QUESADA: Ju, no hay ni tontos, ni listos, solo hay personas...

Empezaré por aludir, como tu haces, los horarios que utilizas para exponer tus razones. Has contestado mi mensaje a la 01.19h. lo que me hace pensar que mi respuesta no te dejaba dormir. Yo soy tempranero, una condición indispensable para el buen filosofopsiquiatrapsicologowik ipedista, ya que hay que ponerse las pilas muy de mañana para poder afrontar el día que queda por delante.
Yo creo Observer, que tu ingerencia en mi cambio de impresiones con M. A. Robledillo, fue también autoconcederte el derecho a vela en un entierro al que no estabas invitado. Pero esto son cuestiones propias de como se valoran las cosas.
Cuando niño se empeñó la familia en calificarme de tonto, calificativo que fue en ascenso durante la adolescencia y lo ratificó un pajarito-uno de esos carboneros, que en Quesada conocemos por colorines- que un día, estando yo sentado en un banco del jardín escuchando sus trinos, aunque no prestádoles mucha atención, de pronto empezó a llamarme tonto, claro está sin perder su acento de pájaro, pitonto, pitonto, pitonto, decía el de marras. Llegue a convinción de que efectivamente era tonto. tomé conciencia de mi situación y busque la compañia de los tontos. Traté de entablar contactos con Mingo, que aún vivia, Monche, Rosa "La tonta panes" y algún que otro más, pero sin resultado ya que estos no querían saber nada de mi. La verdad es que pasé un periodo bastante pesoso, cabizbajo, meditabundo, nostálgico y resignado, no sabía que hacer. Pero mira que un día, no lo olvidaré nunca, un domingo, despues de la misa mayor, un listo me invito a sentarme en una terraza a tomar una de aquellas cervezas aguachadas que entonces se bebían. Maldita las ganas de cerveza que tenía yo. Pero bueno por condescender acepte. Tome asiento en la terraza de aquel popular bar-perdona que no lo mencione-y puse oídos a lo que los listos decían, y no solo a mis acompañantes, que también quedaban las orejas expuestas a lo que se decía en otras mesa, tú me entiendes, bueno pues resulta que clic, <Eureka>, me viene la conciencia de la situación y me doy cuenta de que estoy rodeado de tontos, pero de tontos verdaderos, por que los tontos verdaderos, son los tontos que no saben que son tontos. Mira que más de un año buscando tontos y los tenía a racimos al lado mío. Así empezo mi metamórfosis de tonto a listo, hasta llegar a lo que soy: el filósofo más listo del pueblo, según algunos observadores. Por desgracia esto no me sirvió de nada, ya que mi superior inteligencia y razonamiento me sigue manteniendo en la soledad más profunda.
Séneca es macho, y no me atrae la zoofilia-homo, si fuera hembra otro gallo cantaría.
Dice ese gilip.. de m... que se llama Diaz Plaja, observarás que no se actuar sin la wikipedia, que los españoles no sabemos dialogar, que lo nuestro es el monólogo, y que ganariámos mucho escuchando y, sobre todo, aceptando que nuestro interlocutor pueda tener razón.
Con esta me despido del foro por mucho tiempo, mis quehaceres profesionales en tantas disciplinas me impiden seguir atendiendo este rinconcillo donde anidan algunos listos que quitan brillo a mi persona
Que os vaya bien

Moraleja.

Dios me libre de los tontos, que de los listos, me libro yo.

Viva la mentira. Saludos Ju

Ju, no hay ni tontos, ni listos, solo hay personas diferentes. Lo que si hay es "sabios", que ha saber de dónde les provenga tanta sabiduría.
Saludos Ju.