COSTUMBRES
Este pueblo de Quesada
es un pueblo muy bonito,
con unas costumbres
muy bonitas de aprender.
El hombre se va a la plaza,
a los bares, a beber,
y deja a la mujer en casa
para fregar y barrer.
Y cuando vuelve el machito,
si la mujer le regaña,
le dice: ¡cállate niña
y a mí no me digas nada,
que en mi casa mando yo,
que llevo los pantalones,
Y aquí se ha hecho siempre
Lo que mandan mis cojones!
Y vamos y nos callamos,
tan ignorantes y tontunas,
porque dicen que no trabajamos
nada más que en la aceituna,
¡eso si tenemos suerte
de ir de un hombre acompañadas!
Y si no, nos jodemos
y perdemos la temporada.
Así es la vida aquí,
en el pueblo de Quesada,
divertida para el hombre,
para la mujer amargada,
que a veces estamos tan tristes,
que no tenemos ganas
ni de cambiarnos de bragas.
DORI ALCALÁ BAYONA
Este pueblo de Quesada
es un pueblo muy bonito,
con unas costumbres
muy bonitas de aprender.
El hombre se va a la plaza,
a los bares, a beber,
y deja a la mujer en casa
para fregar y barrer.
Y cuando vuelve el machito,
si la mujer le regaña,
le dice: ¡cállate niña
y a mí no me digas nada,
que en mi casa mando yo,
que llevo los pantalones,
Y aquí se ha hecho siempre
Lo que mandan mis cojones!
Y vamos y nos callamos,
tan ignorantes y tontunas,
porque dicen que no trabajamos
nada más que en la aceituna,
¡eso si tenemos suerte
de ir de un hombre acompañadas!
Y si no, nos jodemos
y perdemos la temporada.
Así es la vida aquí,
en el pueblo de Quesada,
divertida para el hombre,
para la mujer amargada,
que a veces estamos tan tristes,
que no tenemos ganas
ni de cambiarnos de bragas.
DORI ALCALÁ BAYONA