. Cuando los gobernantes generan miedo a los ciudadanos, en lugar de democracia existe tiranía. Es el gobierno el que debe tener miedo, en democracia, a los ciudadanos.
La prensa progubernamental se ha divertido enormemente en las últimas horas con lo que José María Izquierdo ha llamado en El País «El pánico a Rubalcaba». O Javier Vizcaíno en Público «Tembleque de piernas y castañeteo de dientes en Carpetovetonia».
Entusiasmados los columnistas de la izquierda con el profundo rechazo e inquietud que la concentración de tanto poder en Rubalcaba ha suscitado en toda la derecha política y mediática, se alegran del "miedo" que el nuevo vicepresidente primero provoca en la oposición y en los periodistas críticos.
Esa alegría demuestra, casi de manera científica, que la actual izquierda española afincada en el PSOE desconoce la democracia y que, en la menor oportunidad, exterioriza sus raíces totalitarias. No son conscientes, al parecer, de lo inquietante que es, en una democracia, que un cargo político produzca miedo a la oposición, tanto a los periodistas como a los políticos, incluso a los políticos de su propio partido. Que se lo pregunten si no a Tomás Gómez.
Afirma Edurne Uriarte en ABC que lo cierto es que estos admiradores de Rubalcaba tienen toda la razón. Este político produce un acusado temor entre los políticos y periodistas de la oposición.
Y no precisamente por su inteligencia y sus dotes comunicativas. Eso causa respeto, que es otra cosa. El miedo a Rubalcaba tiene que ver con su gestión en las sombras del poder.
No se han percatado los fans de Rubalcaba y de su amigo Zapatero de que el pánico al poderoso es propio de las dictaduras y que la oposición le tuvo miedo en el pasado a Hitler, a Stalin, a Mao y a Pol Pot, al igual que hoy temen también a Fidel, a Raúl Castro, a Hugo Chávez y a otros tiranos.
La prensa de izquierdas se vanagloriaba el sábado 23 de octubre del "miedo" que produce Rubalcaba en la oposición y en el periodismo español, evidenciando así su inmenso desprecio a la democracia, un sistema incompatible con el miedo al poder. Cuando los gobernantes generan miedo a los ciudadanos, en lugar de democracia existe tiranía. Es el gobierno el que debe tener miedo, en democracia, a los ciudadanos.
La prensa progubernamental se ha divertido enormemente en las últimas horas con lo que José María Izquierdo ha llamado en El País «El pánico a Rubalcaba». O Javier Vizcaíno en Público «Tembleque de piernas y castañeteo de dientes en Carpetovetonia».
Entusiasmados los columnistas de la izquierda con el profundo rechazo e inquietud que la concentración de tanto poder en Rubalcaba ha suscitado en toda la derecha política y mediática, se alegran del "miedo" que el nuevo vicepresidente primero provoca en la oposición y en los periodistas críticos.
Esa alegría demuestra, casi de manera científica, que la actual izquierda española afincada en el PSOE desconoce la democracia y que, en la menor oportunidad, exterioriza sus raíces totalitarias. No son conscientes, al parecer, de lo inquietante que es, en una democracia, que un cargo político produzca miedo a la oposición, tanto a los periodistas como a los políticos, incluso a los políticos de su propio partido. Que se lo pregunten si no a Tomás Gómez.
Afirma Edurne Uriarte en ABC que lo cierto es que estos admiradores de Rubalcaba tienen toda la razón. Este político produce un acusado temor entre los políticos y periodistas de la oposición.
Y no precisamente por su inteligencia y sus dotes comunicativas. Eso causa respeto, que es otra cosa. El miedo a Rubalcaba tiene que ver con su gestión en las sombras del poder.
No se han percatado los fans de Rubalcaba y de su amigo Zapatero de que el pánico al poderoso es propio de las dictaduras y que la oposición le tuvo miedo en el pasado a Hitler, a Stalin, a Mao y a Pol Pot, al igual que hoy temen también a Fidel, a Raúl Castro, a Hugo Chávez y a otros tiranos.