No conozco las particularidades que puedan converger para impedir el que el campo de fútbol funcione. Naturalmente que si son la desidia o el abuso de poder las causas, hay que condenarlo con energica contundencia, No estoy tan seguro de que el campo de fútbol sea la panacea que resuelva los males que amenazan a los jóvenes quesadeños, y me atrevo a decir que me sentiría mucho más alarmado ante le negativa a leer de mi hijo que a que practicara un deporte