Mira Observer, creo que estamos haciendo foro, y de ahí lo interesante de nuestra actuación que ojalá atraiga a otros a exponer su visión sobre las cosas. Tus ideas, como las mias, tendrán siempre aciertos y errores, pero si continuamos confrontándolas con el respeto necesario podrían dar su fruto. Lo que no puede aceptarse son esas salidas por la tangente de algunos, valiendose del insulto y la degradación como forma de solventar su falta de respuesta o aporte a lo que se discute.
Yo también soy un buscador, (mira que con esta aseveración te incluyo a tí, atrevidamente, entre los buscadores), que trato de ver las cosas de forma personal, no tragándome "las bolas", que en forma de noticias, declaraciones, o que se yo cuantas cosas, se nos ofrecen diariamente. Has declarado en varias ocasiones ser apolítico, cosa para mí imposible, aunque lo que realmente se aprecia es tu escepticismo con respecto a los partidos políticos, es más: escepticismo contra los cuadros dirigentes de la política que, salvo excepciones, han escalado a sus posiciones haciendo demagogia, es decir: diciendo lo que no sienten. Es por eso que hoy en día conceda más importancia a la honradez, sea de izquierda o derecha, que al hecho de que el que cree representar mis ideas sea el lider de la nación, de la provincia o del pueblo. Me confieso con la izquierda, insisto, no con todos los izquierdistas, por que historicamente representa las añoranzas de libertad, paz y progreso, que la humanidad tiene, y que según mi cretio, solo se pueden conseguir con un reparto más horizontal de la economía que conduzca a una mejor educación y abra las puertas a una sociedad más justa.
Esto es lo que encuentro en tí, ajeno al verdadero concepto ideológico que tengas y que podemos cristalizar en un distanciamiento de esos mamarrachos de la política que se pasan el día pegando voces sin decir nada. Confieso que esto de la crisis me ha exaltado bastante, sobre todo viendo las soluciones que se plantean y que resumidas en algo más coloquial y anécdotico, se podría comparar al padre que incita al niño a comer helado: -Niño, come todo el helado que quieras, pero si te pones malo no vengas a mi.
Yo también soy un buscador, (mira que con esta aseveración te incluyo a tí, atrevidamente, entre los buscadores), que trato de ver las cosas de forma personal, no tragándome "las bolas", que en forma de noticias, declaraciones, o que se yo cuantas cosas, se nos ofrecen diariamente. Has declarado en varias ocasiones ser apolítico, cosa para mí imposible, aunque lo que realmente se aprecia es tu escepticismo con respecto a los partidos políticos, es más: escepticismo contra los cuadros dirigentes de la política que, salvo excepciones, han escalado a sus posiciones haciendo demagogia, es decir: diciendo lo que no sienten. Es por eso que hoy en día conceda más importancia a la honradez, sea de izquierda o derecha, que al hecho de que el que cree representar mis ideas sea el lider de la nación, de la provincia o del pueblo. Me confieso con la izquierda, insisto, no con todos los izquierdistas, por que historicamente representa las añoranzas de libertad, paz y progreso, que la humanidad tiene, y que según mi cretio, solo se pueden conseguir con un reparto más horizontal de la economía que conduzca a una mejor educación y abra las puertas a una sociedad más justa.
Esto es lo que encuentro en tí, ajeno al verdadero concepto ideológico que tengas y que podemos cristalizar en un distanciamiento de esos mamarrachos de la política que se pasan el día pegando voces sin decir nada. Confieso que esto de la crisis me ha exaltado bastante, sobre todo viendo las soluciones que se plantean y que resumidas en algo más coloquial y anécdotico, se podría comparar al padre que incita al niño a comer helado: -Niño, come todo el helado que quieras, pero si te pones malo no vengas a mi.