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QUESADA: En los consejos de administración de Emarsa, gestora...

En los consejos de administración de Emarsa, gestora de la depuradora de Pinedo, reinaba la cordialidad entre los alcaldes consejeros. En estas sesiones -una vez al mes- se hablaba mucho de los litros de agua depurada, de arenas, colectores o consumos eléctricos y poco de las cuentas.

Desde luego nada que ver con los escándalos que no paran de aflorar tras la denuncia de los socialistas y luego del propio Emshi a la fiscalía para que investigue la gestión de Emarsa. Al descubierto ha quedado, a falta de lo que diga la justicia, un dispendio en salarios -once de los directivos cobraban más que el presidente del Gobierno-, el sobrepago de obras y servicios que, en algunos casos, ni se hicieron, o el sobrecoste de algunos de los procesos de la planta, como es el tratamiento y transporte de los lodos, por el que se ha pagado tres veces más de lo que cuesta en otras ciudades españolas. 20 millones de euros adjudicados al margen de la ley de Contratos. Miles de euros gastados en material informático que no aparece, en teléfonos móviles e incluso en servicio de azafatas. El fiasco ha dejado, estiman los socialistas, un agujero económico de 16 millones de euros.

"Creo que ningún consejero se imaginaba lo que estaba pasando en realidad", opina uno de ellos. El consejo de administración de Emarsa no decidía nada del día a día. Y las ocasiones en las que los representantes de la oposición, con menos del 25% de votos, se interesaban por la facultad del gerente, Esteban Cuesta, de disponer de fondos de Emarsa sólo con su rúbrica, el presidente Enrique Crespo, del PP, respondía que era lo más "práctico y operativo". Esta escena se dio en el consejo de octubre de 2009, mucho antes de que nadie sospechara lo que pasaba en la depuradora.

Los socialistas no duda en responsabilizar al PP del desaguisado. Este partido ha controlado Emarsa, ahora en liquidación, y a su propietaria, la Entidad Metropolitana de Servicios Hidráulicos (Emshi), desde mediados o finales de los 90. El alcalde de Manises, Enrique Crespo, es ahora el presidente, pero sólo el Ayuntamiento de Valencia cuenta con el 48% de los votos totales del Emshi. Antes que Crespo, controlaron Emarsa dos de los concejales del gobierno de Rita Barberá; Juan Vicente Jurado y Silvestre Senent, presidente del PP local.

En pleno escándalo se ha conocido la relación de varios de los directivos de Emarsa con el PP. El gerente, Esteban Cuesta, ahora en paro, es miembro de la dirección local del PP y preside la agrupación del distrito de Pedanías Oeste de Valencia. Fue alcalde pedáneo de Benimàmet con Barberá de alcaldesa y accedió a la gerencia de la depuradora de Pinedo con Crespo. El director de Sistemas, Ignacio Martínez, es secretario general del PP en Trànsits (Valencia), y el director de Administración, Santos Peral, es secretario general del PP en el barrio valenciano de Patraix.

Los consejos en el Emshi ya no son tan cordiales como antes y la tensión es palpable. En 2008 todo cambió. Fue cuando el nuevo secretario de la entidad exigió que junto a la memoria de las cuentas de Emarsa se diese a todo el consejo las auditorías de gestión y legalidad. Desde entonces la oposición viene rechazando las cuentas.

El caso está en la fiscalía. Y el Emshi -donde están PP, PSPV y EU-, heredero de la deuda de Emarsa, se ha querellado contra el gerente, el director financiero y tres proveedores por supuestos delitos de estafa, administración desleal y malversación de fondos públicos.

ESTEBAN CUESTA. El gerente es miembro de la dirección del PP
Esteban Cuesta Anguix entró como gerente de Emarsa de la mano del popular Enrique Crespo, presidente de Emarsa desde 2004. Cuesta es miembro de la dirección local del PP y preside la Agrupación del distrito de Pedanías Oeste de Valencia. Fue alcalde pedáneo de Benimámet.

La alcaldesa Rita Barberá se ha desmarcado de él: "El señor Cuesta salió elegido, no le he nombrado yo. Es más, yo le cesé de alcalde pedáneo de Benimàmet". El Emshi se ha querellado contra él por supuesta malversación de fondos y estafa continuada, y pide una fianza de un millón de euros.

VÍCTOR GARCÍA. Tres proveedores con idénticos apellidos
Víctor Manuel García Martínez es el tercer proveedor de Emarsa con los mismos apellidos que los dos querellados anteriores. Ligado a la firma Sofitec, que facturó 200.000, los mismos que ahora se le piden de fianza.

Las "muy notables" diferencias entre conceptos facturados y materiales existentes en Emarsa y la coincidencia de las mismas personas como representantes legales de varias de estas empresas, son soporte suficiente para la intervención sostiene la querella. Incluso se insiste en el posible vínculo de familiaridad, al coincidir en el caso de los tres proveedores los apellidos García Martínez.

SEBASTIÁN GARCÍA. 400.000 euros en informática que no aparece
Sebastián García Martínez, administrador de Sofitec Informática y Microprocesadores Valencia, facturó a Emarsa unos 400.000 euros por el suministro de material informático. Tras las inspecciones del Emshi, se comprobó que en la sede de la compañía no se encontraban los 164 teclados facturados, ni los 66 DVD, ni las 141 licencias antivirus. Sólo existían 30 ordenadores en la depuradora. García llegó a culpar a los directivos de Emarsa de ello: "En Emarsa no hay ningún control, los jefes pedían lo que querían", dijo entonces. Emarsa pagó en siete años 4,5 millones de euros a estas dos empresas.

MARÍA PAZ GARCÍA. 700.000 euros por trabajos inexistentes
Las sociedades Mantenimientos Valmasmark y Construcciones y Reformas Rocafort, S, las dos administradas por María Paz García, giraron facturas a Emarsa por más de 695.000 euros que no se corresponden con la realidad o no han sido realizados, según una inspección realizada este año. Estas dos empresas facturaron a la depuradora 4,4 millones de euros en siete años, según la documentación en poder de los socialistas.

El Emshi reclama en su querella una fianza de 695.000 euros, y en el caso de que no se deposite, se solicita el embargo de bienes.

ENRIQUE ARNAL. Los negocios familiares del jefe financiero
Enrique Arnal Llorens era el director económico-financiero de Emarsa durante el periodo de las facturas investigadas. Entró en Emarsa a mediados de los 90 tras cerrar un negocio pirotécnico con el concejal del Ayuntamiento de Valencia, Juan Vicente Jurado, que controlaba Emarsa.

Familiares del director económico han facturado a Emarsa. La empresa del hermano de Arnal, Arrima Centre de Estudis, SL, facturó en 2009 cerca de 37.000 euros a Emarsa por servicios de formación. La depuradora gastó otros 111.000 euros en la empresa de azafatas Mas, gerenciada por la pareja de Enrique Arnal.

Casos llamativos
- Un dueño y tres empresas: La depuradora pagó 15 millones de euros a tres empresas del mismo dueño de 2005 a 2010. Los socialistas sospechan que no ejecutaron los trabajos.

- Agua y Progreso: Emarsa financió la fundación Agua y Progreso en 2009 y 2010, con 24.000 euros a pesar de estar en pérdidas.

- Blindaje: El gerente Esteban Cuesta blindó por su cuenta y riesgo con casi 34 millones de euros un contrato con la firma Notec para el tratamiento de lodos.

- Lodos y azafatas: Emarsa pagó el tratamiento y transporte de lodos tres veces más caro de lo que lo paga la empresa metropolitana de Barcelona. Y otros 100.000 euros en azafatas en un año a la empresa de la mujer de un directivo.