Esa pregunta la esperaba, Observer, ya que es una consecuencia lógica de lo que debatimos. Yo tampoco entiendo por que hay gente que no admite una confrontación seria de ideas. Pero es así, y un breve repaso a las aportaciones al foro te lo demostrará.
Los cambios radicales no han sido nunca producto de un programa político partidista, por el contrario los partidos se han mostrado casi siempre temerosos a unas alteraciones que hacen peligrar su existencia. Los cambios han sido siempre producto de la voluntad del pueblo, ya que es el pueblo el que instintivamente ve la necesidad de cambiar las cosas, y es cuando esto se hace necesario cuando sale a la calle y hace añicos lo viejo creando una unidad furtiva que conducirá a una organización. Así se hizo la revolución en Francia, en Rusia, en China y en Cuba. El socialismo no se hace con decretos, por el contrario cuando se aplican leyes al proceso, es cuando se cae en la tiranía, como fue el caso de la Rusia de Stalin. Lenin fue previsor de esto y no pidió el poder para los comunistas, su slogan era "Todo el poder a las soviet", es decir a los consejos populares ya fueran de empresa industrial, del campesinado o simplemente de barrio, ya que según sus criterios eran los únicos conocedores de lo que había que cambiar. Desgraciadamente éste murió pronto siendo sucedido por Stalin y con él la más terrible y antisocial de las dictaduras.
La propiedad privada, en la forma en que la conocemos, no es tan vieja como se podría pensar. Fue con el triunfo de la burguesia en Francia y una vez eliminada la nobleza como clase dirigente, cuando se abrieron opciones que condujeron al sistema de propiedad que hoy tenemos.
Por supuesto que a una persona que haya conseguido su fortuna honradamente, no se le puede privar de la noche a la mañana, menos aún entregarsela a uno de esos que como tu dices "no ha dado un palo en el agua", por el amor de Dios, no vamos a cambiar a un hombre diligente y honrado por un parásito. La desaparición de la propiedad privada deberá obedecer a un proceso paulatino que elimine la necesidad de disponer de una fortuna privada. Es decir la creación de un Estado fuerte y justo, social y empático, que no haga necesaria esta. Soy consciente del contenido utópico de lo que te cuento, pero todas los grandes proyectos humanos fueron una vez utópicos.
Los cambios radicales no han sido nunca producto de un programa político partidista, por el contrario los partidos se han mostrado casi siempre temerosos a unas alteraciones que hacen peligrar su existencia. Los cambios han sido siempre producto de la voluntad del pueblo, ya que es el pueblo el que instintivamente ve la necesidad de cambiar las cosas, y es cuando esto se hace necesario cuando sale a la calle y hace añicos lo viejo creando una unidad furtiva que conducirá a una organización. Así se hizo la revolución en Francia, en Rusia, en China y en Cuba. El socialismo no se hace con decretos, por el contrario cuando se aplican leyes al proceso, es cuando se cae en la tiranía, como fue el caso de la Rusia de Stalin. Lenin fue previsor de esto y no pidió el poder para los comunistas, su slogan era "Todo el poder a las soviet", es decir a los consejos populares ya fueran de empresa industrial, del campesinado o simplemente de barrio, ya que según sus criterios eran los únicos conocedores de lo que había que cambiar. Desgraciadamente éste murió pronto siendo sucedido por Stalin y con él la más terrible y antisocial de las dictaduras.
La propiedad privada, en la forma en que la conocemos, no es tan vieja como se podría pensar. Fue con el triunfo de la burguesia en Francia y una vez eliminada la nobleza como clase dirigente, cuando se abrieron opciones que condujeron al sistema de propiedad que hoy tenemos.
Por supuesto que a una persona que haya conseguido su fortuna honradamente, no se le puede privar de la noche a la mañana, menos aún entregarsela a uno de esos que como tu dices "no ha dado un palo en el agua", por el amor de Dios, no vamos a cambiar a un hombre diligente y honrado por un parásito. La desaparición de la propiedad privada deberá obedecer a un proceso paulatino que elimine la necesidad de disponer de una fortuna privada. Es decir la creación de un Estado fuerte y justo, social y empático, que no haga necesaria esta. Soy consciente del contenido utópico de lo que te cuento, pero todas los grandes proyectos humanos fueron una vez utópicos.