dando otro repaso me he acordado de D. José Herrera, con la mala follá que tenía el tio y el miedo que nos daba a todos ir al médico y pa eso si te mandaba como todo el mundo las llamábamos las tres "endiciones" de turno pa que te las pusiera Monedero o D. Francisco Casas.... que salías de allí con el anca arrastra (la madre que los parió que daño hacían) no tendrán disgusto de que nos hemos olvidao de ellos... jajaja. Aún recuerdo aquella olor a alcohol que había en la consulta cuando entrabas.
Yo también me acuerdo del tal "D. JOSÉ HERRERA" que me negó la asistencia de mi niña con sarampión por que estaba jugando al dominó, precisamente también estaba con el tal "D. FRANCISCO CASAS", antiprofesiónales de la medicina que camparón a su aire en Quesada. Si han muerto los dos seguro que estarán a pesar de su"AMOR" a la oración y a la iglesia, al lado de la diestra del padre "SATANAS"ensartados con el tridente.
Personajes de ese tipo no interesa ni acordarse de ellos, precisamente no solo no hicierón nada por nuestro pueblo, si no que se fuerón ricos de allí.
Estamos recordando cosas buenas de aquellos tiempos: Y hablando de bicicletas y carritos hechos de una tabla con manillar, con las ruedas de rodamientos y nos dejabamos caer por las calles mas pendientes del pueblo a costa de pegarnos el talegazo, jugar a las bolas, a dopi ó hacerle correr a Sotillo el municipal detras de nosotros, cuando haciamos alguna jugarreta en el jardin, nos tiraba la porra, por que no podia alcanzarnos y al dia siguiente estrenaba porra nueva, se la quitábamos; no se si alguno de vosotros recordará lo que estoy contando.
Era una bonita forma de divertirse y lo pasabamos de cojónes, amén.
Personajes de ese tipo no interesa ni acordarse de ellos, precisamente no solo no hicierón nada por nuestro pueblo, si no que se fuerón ricos de allí.
Estamos recordando cosas buenas de aquellos tiempos: Y hablando de bicicletas y carritos hechos de una tabla con manillar, con las ruedas de rodamientos y nos dejabamos caer por las calles mas pendientes del pueblo a costa de pegarnos el talegazo, jugar a las bolas, a dopi ó hacerle correr a Sotillo el municipal detras de nosotros, cuando haciamos alguna jugarreta en el jardin, nos tiraba la porra, por que no podia alcanzarnos y al dia siguiente estrenaba porra nueva, se la quitábamos; no se si alguno de vosotros recordará lo que estoy contando.
Era una bonita forma de divertirse y lo pasabamos de cojónes, amén.