Algunos deberían estudiar historia antes de pretender hacer valer sus criterios subjetivos. Ahora nos encontramos con uno que pretende ser revisionista y utilizar la lengua para apoyar sus carcamales posiciones. Uno está ya "curao de sustos" y las opiniones de este tipo habria que pasarlas a la papelera sin prestarles atención. Ocurre sin embargo, que aunque estúpidas, estas afirmaciones pueden caer en oídos propensos a escucharlas y sacar cus propias consecuencias falsas.
Ajeno a la lección de semántica de Ramón, yo quisiera añadir que el izquierdismo político tiene su origen en la Francia prerevolucionaria donde en los Estadoa Generales, la nobleza y el clero defensores de sus intereses de clase, se sentaba al lado derecho del Rey, mientras que löa izquierda, portadora de un sentir más colectivo de derechos lo hacía a la izquierda.
Ciertas prédicas me recuerdan a un cura que hubo en Peal, Don Horacio, aunque para muchos era "Don Hornazo". Era aquel un clérico, desertor del arado, que ilustraba sus sermones con imágenes extraidas de su cosecha propia, muy de acuerdo con el oscurentismo reaccionario de aquella curia nacionalcatólica que tanto mal hizo al pueblo y no menos a la propia Iglesia.
Entre las anécdotas de aquel cura cojo esta la de llamar a Unamuno "ateo hijo...", a Madariaga, Sánchez Albornoz y Machado los tildaba de rojos malos, y asi se podrían estar horas contando las peripecias del asotanado personaje.
Una de ellas, que suena a chascarrillo, es aquella de cuando estaba esperando a la Virgen de Tiscar, que en peregrinación hacía un recorrido mariano por todo el Adelantamiento. Como digo estaban él y Molina, su sacristán, a la entrada del pueblo esperando a la Madona, como esta tardaba más de lo previsto, se hartó de esperar, y habiendo llegado esa hora en que se cierran los ojos por si mismos de sueño, dijo al sacri. -Molina, ya estoy hasta los mismisimos de esperar. Mira me voy a tumbar, a descabezar un sueño, debajo de aquella oliva, asi es que cuando veas que viene la Virgen me pegas un silbido.
Ajeno a la lección de semántica de Ramón, yo quisiera añadir que el izquierdismo político tiene su origen en la Francia prerevolucionaria donde en los Estadoa Generales, la nobleza y el clero defensores de sus intereses de clase, se sentaba al lado derecho del Rey, mientras que löa izquierda, portadora de un sentir más colectivo de derechos lo hacía a la izquierda.
Ciertas prédicas me recuerdan a un cura que hubo en Peal, Don Horacio, aunque para muchos era "Don Hornazo". Era aquel un clérico, desertor del arado, que ilustraba sus sermones con imágenes extraidas de su cosecha propia, muy de acuerdo con el oscurentismo reaccionario de aquella curia nacionalcatólica que tanto mal hizo al pueblo y no menos a la propia Iglesia.
Entre las anécdotas de aquel cura cojo esta la de llamar a Unamuno "ateo hijo...", a Madariaga, Sánchez Albornoz y Machado los tildaba de rojos malos, y asi se podrían estar horas contando las peripecias del asotanado personaje.
Una de ellas, que suena a chascarrillo, es aquella de cuando estaba esperando a la Virgen de Tiscar, que en peregrinación hacía un recorrido mariano por todo el Adelantamiento. Como digo estaban él y Molina, su sacristán, a la entrada del pueblo esperando a la Madona, como esta tardaba más de lo previsto, se hartó de esperar, y habiendo llegado esa hora en que se cierran los ojos por si mismos de sueño, dijo al sacri. -Molina, ya estoy hasta los mismisimos de esperar. Mira me voy a tumbar, a descabezar un sueño, debajo de aquella oliva, asi es que cuando veas que viene la Virgen me pegas un silbido.