No tienes que agradecer nada María Ascensión. Al fin de cuentas lo que hemos hecho es con frontar ideas, penetrar algo más profundo en ellas, no tanto como sería necesario, y encontrar denominadores comunes con que mantener en alta el diálogo o el debate. Pero eso si conscientes siempre de que la libertad de uno acaba donde comienza la del otro.
Naturalmente que en política, a pesar del paisaje desolador y corrupto que ofrece, siempre hay alguien que la toma en serio con el valor y la honestidad por delante. Quizás sea un patrimonio hoy de pequeños partidos, aunque otrora fue también de personalidades, dirigentes de movimientos masivos, que dejaron su huella en la historia. Como ejemplo citaré a P. Sagasta que se distinguió por su lucha en defensa de los intereses del Estado, haciendo una clara discriminación entre lo privado y lo oficial, llevando este enpeño a tal extremo que recriminaba a su mujer cuando ésta, como el que no quiere, le colaba cartas privadas entre la correspondencia oficial para ahorrarse el sello. Quizás sea un caso extremo, y hoy la gente se reiria, pero no podemos olvidar que la corrupción empieza mucho antes de cometerse el defalco. Para mi empieza cuando esos politiquillos u otras raleas en los entes estatales empiezan a sentirse superiores, mas valiosos que los demás, y por tal razón comienzan a otorgarse, a la sombra del poder, derechos que los distinguen del hombre de a pie. Despues es como una bola de nieve. Es por esto por lo que me inclino a creer en partidos más pequeños, menos grandilocuentes en su discurso, y por lo tanto más faciles para la integración de sus miembros.
Te felicito por esa prosa poética con describes tu forma de concebir las relaciones entre los seres.
Recibe un cordial saludo, y trata de convencer a mas mujeres para que participen en el debate, que la libertad del hombre no será real hasta que la mujer no sea libre…
Naturalmente que en política, a pesar del paisaje desolador y corrupto que ofrece, siempre hay alguien que la toma en serio con el valor y la honestidad por delante. Quizás sea un patrimonio hoy de pequeños partidos, aunque otrora fue también de personalidades, dirigentes de movimientos masivos, que dejaron su huella en la historia. Como ejemplo citaré a P. Sagasta que se distinguió por su lucha en defensa de los intereses del Estado, haciendo una clara discriminación entre lo privado y lo oficial, llevando este enpeño a tal extremo que recriminaba a su mujer cuando ésta, como el que no quiere, le colaba cartas privadas entre la correspondencia oficial para ahorrarse el sello. Quizás sea un caso extremo, y hoy la gente se reiria, pero no podemos olvidar que la corrupción empieza mucho antes de cometerse el defalco. Para mi empieza cuando esos politiquillos u otras raleas en los entes estatales empiezan a sentirse superiores, mas valiosos que los demás, y por tal razón comienzan a otorgarse, a la sombra del poder, derechos que los distinguen del hombre de a pie. Despues es como una bola de nieve. Es por esto por lo que me inclino a creer en partidos más pequeños, menos grandilocuentes en su discurso, y por lo tanto más faciles para la integración de sus miembros.
Te felicito por esa prosa poética con describes tu forma de concebir las relaciones entre los seres.
Recibe un cordial saludo, y trata de convencer a mas mujeres para que participen en el debate, que la libertad del hombre no será real hasta que la mujer no sea libre…