Al Cortijero no lo quieren ni en su casa, le pasa como al Internet Explorer, no le gusta ni a Bill Gates.
La suerte que tiene es que su mujer no entiende las sandeces que escribe.
Valla un tío tonto, absurdo, calamidad y surrealista como su tocayo Dalí
Y el muy anormal se cree que hace gracia.
Y lo más grande, es que lo conoce todo el mundo.
Dónde vas! Santo Tomas!
La suerte que tiene es que su mujer no entiende las sandeces que escribe.
Valla un tío tonto, absurdo, calamidad y surrealista como su tocayo Dalí
Y el muy anormal se cree que hace gracia.
Y lo más grande, es que lo conoce todo el mundo.
Dónde vas! Santo Tomas!